Madre de alquiler.

Capítulo 4

- Dónde estamos? - pregunté mientras bajaba de su auto
- Vamos a una aventura - dijo sonriendo maliciosamente - no podrás experimentar emociones fuertes los próximos meses así que me pareció una buena idea que experimentes muchas emociones fuertes en un día.
Llegamos cerca de un puente,  alrededor solo había montañas y abajo se podía ver un río
- Bungee? Estas loco! - dije mientras me hacía hacia atrás, mi mente estaba tratando de proyectar un recuerdo pero lo suprimí
- Le temes a las alturas? - preguntó mientras se sentaba junto a mí
- Si <<mentirosa>> desde que puedo recordar <<temes que se de cuenta de que en verdad esto es lo que siempre has querido hacer, saltar>>
Cerré los ojos tratando de callar mi voz interna, Tom se acercó y tomó mi mano
- No te preocupes, no te obligaré
Volteé a verlo y traté de sonreír, jaló mi mano y caminamos de vuelta al auto, nos dirigimos de vuelta a la ciudad, el trayecto de vuelta fue más rápido aunque quizá lo fue porque no puse mucha atención, podía sentir la mirada de Tom de vez en cuando, estacionó frente al centro comercial, voltee a verlo
- Aún podemos hacer algo divertido
Sonrió y yo asentí, bajamos y caminamos hacia una cafetería, Tom trató de platicar tanto como pudo tratando de evitar hablar sobre lo que había pasado, pero al final no pudo resistirse
- Te sientes bien? - dijo con cara de preocupación - si es por lo que pasó en la mañana, lo lamento, no quería hacerte sentir mal
- No te preocupes, no es tu culpa, tu no sabías
Sonreí tan genuinamente como me fue posible y el asintió, cuando la tarde comenzó a caer decidimos volver al auto y me llevó de vuelta a casa
- Perdón por arruinar el día - dije mientras me quitaba el cinturón de seguridad
- No lo arruinaste - dijo sonriendo - platicamos y nos conocimos un poco que era lo importante
- Mañana trataré de compensarlo - salté fuera del auto y cerré la puerta - descansa
- Nos vemos mañana - dijo y me quedé observando como se alejaba.

°°°

Mi celular comenzó a vibrar, lo tomé y contesté, Tom
- Disculpa que moleste tan temprano- dijo con su voz un poco ronca- pero ayer no me dijiste a que hora nos veríamos
Me alejé el celular de la oreja y vi la hora
- Ven en una hora y ponte algo cómodo
Corté la llamada y salí de la cama, como atracción del día había elegido el parque Redwood, siempre me ha gustado ir allí a pesar de que me recuerda a como era mi vida, cuando las cosas iban bien y ni siquiera lo valoraba. Tom llegó en menos de una hora, lo hice pasar mientras terminaba de arreglar mi enorme mochila.
Llegamos al parque en menos de hora y media gracias a a velocidad de Tom, bajé del auto y me tiré al piso
- Al fin, tierra firme!!
- Eres una dramática - dijo mientras reía y me tendía su mano, que tomé, caminamos por el parque, el ambiente se sentía tranquilo, Tom iba a lado de mi, su mano rozaba a veces la mía mientras yo trataba de reprimir sonrisas, caminamos un buen tramo, estaba buscando el río, cuando llegamos cerca del río me senté a descansar, tomé un trago de agua y después le tendí la cantimplora a Tom, me quedé viendo a la nada mientras trataba de no recordar la última vez que había estado aquí.
- Estas bien? - preguntó Tom
- si... lo siento, a veces me pierdo en mis recuerdos
Sonreí un poco incomoda, la parte que más me incomodaba de las salidas eran las pláticas, hablar sobre mí y mi pasado siempre ha sido algo difícil y que prefiero evitar así que la estrategia siempre es hacer hablar a Tom para evitar hablar de mí, aunque eso también es contraproducente pues con cada minuto que paso con él me doy cuenta de que es una persona increíble, sensible, divertida y apasionada, esto solo significa una cosa, terminaré enamorándome de él y, por ende, con el corazón roto y mi autoestima más destrozado que antes.