20:primer amor platónico y secreto

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_ Que estás viendo?- Dijo Theo, lo que sacó el ojigris de sus pensamientos

_ Nada- Gritó Pansy de momento- Voy... al baño- Dijo para después salir corriendo de la sala común, y por un momento Draco pudo observar como si una pequeña luz se introdujera en su capa y sin poder detener su curiosidad la siguió pero su intento había sido en vano pues la perdió antes de poder saber que la había puesto tan alterada, decepcionado continuó su camino, esta vez hacia el gran comedor, mientras en un salón en desuso la pelinegra se escondía-Qué haces aquí?- se escuchó el susurro de Pansy- oh, odio la mímica- Dijo en voz alta para después empezar a decir palabras al azar- cobija? Conejo? Dulce?- hizo una pausa- bolso- Pansy veía con atención los movimientos tan imprecisos del hada- mmm... dormir- dijo, para luego dar unos brinquitos al entender lo que el hada le quería decir- Te quedaste dormida en el bolso- dijo y sonrió al ver que no se equivocaba-es imposible que ahora vaya a dejarte, y no te puedo dejar en el dormitorio- el hada la miraba con preocupación-tendrás que mantenerte en mi capa, pero tienes que prometer no salir por nada, en la noche te llevo de regreso Durante el desayuno la pelinegra no dejaba de pensar cómo lograría esconder a la pequeña hada. y sin saberlo, mientras se metía en sus pensamientos, varios ojos la admiraban, slytherin, Hufflepuf, Ravenclaw, incluso Gryffindor la habían convertido en su primer amor platónico y secreto, ese que se da en la niñez y te hace sentir lo que es que tus mejillas se sonrojan al solo mirarla, entre ellos estaban Draco que confundió su curiosidad por saber qué es lo que escondía, con su inagotable deseo de mirarla, zabini que desde antes de Hogwarts la miraba a la lejanía mientras la pequeña tomaba con elegancia su té y robaba un par de galletas de la mesa, Fred que ponía su vista en ella unas cuantas veces, pues su curiosidad por la pelinegra nunca disminuyó. En cada uno de ellos existía una curiosidad por aquella chica chica que parecía tan indefensa, tierna y hermosa como una rosa, a la que al final siempre sus espinas cubrían y encerraban su belleza, llenando sus palabras con veneno, haciendo que sus facciones se endurecen y que todos sus enamorados teman acercarse para tener un romance de cuento de hadas.

_¿ Quieres una galleta?- dijo Pansy saliendo de sus pensamientos pero solo concentrándose en la pequeña hada que se encontraba en su bolso, la chica levantó la mirada y dio un repaso por el gran comedor, haciendo que todo el que la observa cambiará de dirección su vista. Estando completamente segura de que nadie la observaba introdujo con cuidado la galleta en su bolsillo, permitiendo que la hada comienza a nutrirse, hasta que el sonido de un plato siendo colocado sobre la mesa la sacó de sus pensamientos

_Robando comida, Parkinson?- dijo tomando un poco de su almuerzo con el tenedor y luego introduciéndose a su boca

_Es necesario, no comeré mucho ahora y tengo que tener un suplemento por si me da hambre antes de la comida-Dijo mientras tomaba el colgante que siempre cargaba en su cuello y lo movía alterada ante el ruido que provocan de los mordiscos del hada- Y, como estas, Draco?- Dijo Pansy intentando mantener una plática constante, para que el crujido de la galleta no sea audible

_ Creo que bien, pero tu estas bien, Parkinson?- Dijo mirando la mano de la chica que no se alejaba del collar escarlata que hacía una suave y casi imprevisible campanada cada que lo movía

_ claro que si, porque no lo estaría?- dijo levantándose con rapidez de la silla- ya es la hora de clase ¿no? voy a la aula- dijo recogiendo algunas cosas que había dejado sobre la mesa con gran velocidad haciendo que en repetidas ocasiones fueran en dirección al rubio

_De verdad estas bien?- continuó el chico mientras intentaba ayudar a la niña

_ Que si, hombre- tomó una fruta de la mesa con brusquedad haciendo que una naranja fuera rodando hasta Draco, él hizo un inútil intento por tomarla, al igual que Pansy y en el proceso, lo único que lograron fue que la naranja cayera al suelo y sus manos quedaran unidas sobre la mesa; La cara de ambos empezó a arder haciendo que sus mejillas se pusieran en un rojo intenso, Pansy no dejaba de mover el colgante haciendo que el sonido cambiará. Desde la mesa de gryffindor alguien veía la escena sin poder apartar la vista, su corazón se sentía comprimido, y él negaba maldiciendo por lo bajo el ponerse así. mientras aquellos dos niños se disculpaban torpemente con el otro. 



PERDÓN POR NO HABER PUBLICADO PERO DECIDÍ TERMINAR LA HISTORIA Y PUES YA ESTA TERMINAAAADA, Y VA A TENER DOS FINALESSSS PARA EL QUE DESEEN VEA JAJAJAJA .

La presencia de las HadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora