capitulo 5

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Cap. 5

Cuando llegamos al territorio estadounidense, el gringo me propuso que me quedara en su casa los días que faltaban para la junta mensual de ONU, acepté su propuesta, puesto que la junta sería en su país, no tenía sentido ir a mi territorio solo para regresar después. Tampoco tenía muchos pendientes en mi territorio, y los que tenía los podía resolver desde la casa del gringo perfectamente, y, a decir verdad, ya extrañaba pasar tiempo con él.

Los días pasaron con tranquilidad, pasamos casi todo el tiempo juntos, divirtiéndonos como hace mucho no lo hacíamos. Lamentablemente el tiempo se acabó y la junta con la ONU llegó.

Íbamos entrando a la sede de la ONU, aún faltaban 15 minutos para que comenzara todo el pedo. Vi que Colombia ya se encontraba allí, me dispuse a llamarla, pero me detuve al verla platicando muy confianzuda con Sur Corea, achiqué lo ojos dándoles una mirada de sospecha.

- ¿soy la única que piensa que eso es raro?

-no, no lo eres, tendremos que hacer unas cuantas investigaciones después de la junta, weona- volteé la cabeza como la niña del exorcista para verlo.

- ¡chilito que no pica!, no te vi llegar, ¿cómo estas, carnalito? - me acerqué y traté de darle un abrazo namas pa chingarlo, pues a él no le gusta ese tipo de afecto, y menos en público, al ver mis intenciones se hizo para atrás.

-ni se te ocurra.

-ay vamos, hace mucho que no te veía, solo será un abracito- dije poniendo cara de cachorrito mojado, pero él es inmune a mis caritas tiernas, así que se pasó lo que le dije por el culo.

-ambos sabemos que solo quieres estar chingando, dijiste tú, a ti tampoco te gustan esas cosas.

Era cierto, no me encantaban esas muestras de afecto, lo mío es más el amor apache. No soy como Perú, que le es fácil dar cariñitos. A mi mente llegó el recuerdo de cuando me despedí de Canadá con un beso y abrazo, me dio un ligero escalofrió. Lo había hecho para demostrarle a Ucrania que no me alejaría de él, pero había resultado más incómodo de lo que creí, hasta USA me había preguntado el porqué de mi acción. Obviamente no le conté nada.

-bueno- dije- vamos entrando, ya después investigamos que está pasando aquí.

Empezamos a hablar de cómo habíamos pasado este último mes y medio, y de cómo le haríamos para sacarle la información a Colombia.

Llegamos a la sala donde sería la junta, USA fue a arreglar unos asuntos con FBI, quien se encontraba en la puerta. Chile y yo estábamos hablando tranquilamente, pero de repente se tensó un poco.

-no puedo, ¿entendiste, weona?

Mi cerebro no termino de procesar lo que dijo cuándo una voz se oyó a nuestro lado.

-buenas tardes a ambos. Chile, me gustaría invitarte a comer después de la junta, espero que puedas aceptar- dijo Alemania, con su conocido formalismo. A su lado se encontraba Rusia, mirando todo con cara de odio a todo el mundo.

-uy, como que no se va a poder. Lo siento, pero ya quedé de ir con Méx, ¿verdad, cumpa?

Oh, ya entendí.

-sí, ya habíamos quedado de ir a comer. Pero por la tar...- dije, pero me interrumpí al sentir como me acomodaban tremenda patada en la mera espinilla. No sé ni cómo le hice para no soltar un quejido por el dolor- no puede- terminé por decir.

Vi la mirada de frustración que puso el alemán, abrió la boca para decir algo, pero Rusia le ganó hablando primero.

-entonces vayamos los cuatro.

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