capitulo 27

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Cap. 27

Nada cambió. Al menos no dejé que notara que algo lo había hecho. Lo único que no había podido soportar eran las constantes llamadas que hacíamos, así que cada vez que trataba de contactarme le ponía una excusa para no responderle, aun no quiero verlo ni escucharlo.

No creo poder hacerlo sin romper a llorar porla ira.

Fingir normalidad por mensaje es muy fácil, pero no quería tener que ver su estúpida cara, al menos no por ahora.

Puedo no demostrarlo, pero estoy furiosa, llena de ira contenida que deseo exteriorizar y lo hago con un saco de box, pero no me es suficiente.

Aunque no quiera admitirlo, también estoy dolida, triste, con el corazón roto, pero, sobre todo, estoy decepcionada, y no de él, sino de mi misma, lo que es peor.

Es que no aprendo, ya perdí la cuenta de cuantas veces he confiado y me han traicionado, y yo, como buena pendeja, sigo cayendo en lo mismo, una y otra vez.

Pero la venganza es dulce.

En la próxima junta, que sería en unos cuantos días más, lo enfrentaré ¿Qué por qué no lo he hecho aún? Pues porque todavía me falta pulir algunos detalles de mi venganza.

Tampoco tengo prisa, dejaré que siga ilusionado, así, cuando caiga, será peor.

Llegué a Francia un día antes de que la junta se llevara a cabo, hablé con ONU y arreglé los pendientes que faltaban para que mi plan saliera a la perfección.

Al día siguiente llegué justo a tiempo a la junta y cuando terminó, ONU me llamó para arreglar algunos detalles de lo que habíamos hablado el día anterior, por lo que mi único contacto con el hijo de URSS fue un saludo lejano.

Me avergüenza admitir que me alivia no haber hablado con él, y aunque internamente me escudé diciendo que quería que arregláramos todo en privado, la verdad es que me duele verlo, me dan ganas de llorar al pensar en que yo me entregué y Rusia solo me veía como un puto proyecto.

Después de todo, yo en serio lo amaba, y lo sigo haciendo, pero mi asco hacia él es más y ya me es imposible pensar en él sin sentirme enojada y traicionada. Mi amor por el ruso cada día es menos.

La herida un está abierta.

Por esto, en cuanto terminé de hablar con la organización le mandé mensaje, pidiéndole que nos encontráramos en su hotel. Tengo que enfrentarlo ya.

Me dijo que llegaría a su departamento en media hora, le dije que estaría ahí enseguida. Fui al hotel en el que me estaba quedando por mis maletas, de paso comí algo ya que moría de hambre.

Llegué 1 hora después de él. Ya no me importaba llegar puntual, he de decir me hice taruga lo más posible solo para hacerlo enojar por mi tardanza ¿es infantil? Sí, claro que lo es, pero me hizo sentir bien.

Toqué a su puerta y en pocos segundos me abrió.

-tardaste mucho, pequeña, creí que ya eras más puntual.

Eso dolió más de lo que esperaba.

Entré sin decirle nada, noté como fruncía el ceño, pero no habló. Dejé mi maleta en la sala y me senté en el sofá, llegó a mi lado y trató de besarme, pero me aparté.

-siéntate- le dije, señalando el lugar frente a mí.

Me dedico una mirada que decía ¿Qué tienes? Pero yo seguí con expresión neutra. En cuanto estuvo sentado le extendí lo que antes norCorea me había dado.

- ¿qué es eso?

-tómalo, míralo tú mismo- me observó con el ceño fruncido mientras lo agarraba.

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