Zenitsu llegó después del mediodía a la preparatoria junto a su abuelo, fueron recibidos por el director y Uzui, quienes los guiaron hasta el lugar donde están la mayoría de los estudiantes en algunos puestos de comida, otros corriendo jugando, todos se divierten, en un lugar apartado cerca del gimnasio están los proyectos que hicieron los alumnos para la clase de arte. El rubio disfrutaba viendo de algunas esculturas fascinantes sacando algunas fotos como hacen otros, buscó ansioso con la mirada a sus amigos viéndolos lejos pero se acercó rápidamente para saludarlos, Inosuke y Tanjiro lo abrazaron feliz de verlo ahí aunque hace unos días apenas se habían reunido.
—Por un momento creí que ya no vendrías —dijo Tanjiro.
—Se nos hizo un poco tarde, el tren se retraso. En fin, estoy aquí.
—¡Mira, mira! —le habla Inosuke entusiasmado mostrándole la máscara que ha hecho, se la colocó haciendo una pose con dos escobas —¡Soy el rey de la montaña!
—Increíble, pensé que terminarías botando esa idea y harías algo con plastilina —admira la máscara acariciendola, tratando de descifrar el material que ha usado para simular el pelo del animal.
—¡No me subestimes, bastardo!
—También hice mis mascaras pero todos las han tomado sin descanso para tener fotos, espero no las rompan —habló preocupado viendo hacia una chica de cabello negro y a su lado un chico de cabello rosado.
—Nosotros también tomemos algunas luego —le dijo Zenitsu sonriendo para animarlo.
El rubio sintió que había olvidado algo, miró a todos lados en busca de su abuelo encontrándolo viendo algunas obras de arte junto al conserje Urokodaki, bueno ya no le preocupó dejar a su abuelo solo para pasar el rato con sus amigos. Se dirigió con ellos hasta un puesto de comida, Tanjiro compró taiyaki que compartió junto a Nezuko cuando se les unió, Zenitsu e Inosuke compraron takoyaki y este último intentó robarle algunos cuando se terminó los suyos. Mientras caminaban se le terminaron uniendo el resto, Aoi les contaba entusiasmada sobre que una chica se le había declarado a Genya, él moría de la vergüenza, nadie se lo creía y hasta bromearon con ello para terminar animandolo hasta que se enteraron que había sido la hija del director, entonces fingieron no saber nada. Kanao ganó un peluche cuando decidió participar en un juego de tumbar botellas, tiene un buen ojo y puntería, el peluche se lo regaló a Tanjiro. Lo estaban pasando bien.
—Agatsuma —lo llamó Uzui a la distancia por lo que pronto se acercó —debemos hablar.
—Chicos nos vemos luego en el gimnasio.
Todos asintieron viendo a su amigo irse junto al maestro, pensaron que tal vez estaba en problemas o cuidaba de él, como sea intentaron espiar pero Tanjiro se los impidió llevándolos hacia otro lado, lejos.
Zenitsu caminó junto Uzui, no hizo preguntas porque lo único de lo que ellos pueden hablar es acerca del problema en el que están metidos, por eso lo siguió tranquilamente. Entraron al salón de artes, el rubio miró sorprendido el desastre por todos lados y el hueco en la pared que nadie se ha molestado en arreglar.
—Pronto empezarán las presentaciones, ¿nervioso? —lo miró sonriendole, se sentó en un banquillo.
—Un poco... ¿Y si lo arruino? Seré la burla hasta que me gradue.
—No será así, ten más confianza en ti mismo, sé que lo harás magnífico así como cuando estábamos en la sala de tu hogar.
—Eso espero, sino todavía me quedaré en casa encerrado hasta terminar el año escolar.
—Por ahora relájate, necesito que veas algo —se levantó del banquillo y se acercó hacia un caballete que está cubierto por una tela blanca.
—Si es algo indecente te mataré —amenazó en serio, Uzui se rió de él.

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Nuestra Historia [UzuZen] [ABANDONADO]
Fanfiction[ABANDONADO] [¿TERMINADA?] su historia en el pasado se vio terminada de repente, un final tan triste y amargo que simplemente no podían aceptarlo, así que con un acuerdo egoísta juraron encontrarse en su reencarnación, fueron bastantes años pero con...