IV

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Una gran mano me tiene agarrada mi cintura, esperen....¡¿Una mano?! Joder, ¿cómo me muevo?. Traté de moverme rápidamente, pero la mano de Jeon me tenía atrapada.

-Sueltame-dije furiosa, ¿qué se cree? Me estaba desesperando.

-Dejá de moverte, lisa.-con voz ronca responde el idiota. Lo odio, creé que tiene el derecho de mandarme, no es nadie para mí.

-Necesito ir al baño, Jungkook-le pegué un codazo y me soltó. Gruñendo se levantó y me miro con furia en sus ojos.

-¿Qué mierda te pasá?-me levanta de un solo jalón-¿Creés que tienes derecho de protestar?-me solté de su agarré con rabia.

-Necesito ir al baño, por favor. -trate de ser amable, no quiero estar aquí.

Me miró y asintió, me fui rápidamente al baño, me mire al espejo, ya no era la misma de antes, tenía los ojos un poco rojos de tanto llorar ayer por la noche.

-Todo esto es culpa de ese maldito-susurre. ¡Era cierto!, todo lo que me estaba pasando, alejarme de Roseanne era culpa de él, alejarme de Bam era culpa de él.

Sentí un par de lágrimas caer sobre mi mejilla, esas qué, limpié rápidamente, no quería verme débil frente a él, se aprovecharía.
Me aliste justo para salir, cuando Jungkook golpe la puerta un poco fuerte.

-Lisa, tienes que salir,-dijo neutro. ¿Es qué no le da nervios?-están aquí afuera esperando a que salgas. Apresurate, no son de esperar.

Suspiré y salí, con una sonrisa forzada en mis labios carmesí. Mire a Jeon apoyado en la pared, esperando a que me acercará hacía él.

-¿Podrías bajarte ese pijama? Te queda muy corto, hay chicos aquí,-Abrí los ojos, sorprendida, ¿qué trataba de insinuar?-no quiero que se les venga ideas a la cabeza de "que esposa tan descarada". Pensaran que estás siendo provocativa.-dice neutro, pero se ve en sus ojos, claramente, celos, frustración y furia.

-Yo no soy ninguna cualquiera, que te quedé claro.-enojada le respondí, este idiota creé que soy como las chicas que andaba, mejor dicho "putxs"-¿Podrías emprestarme un saco?, para no estar de "provocativa"-dije sarcástica.

Me observó serio de arriba a bajo, y luego se acercó a un closet que había en esta gran habitación. Se me acercó y me lo paso en las manos, me lo puse rápidamente, ya qué, los golpes de la puerta me daban náuseas de los nervios que tenía.

-Abriré, ponte a mi lado para que sea más creíble. -con miedo en mis ojos, lo mire dudosa-No te haré nada, sí eso piensas.

Me acerqué rápidamente al recibir su mirada fría, qué me dejó con escalos fríos. Abrió la puerta y sí, ahí estaban las señoras "hormonales", las tías de Jeon. Se acercaron corriendo a la cama, murmurando un "Buenos días", destaparon la cama y sacaron la sábana, que en esta, estaba mi tesoro más puro, "mí virginidad", supuestamente.

Destino cruel ¦¦ 𝐿𝑖𝑧𝑘𝑜𝑜𝑘. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora