3. Eres genial

648 80 0
                                    


—Cuando quieran —Dijo Mitsuya.

El chico sonriente se acercó a mi rápidamente, y fingió que golpearia mi rostro, al tratar de esquiva el falso golpe, recibí uno en el abdomen.

Rápidamente sostuve su mano en mi abdomen, y la doble, haciendo que se arrodillara.

Este ya no tenía una sonrisa en su rostro, era una mueca de dolor, aunque sus ojos aun estaban cerrados.

—Detente —Dijo el que antes sonreía.

—Sigue peleando —Le dije.

Solté su mano y Sonrisas se levantó rápidamente, recibí un golpe en la barbilla por lo rápido que era. Una pequeña carcajada salió de mi garganta, este chico tenía mucho potencial.

Pase mi pies por detrás del suyo haciéndole caer, me agache rápidamente y afirme mi rodilla en su abdomen, llevé mi mano a su garganta apretandola, el intentaba quitar mi mano de su garganta, pero era imposible, tenía todo mi peso en ella. En pocos segundos empezó a toser, quite mi mano rápidamente y me levante, le ofrecí mi mano y este la acepto, mientras tosía.

Todo ese tiempo tuve la pesada mirada de un pelirrosa sobre mi.

Fui a buscar mi chaqueta con una expresión seria.

—Joder, que frío —Murmure —¿Ya confían en el género opuesto?

—Nunca deje de hacerlo —Dijo un rubio arrecostandose al suelo.

—¿Todas las personas de su pandilla son así? —Preguntó el rubio de la expresión exagerada, con un tanto de miedo.

Sarah se apresuró a responder por mi.

—No todos somos tan genial como Maki, pero si tenemos muchas técnicas, ¡El padre de Maki nos enseñó maneras de pelea que solo el sabe!

—¡Sarah! No digas eso —Le reproche.

—Entonces, comencemos la reunión de ToMan —Hablo Draken.

¿Debería irme?

Pues, no soy parte de toMan, pero somos aliados.

—Creo que me iré —Dije levantándome.

—¿Por qué? La pelea se acerca, y tu estarás a nuestro lado ¿O no? —Me pregunto Mikey.

—Prometí mi lealtad hacia a ti, y eso significa dársela a cualquier integrante —Le dije seria.

El me miró por un segundo y luego miró al frente.

—Pelearemos contra Moebius pronto, aun no se decide una fecha exacta. Pero no dejaremos que nuestra reputación se dañe. Haremos justicia por Pah —Dijo Mikey.

—¡Si, señor! —Dijeron todos al unísono.

—En unos días elegiremos al capitán de la tercera división, ¿Entendido?

—¡Si, señor!

—Y desde ahora, Maki y Yakuza, son aliados de la Tokyo Manji.

—¡Si, señor!

Pasaron algunos minutos hablando cosas menos importantes hasta que termino la reunión.

—Pueden irse —Dijo Draken.

Me levanté dispuesta a irme, había cumplido mi meta, empecé a caminar cuando escuché la voz del chico con el cual pelee hace rato.

—¡Oye!

—¿Hmh? —Me voltee hacia el.

—Buena pelea, quiero volver a pelear contigo algún día —Dijo sonriendo.

Le sonreí de lado —Claro, no veo por qué no.

—Maki, llama a tu gente ¿Si? —Me dijo Mikey, estaba en su moto listo para irse, yo le asentí —¿Traes moto?

Negué.

—Nos iremos caminando, no te preocupes —Le dije.

—Ni hablar. ¡Kenchin! —Draken camino hasta donde estábamos —Lleva a la amiga de Maki hacia donde estén quedándose, por favor, yo llevare a Maki.

—Mi nombre es Sarah —Dijo ella con algo de molestia.

—Jeje, si, Sarah —Dijo en una mueca algo asustado.

Draken no respondió, solo fue hacia su moto y luego se paró al lado de Sarah, esta se subió y se fueron rápidamente.

Me voltee hacia el chico sonriente, cuyo nombre no sabia aun.

—Supongo que adiós...¿...?

—Oh, Nahoya Kawata, pero dime Smiley.

—Un gusto, Maki.

Su apodo si que le quedaba.

Me sonrió y se despidió con la mano, dejándome a solas con Mikey.

—¿Lista? —Me pregunto Mikey.

—No hay momento que no.

Me subí a su moto y arranco, haciendo que me sostenga de su torso rápidamente.

—Maki, eres genial, espero seamos amigos —Me dijo sonriendo.

No sabia que decir, aunque me hizo reír un poco y me quede en silencio. Mikey era realmente intimidante cuando se lo proponía, pero en realidad, tenia la personalidad de un pequeño niño que solo quería ser cuidado, me recordaba a alguien.

Le dije hacia donde debía ir, y tardamos menos de cinco minutos en llegar.

—Gracias, Mikey —Le dije.

El sonrió —Bye, bye.

Se fue de un arranque en su moto y yo me adentre a la habitación del hotel, Sarah ya estaba acostada, dudaba que estuviera dormida pero no quise molestarla.

Cambie mi ropa, y me recosté en mi cama.

Lo logre, en serio me uní por mi cuenta a una pandilla. Automáticamente empecé a recordar todos los momentos  en los cuales pensé que ya no lo haría nunca, y contando con el apoyo de mi familia, dudaba que alguna vez lo hiciera.

Si tuviera a mi padre frente a mi, seguramente le diría "Lo hice sin tu ayuda" y le sacaría el dedo corazón.

Al fin seria alguien, y me sentía emocionada. Pude hacerlo por mi misma.

Aunque no me sentía del todo bien, la sensación de vacío permanecía allí, no desaparecía, pero seguramente estaré entretenida con todo el tema de la pelea, debería avisarle a mi gente.

Tear | Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora