El Sombrero Seleccionador.

251 19 2
                                    

Se escuchó como las puertas se abrían de golpe, la niña se escondió entre las sombras.

Hagrid llegó subiendo las escaleras junto a una gran variedad de niños de once años, todos tenían las caras pálidas, parecían nerviosos, algunos para disimular observaban observando las paredes o el techo del castillo.

Liliana, desde su escondite se escabullo hasta quedar detrás de un niño que parecía dormirse en cualquier segundo, por lo que, para su suerte, no se percató que ella andaba detrás de él.

— Profesora McGonagall. — se escuchó la voz de Hagrid resonar por todas las paredes. — Les traigo a los nuevos alumnos.

La profesora McGonagall salió de su trance y dirigió una mirada a cada alumno.

— Gracias Hagrid, yo los llevaré desde aquí. — se dirigió al grupo de niños. — Síganme.

Abrió la puerta, el vestíbulo era grande según todos los alumnos, Liliana solo observaba en silencio.

Las paredes de piedra iluminaban con resplandecientes antorchas como de costumbre, el techo era tan alto que no se veía, una magnífica escalera de mármol que conducía a los pisos superiores. Siguieron a la profesora McGonagall hasta llegar a un cuarto vacío, al otro lado se escuchaban las voces del Gran Comedor.

— Bienvenidos a Hogwarts. — la profesora McGonagall comenzó a hablar. — El banquete de comienzo de este año se celebrará dentro de poco, pero antes de que ocupen sus lugares en el Gran Comedor, serán seleccionados para vuestras casas.

A Liliana se le removió el estómago, se sentía un poco nerviosa en cuanto escucho la selección. ¿Y si el sombrero seleccionador no la escogía en una casa por puro resentimiento a todo lo que le había hecho en los años anteriores?

— La selección es una ceremonia muy importante, porque, mientras estén aquí, vuestras casas serán como vuestras familias, tendrán clases con el resto de la casa que les toque, dormirán en los dormitorios de sus casas y pasarán su tiempo libre en la sala común de sus casas.

Liliana hizo el esfuerzo de escucharla, pero como la había escuchado casi toda su vida el mismo discurso, no le causaba miedo o preocupación.

— Las cuatro casas son Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin. Cada casa tiene su propia noble historia y cada una ha producido notables brujas y magos. Mientras estén en Hogwarts, ganarán puntos para sus casas, de la misma manera sucederá si cometen una falta. Al final, la casa con más puntos ganará la copa de la casa, es un gran honor. Espero que todos sean el orgullo de vuestras futuras casas...

Se escuchó un ronquido de parte del niño que estaba al frente de Liliana, los de adelante le movieron una y otra vez hasta que despertó, la profesora McGonagall le dirigió una mirada severa y continua.

— La ceremonia de selección tendrá lugar dentro de muy pocos minutos, frente al resto del colegio. Sugiero que mientras esperan, se arreglen lo mejor posible y estén completamente despiertos.

Los ojos de la profesora McGonagall se posaron en varios de los alumnos y alumnas, luego en Liliana.

— Volveré cuando tengamos listo la ceremonia. Por favor, esperen tranquilos. — se dio la vuelta y se fue de la habitación.

— Rolf. — dijo un chico de pelo negro, movía al otro muchacho de pelo ondulado de un lado a otro. — ¡Rolf! ¡Despierta, ya te vio la profesora!

— Cinco minutos más... — dijo soñoliento.

— ¿Bromeas? Me dijiste eso en el tren y ya estamos a punto de entrar al Gran Comedor.

La Serpiente Escarlata (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora