*la historia de una ____ llamada Rayita*
Bien, lo mejor será ir por el comienzo...
Una chica normal con una vida normal, ok no, eso sonó al inicio de LadyBug, pero la diferencia es que yo no tengo ningún secreto de superhéroes ni nada por el estilo...
―¿Porqué tengo que ir yo? Tu también tienes pies, se supone que eres la adulta aquí. La compra es cosa tuya ― me quejé desde el comedor mientras me preparaba un sándwich ― además esta lloviendo, me derrito soy azúcar ―Deja de decir tonterías y tienes que ir tú porque yo no puedo, estoy indispuesto ―¡No es justo! ― metiéndole un bocado a mi deliciosa merienda ― ¿¡Que carajos!? ― Koi había entrado a la cocina y estaba con su forma chibi-zorro ― Mierda no me des esos sustos, había olvidado tu verdadera forma ¿Que haces así? ―A esto me refiero, es luna llena y pierdo mi transformación por 24 horas. Pobre de ti que digas perro ― me miró mal entregándome el monedero ―¿Como una bruja o los hombres lobos? Bueno en tu caso es al revés, interesante ―Si te lo conté ¿Cuántas cosas más no me hiciste caso? ―me quedé callada un buen rato mirando hacía todos lados ¿Cuántas cosas más me dijo el primer día? Ups ―Sabes que tengo mala memoria ― ole torero ― Al menos deja que pasé un poco la lluvia, hasta las nueve y media esta abierto el súper, aún tengo tiempo ―Bien, pero no olvides ir. No te atrevas ― me amenazó antes de irme, sabía que lo iba a coger como a bebé ¡Es que es tan adorable!
Terminé el sándwich y un pequeño tetabrick de zumo para ponerme hacer deberes, entre semana eran cosas sencillas y fáciles ya cara al fin de semana eran más jodidos. Todo sea para jodernos el fin de semana, gracias sistema educativo por pensar tanto en nosotros. Nótese mi ironía. Desde el mediodía que comenzó a llover no ha parado y no parecía que fuese a parar así que me tocaba salir si o sí con lluvia.
―Saldré ahora, procura que nadie te vea, sería muy raro para las personas ver un Chibi-perro parlante ― poniéndome los zapatos y cogiendo el paraguas ―¡Que soy un zorro! ―cerrando la puerta de su habitación de golpe ―¡Si te sigues enojando así te saldrán arrugas! ― le grité saliendo de casa
El supermercado quedaba a cinco cuadras del edificio, las calles estaban algo desiertas por la lluvia y eso lo hacía ver aún más oscuro. 20:45pm, tengo tiempo de sobra para ir y comprar.
―Veamos, huevos, macarrones, arroz, leche, ¿No puso mis zumos? Meh, los compraré igual y algo dulce ¿Chocolate caliente? También. Pimiento, apio, tomates y cebolla. Uuh carne de oferta ¡Mío!
Salí del super con tres bolsas llenas haciendo malabares con ellas y el paraguas, se me complica, ojalá tuviese tres manos. Los días así son mejores en casa viendo un buen anime o dorama tumbada en el sofá con una mantita mientras tomas chocolate caliente; ese es mi plan para ahora.
―Oye, si tú. Aquí ― una voz algo ronca me llamaba, era un callejón y estaba oscuros no podía distinguir a nadie. Me da mala espina, mejor no le hago caso ― mierda, ven, necesito tu ayuda ―Lo siento no hago caso a extraños y más si están en callejones oscuros ¡Eres un pervertido! ―No me jodas Rayita ―me jalo del brazo hacía él, estaba a punto de darle un buen golpe cuando me di cuenta en sus ojos de quién se trataba ―Carajo Baji-san ¿Porqué me asustas así? ¿Que haces aquí? Estás todo mojado te vas a resfriar ―Lo siento pero esque no podía dejarlos aquí ― mostrándome una cajita que guardaba en su chaqueta ― no puedo llevarlos a casa, mi madre no me dejaría ― esos son...gatitos
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―Que lindos. Pero... ¿Hace cuánto estás aquí? ― poniendo el paraguas para los dos y los felinos ― Vamos a casa. Podemos llevarlos a mía no creo que Koi diga nada ― le tendí la mano y eso hicimos, ninguno de los dos dijo nada de camino pero no fue para nada incómodo
¿Cómo puede ser tan rudo pero a la vez tan tierno? Es como un lindo niño haciéndose el malo.
―Te gustan mucho ¿Verdad? ― mirándolo curiosa ― los gatitos ―Si. Los animales en general. Quiero tener mi propia tienda de mascotas cuando sea mayor ―Me gusta la idea y sé que lo conseguirás, confía en mi ― haré lo que sea necesario para salvarte y que consigas tu sueño ― Vamos entra ―¿Estás segura que no dirá nada tu mama? ― sacándose los zapatos en la entrada ― con permiso ―No, tranquilo. Además ahora no está en casa ― si estaba pero ya le dije que no saliera así que tuve que mentir, no sería bueno que la viesen en ese aspecto ― esperame un momento dejo esto y te traigo toallas y algo de ropa ― ¿Ropa?
¿De donde iba yo a sacar ropa que le quedase a él? Recordé que Koi también puede transformarse en hombre así que fui a su habitación a ver si tenía algo. Le comenté lo que había pasado y de la ropa y gracias a Dios si tenía una camiseta y un pantalón, creo que sí le servirán.
―Ten, encontré esto, espero te sirva. A mano izquierda tienes el baño, mientras haré chocolate caliente para los dos ― no dijo nada, solo obedeció. Cuándo salió ya estaba cambiado, le pedí la ropa para ponerla en la secadora y serví el chocolate ― ¿Puedo? ― acercándome con una toalla ― si no te secas bien te vas a enfermar, déjame a mi ―Gra-gracias― me pareció ver un sonrojo en sus mejillas, imaginaciones mías talvez
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Gracias señor por este maravilloso momento. Jamás pensé que podría tener el privilegio de secar el cabello de Keisuke Baji. Me muero
Saqué otra toalla para los mininos a los cuáles secamos y les di un poco de leche para que tuviesen que comer de mientras. La leche de vaca no es buena para ellos pero es lo único que puedo ofrecerles ahora, por un día no creo les haga daño.
―Podría quedarme con uno pero no todos ― hablé después de un sorbo ― mañana preguntaré en el colegio por si alguien le interesa tener uno ―Muchas gracias, eres muy amable ― a lo que negué con la cabeza ―¡Ya sé, mañana al salir de clase podríamos buscarles hogar, se viene el fin de semana algo se nos ocurrirá!
Meta para el fin de semana: buscarles hogar a los pequeño mininos
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¿Encontraremos hogar para los pequeños gatitos? ¿De verdad Keisuke Baji se sonrojo?
