Capítulo 10

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La estancia de Isabella en la casa sólo me hizo darme cuenta de que jamás había pertenecido a esta familia, era algo que ya sabía pero que me obligué a olvidar <<que tonta>> sentía celos de ella, de la relación que había forjado con Tom y la amistad que tenía con Ellie, aunque no podía odiarla, era demasiado bondadosa y divertida y eso me irritaba aún más.
§- Estas bien? - preguntó Isabella
- Si, no te preocupes - dije mientras cerraba los ojos para calmar las náuseas. Ella me tendió un vaso con agua y una galleta, volteé a verla
- Mi hermana comía una galleta cuando le daban náuseas, dice que el azúcar ayuda
- Gracias - dije mientras le daba un mordisco a la galleta.§

Sabía que tenía que devolverme a la realidad, esta incomoda sensación tenía que desaparecer y sólo se iría si me alejaba de todo el caos, caminé hacia la puerta trasera pero me detuve en la cocina al escuchar su voz
- Ya te extrañaba - dijo Isabella, Tom sólo rió - vine pensando en que tal vez podríamos retomar lo nuestro pero creo que el hecho de que pronto serás padre lo complica un poco ...
- Oh no, no seré padre, no es mi hijo, bueno si pero no - comenzó a reír nerviosamente - en realidad es de mi prima, Gwen solo es la madre sustituta
- No entiendo - dijo ella
Me asomé un poco y pude ver como se acercó a Tom, no pude contener mis celos, entré a la habitación
- No te preocupes - ambos voltearon, sobresaltados - ellos sólo me están pagando para tener este hijo por Eleanor, no soy más que un receptáculo para el bebé
Tom se me quedó viendo y yo comencé a caminar hacia la puerta <<por qué no puedes mantener la boca cerrada!?>> Tom me alcanzó y me detuvo
- A dónde vas?
- Parece que necesitas la casa para ti solo así que iré a dar una vuelta, vuelvo en un par de horas
Tom no dijo nada, estaba tratando de detener las lágrimas pero cuando cerré la puerta tras de mí salieron sin control, me dirigí al único lugar que tenía, mi casa.
Cuando llegué al edificio recordé que no tenía las llaves así que me tiré al piso a buscar la de repuesto que había enterrado cerca de un árbol.
"Vamos, sé que estás por aquí" después de media hora la encontré, subí las escaleras, llena de tierra y de oído hacia mi, entré a la puerta con el número 77, todo seguía igual, mi ausencia no había afectado en nada al lugar, me sentí insignificante, una lágrima salió de mi ojo izquierdo, cerré la puerta y me tiré al piso <<eres una tonta por creer que él podía quererte de vuelta>> <<me das tanta pena...>> <<te dije que esto pasaría>> <<Te lo dije o no? que todo saldría mal>>
Rodé sobre mi espalda y tapé mis oídos, como si eso pudiera callar mis pensamientos, no quería escucharlos, no podía tener una crisis, no de nuevo, no así, cuando llevaba una vida dentro de mi. Me senté en el piso tratando de respirar al ritmo de mi corazón, tratando de alejar los pensamientos de mi, al final terminé acostada de nuevo en el piso, el frío pareció ayudar un poco, me quedé ahí hasta que la oscuridad inundó la pequeña habitación.
<<Bienvenida a casa>>
Creí que Tom vendría a buscarme <<pobre crédula>> podía ver la luna desde la ventana de la habitación, había estado llorando todo el día y me sentía como imbécil porque lloraba por él, por alguien que sólo notaba mi existencia cuando estaba a su alrededor, mi teléfono vibró, era Ellie, contesté mientras limpiaba mis lágrimas y trataba de contener el temblor de mi voz que sonó rasposa.
- Que sucede?

- Estás bien? Vine a casa de Tom y no estás por ningún lado, no hay nadie
- Estoy en mi casa, estoy bien, no te preocupes.
- Tom está contigo?
- No, debe estar con Isabella, no quería molestarlos, creo que me quedaré aquí un par de días más, la casa de Tom ya está bastante llena sin mí
- Bien, ya sé que no te fuiste por que esté "llena" - pude escuchar su cambio de tono al decir "llena" - mañana te llevaré algo de comer
- Gracias - susurré
- Descansa Gwen
- También tú - susurré y agradecí que la llamada se cortara pues mis lágrimas habían comenzado a salir de nuevo.

Desperté en el sillón, estaba desperezándome cuando tocaron el timbre, seguro era Ellie, me levanté lentamente y caminé sin ganas, al abrir me quedé paralizada pues Tom estaba frente a mí, se veía enojado.
- Sabes que te he buscado por todos lados!?
Muy enojado
- No, no lo sabía y por qué estarías buscándome de todas formas?
- Porque resulta que estás a mi cuidado! Dijiste que volverías en un par de horas!
- Pues lo lamento! Creí que estaba implícito que no iba a volver, claro que no lo notaste porque sólo querías quedarte a solas con ella.
Dejé a Tom en la puerta y caminé hacia la cocina por un vaso de agua, quería calmar mi ira pero me era imposible.
- Que tiene que ver Isabella en todo esto?
- Todo! - dije mientras reía irónicamente
Tom se acercó a mí, estaba a escasos centímetros de mi cara, no aparté la mirada
- Si conoces el espacio personal o no? - dije aún viéndolo a los ojos - Porque estás en el mío - dije separándome de él, empujándolo, no podía creer que le estaba reclamando por haberme olvidado por querer estar con Isabella, cuando era lo más lógico y normal del mundo. Me odié a mi misma.

Madre de alquiler.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora