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Al llegar al aula, con Daniel a mi lado, se sienten las miradas, y está bien, lo reconozco, yo también lo miraría.

Que si no summercita... nos los comeríamos a este papucho.

Dios mio, ¡pensamientos puros vengan a mí!, meche ya cállate, se va a dar cuenta, no sé disimular...

Por eso lo hago querída, para que nos mire;)

Llego a mi lugar designado en el fondo, y Daniel toma asiento a mi lado,- ¿Siempre eres así de serio? ¿O solo porque es el primer día?- le pregunto porque no ha dicho nada, y me pone nerviosa su mirada tan intensa, o sea es bonita, pero intrigante.

-No suelo ser tan serio, pero hablar no es lo mío, prefiero escucharte, tienes una voz muy agradable- lo dice con una sonrisa, ¡Dios! ¿Cómo no derretirme?- lo que sí, es que soy más de música.

- Eso tiene bastante sentido, la canción que pusiste en la mañana es buenísima, ya no puedo esperar para presentarte a mis amigos, te agradaran, ya lo veras- le doy una sonrisa sincera, y es que con él es fácil hacerlo, ¿Nunca has sentido que conoces a una persona de toda la vida pero solo tienes unos meses, semanas, días o incluso horas? Eso me está pasando justo ahora. Siento mi teléfono vibrar en mi pantalón, y lo saco, es un mensaje de Jorge:

"Mi persona favorita,

¿Podrías por favor salir un momento de aula?

Quiero entregarte algo"

Algo desconcertada por este extraño mensaje, y por el hecho de que en toda la mañana no había pensado en Jorge... si es él quien me gusta, ¿no?

¿Por qué lo dudas querida? ¿ya te movieron el piso?

– Tengo que salir un momento Daniel- le digo mientras me levanto, el solo asiente y se enfoca en su libreta. Camino con rapidez y lo veo recargado en la pared que esta enfrente de la puerta. – Hola George- le digo sonriendo, haciendo alusión a su apodo dado por la linda caricatura de Jorge el curioso. - ¿Qué ocurre?

-Nada summer, es que no podía esperar, toma- me extiende tres entradas para una película esta tarde,- vendrán varios amigos, rentamos una sala entre todos, por eso de que ya se acercan los finales, y conseguí estas entradas para ti, lleva a quien quieras- me sonríe de una forma tan tierna que mi corazón se apretuja, sin dudas es un ser humano increíble.

-¡Muchas gracias George!- le doy un abrazo y un beso en la mejilla- ahí estaré llevaré a dos más.- es él, estoy segura que él es el indicado, al final los cuentos de hadas no estaban tan mal, mi caballero en armadura siempre ha sido él.

-No hay de que summer, es un placer, ya me voy porque tengo que hacer varios trabajos que se entregan hoy.- veo como se aleja por el pasillo, con su caminar tan despreocupado. Decido entrar al salón, y me dirijo a mi lugar, dispuesta a esperar a que nuestro querido profesor se digne a entrar.

La mañana sigue su curso y no puedo evitar pensar en que hoy iré al cine, Jorge estará ahí, ¿será el momento de que le hable de mis sentimientos? Es decir, creo que es él, congeniamos tan bien, somos tan parecidos que podríamos lograrlo, ¿qué me impide hacerlo?

Si dudas mi querida Summer, no es el indicado.

-Oye summer- Daniel mueve su mano frente a mi cara, y yo trato de enfocar la vista, ¿de qué me perdí?

-Mande- digo saliendo de mis pensamientos, y prestando atención al panorama que tengo frente a mí: un aula vacía, una pizarra llena de tarea, y un Daniel a mi lado parado, con su mochila al hombro... creo que esta vez sí me adentre mucho en Summerlandia, ¡rayos!- lo siento- digo con tono arrepentido,- creo que me quede dormida despierta.

Contigo (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora