Madre de alquiler.

Epílogo

- No puedo creer que Matt cumpla dos años
- Lo sé, parece que el tiempo va a la velocidad de la luz
Caminamos hacia el elevador para subir al departamento de Ellie
- ¿Que le trajiste de regalo?
- Un libro, ¿tú?
Tom sonrió, dubitativo
- Definitivamente no un libro
- Perfecto, ahora va a odiarme
Comenzamos a reír mientras la puerta del elevador se abría dejando ver un largo pasillo, la puerta de Eleanor estaba hasta el fondo
- ¡Hola chicos! Que bueno que ya están aquí, la fiesta está por comenzar
- ¿Dónde está el pequeño?
- En su habitación, jugando con Jamie
Sonreí, no podía creer aún que su pretendiente había aceptado todo tan bien
- Pasen - dijo Ellie sonriendo
La sala estaba decorada con globos, no había muchos invitados, no conozco a nadie, por supuesto, pero, de todas formas, Matt es demasiado pequeño aún como para acordarse de esta fiesta, dejo el regalo sobre la mesa y camino hacia la ventana, afuera las hojas comienzan a cambiar de color, suspiro mientras recuerdo en que estado estaba la última vez que vi las hojas de los árboles de este color
- ¿Te sientes bien? - escucho decir a Tom, suspiro y giro para voltear a verlo, asiento y él sonríe, me toma de la mano y nos sentamos en el sillón más cercano
El pequeño Matt sale en brazos de Jamie, se ve feliz y regordete, sus mejillas están sonrosadas, la música sigue sonando y yo comienzo a alejarme de ella y de mi alrededor, no vuelvo en si hasta que siento que alguien toma mi mano, Eleanor, me lleva hacia la mesa central, parece que ya van a cortar el pastel.
- ¿Tu enegía social ya se agotó, cierto? - pregunta Tom, asiento mientras sonrío - vamos - toma mi mano y nos despedimos de Eleanor quien nos acompaña a la puerta
- Gracias por venir, chicos, significa mucho para mi
- Siempre estaremos aquí para apoyarte, lo sabes - digo mientras la abrazo
Tom conduce hacia la casa mientras yo cierro los ojos, me siento cansada y con mucho sueño, pero sé que, aunque lo intentara, no podría dormir.
Cuando abro los ojos parece como si hubiera dormido durante años
- ¿Como te sientes hoy? - pregunta Tom mientras me ve, levanto los pulgares por toda respuesta
vuelvo a la habitación y me meto al baño para arreglarme e ir al trbajo, es mi primer día y no podría sentirme más nerviosa, ¿podré lograrlo? espero que si, no diría que me siento cien por ciento recuperada, a veces la ansiedad quiere volver pero eso pasa cuando dejo de tomar los medicamentos, me hacen sentir mareada todo el tiempo pero, cuando dejo de tomarlos todo vuelve y es peor que antes, como un monstruo que creé y alimento a base de pastillas, " un día a la vez" me susurro y salgo del baño,me cambio lo más rápido que puedo
- Me voy al trabajo - digo mientras me acerco a Tom y le doy un rápido beso, él me toma de la mano, me jala a él y me envuelve entre sus brazos, sonrío y lo aprieto
- Te quiero - me dice y yo le respondo que también lo quiero, me da una bolsa de papel en la que ha metido mi desayuno - nos vemos en la noche
asiento y cierro la puerta.

•••

- Estoy en casa - grité desde la puerta, Tom bajó corriendo las escaleras
- Que bueno que llegas, tengo algo que mostrarte
Tomó mi mano y me llevó hacia la cocina, había varias velas encendidas, la mesa estaba puesta y había música romantica
- Que es esto?
- Traté de cocinar algo para ti, espero que te guste
Me siento en la mesa y me dejo llevar, tomo la copa de vino frente a mi y la bebo de un trago, Tom se me queda viendo con cara de shock al mismo tiempo que siento algo atorandose en mi garganta, comienzo a ahogarme, ni siquiera sé cómo llegué a este punto en menos de sesenta segundos, Tom corre hacia mi y me ayuda, agradecida porque sabe primeros auxilios, algo sale volando de mi boca, parece una aceituna grande
- ¿¡Que rayos es eso!? - digo tosiendo
Tom se queda unos segundos aún en shock y después comienza a reír como un loco
- Creo que no lo planee bien después de todo
No entendía nada, me estiro y tomo la aceituna, que en realidad era de plastico, Tom se acerca y me la quita de la mano
- Perdón - dice mientras abre la aceituna y saca de ella un anillo - quería pedirte que te cases conmigo, pero lo único que logré fue que casi te asfixies
Estaba en shock, no sabia si reir, llorar o salir corriendo
- ¿Y que dices? prometo que no volveré a asfixiarte
Las palabras parecen no querer llegar a mi asi que solo asiento y lo abrazo, porque ahí es donde más segura me he sentido, entre sus brazos, Tom me aparta un poco mientras desliza el anillo en mi dedo que ahora se siente un poco más pesado que antes, de nuevo cargo con un peso extra, pero esta vez espero que se quede ahí para siempre.