Pequeña historia Takefuyu armada a base de one-shots y drabbles con la temática de #Flufftober proporcionada por la página de facebook "Es de Fan-fics"
Las nubes se dispersaron indicando el final de la tormenta.
Confiados salimos a caminar al tiempo que el aire aún húmedo nos entregaba ese olor a petricor que tanta calma nos causa.
Un suave viento hizo se tu cabello se pegará a tu cara y agitaba nuestra ropa al avanzar, al tiempo que admiraba tu lindo rostro y lo feliz que te veías por el aire fresco respirar.
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Chifuyu mentiría si dijera que la escena frente a él no se le hacía de lo más adorable.
Takemichi se veía totalmente concentrado golpeando aquella llanta con todas sus fuerzas totalmente empapado por la lluvia que los azotaba.
Aún con el agua callendo encima del rubio con fuerza, el frío viento que le azotaba el cuerpo y la sangre en sus nudillos ya dañados de estar tanto tiempo chocando con aquel neumático no se detuvo.
Él llevaba un paraguas así que seguía totalmente seco, sentía el viento en la cara pero como su ropa no estaba empapada no le calaba el frío como al contrario, de alguna forma justo ahora se sentía totalmente ajeno al mundo de Takemichi lo cual le causaba cierto malestar.
Pudo notar como su compañero temblaba levemente y no era para menos, debía estar muriendo de dolor por la temperatura, frustrado, enojado y sobretodo inclusive podía decir que Takemichi estaba lleno de culpa e impotencia.
—Todos cargan con la responsabilidad de cuidarme porque yo me terminó acobardando y los abandono, ya no lo pienso permitir— fue lo que le dijo al tiempo que volteaba a verlo.
El mayor le explicó la situación, había tenido que viajar nuevamente en el tiempo porque el futuro del que venía era por mucho el peor, cada miembro importante de la Toman muerto y la pandilla corrupta hasta el tope.
Entendía lo que pasaba y comprendía el sentir de su capitán, él no tenía poderes sobrenaturales como viajar en el tiempo como Takemichi así que por esa parte no podía ayudar. Más eso no le impedía apoyarlo incondicionalmente, lo había decidido desde aquel día en que prometieron llegar a la cima de la Toman juntos.
—En serio te admiro Takemichi, otro en tu lugar ya se habría rendido— fue lo que atino a decir, demostrar su apoyo era el primer paso para darle confianza al ojiazul en esa nueva misión.
Además, Chifuyu jamás se cansaría de decirle a Takemichi cuanto lo admiraba, no era fuerte pero se enfrentaban a todo, no daba miedo pero no le temia a nada, había cosas en él que le provocaban un revoloteo en el estómago tan fuerte como la lluvia que azotaba las calles y a ellos.
El segundo paso para dejarle en claro a Hanagaki que lo seguiría hasta el final fue encajar en ese mundo al que ahora se sentía ajeno, así que sin vacilar bajo el paraguas dejando que el agua también lo mojara.
—Pero ¿Qué eres, un niño, por qué golpear una llanta?— ahora se burlaba del chico para liberar esa tensión en la que se habían envuelto.
Takemichi le reclamo sin embargo al final ambos rieron por la comparación. Hablaron un rato más y a pesar de estar mojados ya caminaron juntos hacia la casa de Chifuyu bajo el paraguas.
Ahora sí, ambos chicos estaban en la misma sintonía.
Apesar del viento frío calandole en los huesos por la ropa empapada, Chifuyu sentía calidez, y él sabía que era porque al fin entendía un poco más a Takemichi, porque había dejado de ser ajeno a su tormentoso mundo. Sabía que aún con todo ese desastre en su contra ambos combatirían a la tormenta, y ganarían juntos.
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No sé que estoy haciendo y no me siento con inspiración ¡Ayuda!
