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𝙇𝙖𝙡𝙞𝙨𝙖

—¿Quieres helado, bonita?—asentí.

Estos días que me he quedado con Ji-hoon han sido increíbles. Aunque mi corazón se siente pesado, una parte de mi está triste. No sé que me pasa. Él realmente ha sido un gran apoyo para mí. 

—¿Podrías acompañarme al Mall?—pregunté.

—¿Cuándo dejaras de esconderte, Lily?—dijo con el ceño fruncido—Debes dejar esta mierda. No te puede obligar a estar con él.

—No lo conoces—suspiré—, él realmente no me dejará.

—Puedes decirle que estas conmigo, cariño—tomo mis manos—Siempre te apoyare, Lily, pero debes dejar ese maldito miedo por él.

Sentí las lágrimas adornar mis mejillas, esto era una mierda, no podía dejarlo y aunque pudiera una parte de mí no me deja. Jungkook esta afectando mi vida y eso no puedo permitirlo.

—¿Vamos?—asentí con una sonrisa triste. Todo esto me afecta de uno manera que no debería, yo no lo quiero....no claro que no. Él arruinó mi vida, mi corazón no debería de later desenfrenado cuando me acuerdo de él.

***

Ji-hoon me mostraba algunos pantalones mientras yo miraba unas blusas. Salir me hacía despejarme, olvidar al menos unos minutos lo atrapada que estoy.

—¿Quieres ir a casa?—me pregunto él, sonriendo asentí—, vamos—tomo mi mano sorprendiendome.

No dije nada, quizás podría inicial una nueva vida. Jungkook no ha aparecido, quizás encontró otra mujer que le aguantara todo lo que él hiciera.

—Señorita—mire al señor que abría la puerta para que entrará. Antes de subirme al auto mire  mi alrededor, sentía que algo malo pasaría, y por algún segundo pensé en no ir a casa de Ji-hoo.

—Debo estar loca—susurre frunciendo el ceño.

—¿Sucede algo, cariño?—lo mire y negué. No quiero darle más problemas, demasiado tiene conmigo.

Mire hacía la ventana del auto y mientas movía mi anillo con inquietud comencé a pensar en lo terrible que se pondría Jungkook al saber que estoy con otro "hombre".

—¿No vienes?—Ji-hoon tomó mi mano y lo mire sorprendida. Es segunda vez que lo hace y comienza a molestarme su toque.

Sonriendo baje del auto y nos dirijamos a la mansión de mi mejor amigo. Entramos y vimos que no había nada, qué raro.

—¿No hay nadie?—fruncindo el ceño lo miré. Vi que negó y se acercó a mí, como si quisiera besarme, me alejé pero la pared me lo impedía. Sentí un ruido desde la puerta y vi como él se acerca hacía la ventana, se puso pálido y se acercó muy rápido a mí.

—He estado esperando este momento por años, Lily—sus ojos se dilataron de deseo, pasión y algo de miedo—al fin te tengo aquí, conmigo.

—No entiendo de qué hablas, Ji-hoon—mis manos en su pecho trataban de mantener la distancia, pero claramente este no quería alejarse, y empecé a preocuparme.

—No tienes que entender nada, cariño—su sonrisa tierna y a la vez perversa me dio escalofríos— buscándote años y años, y al fin  encuentro el momento de decir lo que siento. Lisa yo te am—no pudo terminar ya que una voz que conozco muy bien llamó desde la puerta.

Me paralice, ¿es él? No puede ser, ¿ahora qué haré?

Me paralice, ¿es él? No puede ser, ¿ahora qué haré?

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Destino cruel ¦¦ 𝐿𝑖𝑧𝑘𝑜𝑜𝑘. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora