HALLOWEEN

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Época del año en el que los niños pueden disfrazarse y salir una vez que desaparece el sol, únicamente con el motivo de exigir un delicioso dulce en cada puerta de cada hogar. Los infantes, completamente felices, se a recitar la famosa frase "Dulce o travesura" . Cuando menos se lo esperen, los propietarios de la casa tendrían que limpiar un desastre provocado por una travesura.

Pero claro... Salir a pedir dulces es cosa de niños. Niños pequeños. Pero... ¿Y los grandes? ¿Qué hacían los grandes en esa época?

Fiestas divertidas, o puede ser que prefieran las travesuras .

-¡Eh, Brick! Mira -Una risilla queda y espectral inundo el suave silencio de la noche. UNA LIGERA ola de viento le revolvió los cabellos desordenados, Tanto al receptor, Como al emisor.- Los mocositos Ya comenzaron a salir ...

Ambos se encuentran ubicados bajo un frondoso árbol, donde el de cabellera azabache apoyaba su espalda en el tronco, al igual que su pie flexionado y mantenía sus brazos cruzados. Brick, simplemente estaba en su costado, manteniendo sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón.

El pelirrojo alzó la mirada hacia donde el joven moreno, con ojos inyectados en locura, no despegaba su vista con sonrisa ansiosa. El mayor se contagió y frunció sus labios pálidos en una sonrisa divertida y prepotente. Ya sabía lo que se vendría. Lo hacían todos los años. Robaban y asustaban a los pobres y pequeños inocentes, que decidían sin intención cruzarse en su camino.

Contaron los segundos, preparándose como dos leones hambrientos en caza de su presa. En este caso, los dulces, que se encontraban dentro de las patéticas bolsitas de los niñitos llorones.

La acción pudo haber dado, si no fuera porque un bufido fastidiado sonó detrás de sus cabezas, distrayendo a los otros dos de su cometido. Brick se volvió hacia atrás, encontrando a su tercer hermano con brazos cruzados, aunque su pose no denotaba molestia, si no, despreocupación, al igual que su rostro inexpresivo.

-¿Cuándo van a parar? -Indagó, clavando su fría mirada en el mayor.

El dueño de la gorra le examinó por un corto lapso de tiempo, y aunque no diera un asentimiento o hiciera sonido alguno, Boomer comprendió con la sola mirada que su hermano mayor estaba de acuerdo con él, y que entendía que el rubio se encontrase aburrido de lo mismo, porque aunque no lo había incluido siquiera, el también lo estaba.

Butch, en cambio, parecía ajeno a la extraña conversación de miradas entre sus dos hermanos. Nunca comprendía el cómo podía hacerlo, quedándose viendo un largo rato, como si se hablaran telepáticamente o algo así. Sabía que no era una guerra de miradas, se notaba enseguida, pero se sintió frustrado por no poder pertenecer a esa extraña costumbre entre ellos dos, porque simple y sencillamente, él no comprendía su idioma de miradas.

Butch se estaba frustrando mas al sentirse excluido. No necesita las miradas de sus hermanos. Necesitaba palabras, YA.

-¡Dejen de verse así, maldición! -No se contuvo a decirlo con enojo. Boomer, que no había mostrado emoción desde que llegó, se le dejó ver una pequeña curva en sus labios, algo divertida. Era gracioso ver a Butch molesto cuando se sintió aparte.

-Tienes razón -Aceptó Brick, acomodándose la gorra cuando otra ola de viento otoñal hizo su presencia, desacomodándole un poco a su fiel compañera que yacía sobre su cabeza.

blossick  one shot y lemon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora