Madre de alquiler.

Capítulo 26

Tengo una buena noticia - dijo la doctora al verme entrar al consultorio - te darán el alta - no pude decir nada, pero mi cara lo dijo todo así que ella prosiguió - tendrás que seguir viniendo a las sesiones, claro, pero eres libre de volver a casa
Sonreí aunque sin muchas ganas, en realidad no tenía ninguna casa a la cual regresar, la sesión de ese día pasó más rápido de lo normal y mi estadía en el hospital terminó unas semanas después, no había hecho ninguna amistad así que sólo la doctora Lynch fue a despedirme, tomé mi maleta, caminé hacia la calle y llamé a un taxi, me sentía extraña y no sabía a donde ir, el taxista se cansó de esperar y me preguntó a dónde iba y la respuesta que salió de mi boca fue automática, el auto comenzó a avanzar, las gotas de lluvia comenzaron a caer, el camino se me hizo eterno y en algún punto debí haberme quedado dormida porque el conductor tuvo que despertarme cuando llegamos, bajé del taxi, había muchos autos afuera y la lluvia no paraba así que corrí dentro, dejé mi pequeña maleta en el porche, cuando entré, la casa estaba abarrotada, lo que me desconcertó, casi no había espacio para una persona más, alguien tomó mi mano y me jaló a un lado
- Gwen, ¡volviste!
- ¿Ellie?
Nos abrazamos, iba a preguntarle por Tom pero pude verlo entre la gente sólo que a su lado había una chica mostrando su mano a otro invitado, un anillo de compromiso, mi corazón se estrujó
- ¿Él?...
- Gwen...
La mirada de Tom encontró la mía, y no supe que hacer así que salí corriendo hacia la puerta antes de que pudiera decir algo, afuera, la lluvia seguía cayendo con toda su fuerza, bastaron unos segundos para que quedara empapada
- ¡Gwen! ¡Espera!
Podría reconocer su voz a kilómetros de mí, me detuve en seco, la lluvia dejó de caer sobre mi cabeza, Tom tenía un paraguas
- Oye ¿a dónde vas? - dijo sonriendo
- Yo... lo siento, no sabía que estabas ocupado
- Oh, no te preocupes - dijo sin dejar de sonreír - de echo quiero que conozcas a alguien
No pude decir nada, él me atrajo hacia sí y me pasó su brazo por la cintura
- Estoy toda mojada - dije separándome de él
- ¿Pasa algo?
Suspiré, levanté mi mano y quité el anillo que me había dado, se lo devolví
- No quería llegar así, admito que rompió mi corazón pero ... no te culpo
Traté de sonreír, Tom parecía confundido
Sonrió mientras negaba con la cabeza - ven conmigo, por favor
Seguimos caminando, ésta vez separados, me abrió la puerta y entró detrás de mi poniendo el paraguas a un lado, tomó mi mano y caminamos hacia la chica con la que lo había visto
- ¿Lynn?
- ¿Qué pasa? - dijo ella sonriendo
- Quiero presentarte a Gwen
La cara de "Lynn" pasó de la sorpresa a la felicidad
- ¡No puede ser! Tom me ha hablado tanto de ti que siento que ya te conozco - ambos rieron
Me sentía incómoda, ¿por qué Tom quería presentarme a su nueva prometida? ¿Por qué hacerme pasar por esto?
- ¡Sam! - dijo de pronto Tom, un chico muy parecido a él se acercó - mira, ella es Gwen
- ¡Hola! Ya quería conocerte, Tom me ha hablado de ti... demasiado si me preguntas - dijo casi susurrando para mí, seguía confundida y él rio
Se acercó a abrazarme sin importarle lo mojada que estaba, después se puso a lado de Lynn y la abrazó de la cintura, después Tom habló
- Lynn es prometida de Sam, mi hermano
Esa nueva información azotó mi cabeza y de pronto me sentí tonta, sonreí
- Felicidades
- Tenemos que ir a dar nuestra vuelta social, los vemos en un rato
Ambos se fueron, tomados de la mano, yo quería desaparecer.
- ¿Quieres ir a cambiarte? Estás muy mojada
Asentí, subimos a su habitación y me tendió ropa seca
- Suerte que aún tienes ropa aquí
Asentí y caminé hacia el baño, ni siquiera podía emitir sonido alguno, cuando salí él estaba sentado en la cama, me senté junto a él
- ¿Creíste que Lynn era mi prometida verdad?
- Tal vez...
- Te dije que te esperaría
- Aposté por el realismo - reí sin ganas - ¿por qué me esperarías?
- Porque te amo, es tan simple como eso
Mi corazón parecía querer explotar, Tom se paró de pronto y comenzó a caminar por la habitación, después se detuvo y se agachó frente a mí, tomó mi mano y deslizó de nuevo el anillo negro que ahora cambiaba a morado, si, era un anillo del humor, sonreí
- ¿Este color significa que estoy loca?
- Creo que significa que estás enamorada
Reí, tomé su cara entre mis manos y lo besé, lo había extrañado tanto...