La comunión de mi Sala

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  • Dedicado a To my Dad. For being the genius being this story
                                    

Yo esperaba que simplemente entrara a la Sala cuando hubiera terminado, sin embargo, se paro en la entrada y me preguntó -Me permites entrar? 

Acaso estaba loco? Porque me seguía preguntando eso? Le hice un ademán con la mano indicando que estaba bienvenido. Hizo lo mismo de nuevo; solo entro y observo sin decir una sola palabra. Cuando ya estaba me empeza a preocupar un poco. Estaba todo donde tenía que estar? Me fije en el piso, que el mantel estuviera bien arreglado, las cortinas aplanchadas y bien puestas. Estaba poniendo mi mirada en los sillones cuando note que El Guardían se encontraba sentado en uno de ellos. Que hacía sentado? No podía estar cansado si apenas iba por la segunda habitación. Me miraba fijamente. 

-Quieres algo de tomar?- le prgunte. Usualmente hacía eso con mis visitas. 

-Estaría alagado, gracias. 

Alagado? Acaso no era Él MI GUARDÍAN? No sería yo la que me debería sentir alagada porque el esta aquí? Le lleve el vaso con agua y me sente en el sillón frente a Él. Esperando a que el terminara de inspeccionar mi Sala pero no veía hacia ningún lado sino solo a mí. Directamente a mi. 

-Como te encuentras?- me preguntó. 

-Que?- exclame. Rayos lo había dicho en voz alta! 

-Como está tu vida?- me dijo sin quitarme la mirada. Lo curioso es que su mirada reflejaba preocupación y dolor no era como la mirada de los hombres hacía la mujer del vestido azúl, llena de malicia, vanagloria y egoismo. 

-Está bien, gracias. Porque estas hablando? No deberías estar observando la Sala? 

-Eso hago. 

-No. Estás mirando, hablando conmigo. 

-La Sala tiene ese proposito. Hablar con la person, tener comunión con ella, compartir. Como tú estás aquí te observo a ti. En está habitación me interesas tú. 

-No se supone que debe ser así 

-Quien dice eso? 

-Los demás, los libros de texto. Los que ya han pasado por esto. 

-Como sse supone que debe ser? 

-Púes, tu debes entrar callado, no preguntarme si puedes entrar, ver cada habitación y yo debo sentirme angustiada, asustada, intimidada y con ganas de que te vayas. 

-Te sientes así? 

-Como? 

-Angustiada, asustuda, intimidada y con ganas de que me vaya?- lo dijo con un todo que solo demostraba decepción. Que mal! Le había fallado. 

-Púes...es que...tú eres mi Guardían.-No podía hablar, tenía un nudo en mi garganta, mis manos me sudaban y sentía la boca seca.- Eres quíen cuida de mi cuando no deberías y el que me ha dado apoyo cuando todos me han dado la espalda pero no te conosco como para ponerme hablar contigo. 

-Uno invita a sus amigos a comer, tomar algo en su casa. A los amigos uno les tiene confianza.- l. o decía con tanta autoridad. Yo le había dado un vaso con agua pero no la había invitado. Todo esto era una obligación y definitivamente no era mi amigo. Quíen se creía él? 

Día de RevisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora