Tear | Tokyo Revengers

2. Tokyo Manji.

—Puta madre, estoy cansada —Dijo Sarah a mi lado.

—Eso no fue lo que te enseñé —Le dije.

—Me enseñaste a pelear, no a subir calles tan altas.

—Culpa a Tokyo.

Eran aproximadamente las 9:00pm, y según mi información, a esa hora se reunía la repentinamente famosa, Tokyo Manji.

Habiamos pasado todo el dia descansando en el hotel, de todas maneras ninguna pandilla se reunia durante el dia, eran amantes de la noche.

Las calles estaban algo solitarias, a mediados de Julio, pensé que estaría algo más poblado. Aunque la soledad de las calles es tranquila, no sonidos, no molestias, todo paz, al menos hasta que Sarah habla.

—¿Crees que ellos sedán? —Preguntó Sarah cuando llegamos a un tipo de santuario.

—No lo sé, Sarah. Esta será la última vez que lo intente.

—Pero solo hemos intentado con una pandilla, y ahora con esta.

Por que tu no estuviste conmigo todas las veces que intente sacar adelante a Yakuza.

—Si, da igual —Le dije.

Evidentemente, se podían ver un grupo de hombres parados firmes, frente a dos hombres. Uno era alto, con un tatuaje en la cabeza, y el otro parecía un niño, evidentemente es Sano.

—¿Quién es Manjiro Sano? —Alzó la voz a mi lado Sarah.

—¿Eh? ¿Quién demonios eres tu? —Grito algo exagerado un castaño.

¿En Tokyo no respetan a las mujeres o que putas?

—Soy Maki.

Esta vez todos se quedaron en silencio.

Al menos nadie se burló de mi nombre.

—Yo soy Manjiro Sano —Dijo el chico que parecía un niño, aunque ahora que lo veía acercarse, era solo un poco mas alto que yo.

—Quiero hablar contigo, en privado —Dije cuando vi como el chico del tatuaje se acercaba.

—Ni lo p-

—Tranquilo, Kenchin —Dijo el rubio más bajo con una pequeña sonrisa —Parece una persona agradable.

¿Eh?

Él camino hacia un lugar aparte, me tomo unos pequeños segundos reaccionar, lo que había dicho me había dejado algo anonadada, no escuchaba eso desde hace un tiempo.

—Te esperaré aquí —Dijo Sarah.

Yo le asentí, y caminé hacia donde estaba Manjiro.

—Me presentaría pero creo que me conoces, y tu eres Maki...?

—Solo Makima, en realidad.

—Bien, Maki, ¿Qué buscas? —Ladeo un poco su cabeza mientras analizaba mi rostro.

—Quiero unirme a tu pandilla.

—¿Huh?

—Soy líder de una pandilla en Los Angeles, Estados Unidos. Cuento con más de quinientos hombres y algunas mujeres, que pelean a mi disposición. Busco reconocimiento, poder, y mandar en la ciudad de Los Angeles, pero necesito ayuda de otra pandilla para eso —Dije con voz calmada.

—Ya veo, ¿Cual es el nombre de tu pandilla?

—Yakuza.

Su rostro se vio algo confundido, me podía imaginar el por qué.