Día de Revisión

Las capacidades de mi Bodega

-¿Por qué estamos en la Bodega?, ¿qué importancia tiene? Aquí solo están las herramientas viejas, le explicaba.

-Es por eso que estamos aquí, son tus herramientas. ¿Me permites entrar?- ya se me había olvidado en el baño simplemente abrí la puerta yo misma.

-¡Claro!, adelante.- Abrió la puerta y empezó a sacar todo lo que ahí tenía guardado. El Martillo de la Fuerza, El Libro del Saber, el Pincel de la Creatividad, la Partitura de la Inspiración, La Carne del Perdón.

-No sabía que tenía todo esto, mencioné.

- Es porque le has dado más importancia a lo que está en el baño que ya ni tienes tiempo de venir aquí.

-Esto es lo que está en mis manos para usar, ¿no?, ¿para poder mejorar?

-Sí, pero debes cambiar una cosa por la otra, me explicó.

-¿A qué te refieres?, pregunté.

- El Libro del Saber no puede estar junto al Libro de las Impurezas o la Carne del Perdón junto a la Carne del Odio o el Pincel de la Creatividad a la par del Juego de la Inmoralidad.

-¿Por qué no? Cuestioné.

- Una daña a la otra. A una usas más que a otra. Tú sabías eso y es por eso que trajiste todo esto aquí. Trajiste lo que te estorbaba y lo que “no necesitabas”, pero no te diste cuenta que al hacerlo te estabas dejando dominar.

-¿Dominar? Eso suena fuerte. Suena exagerado, le mencioné.

-Pues así de exagerada está dañada tu vida. Si no haces algo pronto, estas herramientas se van a volver viejas y ya no van a servir.