*la historia de una ____ llamada Rayita*
Bien, lo mejor será ir por el comienzo...
Una chica normal con una vida normal, ok no, eso sonó al inicio de LadyBug, pero la diferencia es que yo no tengo ningún secreto de superhéroes ni nada por el estilo...
―¡Koi, nunca pense que te extrañaría tanto vieja tetona! ― exclamé emocionada ―¡Vieja tu abuela! ―si es. Por cierto ¿Que hay de comer? Tengo hambre ―Deberias estar en el colegio niña ―Tu lo has dicho, debería.... ― preparándome un vaso de leche con cereales ―La verdad no esperábamos que esto ocurriera, es todo tan repentino, hablé con el jefe y se ve que es algo que ocurría en el manga original ― comentó tomándose el café ―¿Quieres decir que en el manga original termina todo bien? ¿Vuelven al pasado? ― Es la noticia más hermosa que me han dado en la vida
Gracias señor Wakui por darles una nueva oportunidad a mis amores
―Mañana vas a clase, recuerda que ahora tienes ocho años ―aja ― ¿Espera khe? ― quieres decir que me toca comenzar por primaria de nuevo, luego el instituto y.... ―¿Claro que esperabas? ― me habló con obviedad
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Ya decía yo que todo era demasiado bonito
―¡No quiero! ―poniendo mi cara más linda y lágrimas de cocodrilo ―No pienso volver a pasar por una pataleta de las tuyas para ir a clase, tienes que ir y sabes que conmigo esas lágrimas no funcionan
[...]
―¡Ah, esto de no tener dinero es un asco! ―me quejé ― Ya sé, voy a retar a Keisuke a las máquinas y que me pagué un dorayaki ― todo fríamente calculado. Me dirigí a casa de Baji para ir a los recreativos donde solía ir a jugar y gastar las monedas que ganaba con los recados que hacía, sobretodo a Koi porque según ella de mi no de fía porque disque estoy pendeja. Osea si soy, pero tampoco para tanto. Igual luego me salía con la mía porque terminaba apostando con Keisuke a algo y yo ganaba comida de una manera u otra ―Estúpido Keisuke, se largo sin mí ―me quejé volviendo a casa. Koi tampoco estaba así que no tenía a quien molestar
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Aburrida al máximo
Me puse a leer un par de mangas mientras comía palomitas cuando tocaron la puerta. ―¡Voooy! ― grité abriendo ―Rayita, necesito que hagas unos agujeros en la oreja de mi amigo ― habló Keisuke sonriendo ―primero que nada, buenas tardes. Ni siquiera voy a preguntar porque estas golpeado. ―Jeje tuve una pequeña pelea. Por cierto toma, son los caramelos que te gustan. No es como si los hubiese comprado aposta, me los encontré de casualidad ― ¿Casualidad? Mi cola. Estos caramelos solo los venden en el kiosko del norte. Tomé la cajita y me comí uno. Espera, ese es... ― Oh si, este es mi nuevo amigo Kazutora ― ¡Aaaaahh! Es Kazu chiquito con todos sus traumas a flor de piel. Solo con verlo a los ojitos uno se da cuenta todo lo que sufre ―Ya no estas solo, somos amigos ahora ― le dije abrazándolo sin pensármelo dos veces. No me importa si piensa que estoy loca, sentí que debía hacerlo. Ahora que lo recuerdo entonces, hoy es ese día que ellos dos se conocen y después de darse una madriza ― Ven pasa ¿Quieres algo de comer? ― lo tomé de la mano para hacerlo pasar a lo que Baji se quejó quitandome su agarre ―¡Oye a mi nunca me tratas tan bien y te compró dulces! ―Te recuerdo que tu me rechazaste el primer día que nos conocimos ― me encanta recordarle ese día porque siempre que lo hago se pone nervioso y sus orejas se enrojecen ―¡Cállate tonta! ―Igual te quiero ― le sonreí burlona a lo que él miró hacía otro lado. Acosté a Kazutora en el sofa mientras desinfectaba una aguja de la caja de galletas de coser, si la típica caja de galletas que no son galletas. Le di un hielo para que vaya durmiendo su oreja y así no duela tanto, mientras ellos me iban contando como se acababan de conocer, bueno solo Baji hablaba, Kazutora se limitaba a mirarme sin decir una palabra. ―Y luego el idiota se mojo en los pantalones jajajaja ― se reía a carcajadas Keisuke y pude divisar como una pequeña sonrisa se dibujaba en los labios de Kazutora ― y él tomo el cascabel como regalo de cumpleaños ¿A que es genial? ―¿Es tu cumpleaños? ― pregunté y él asintió tomando el pañuelo que le di para secar su mano por el hielo derretido―¡Feliz cumpleaños Kazutora! ― exclamé emocionada ― ¡Ya sé! Te haré el agujero y vemos película mientras comemos palomitas y caramelos ¿Que te parece? ― acuclillandome para proceder a agujerear su oreja ―¡Genial! ― exclamó Keisuke yendo por el bol de palomitas mientras Kazutora apretaba sus ojos por el pequeño pinchazo que sintió.
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La película la terminé eligiendo yo, porque obvio, es mi casa y mando yo.
Sé que la terminamos de ver y que en algún momento después de llegar Koi, Kazutora se despidió y se fue a su casa por más que le insistí que se quedara. Lo que no recuerdo es en que momento nos acostamos Baji y yo en mi cama para dormir juntos.
Y así es como Keisuke Baji comienza su rutina de adueñarse de mi cama para dormir y usarme de peluche.
Espero que tu undécimo cumpleaños haya sido mejor que el anterior, Kazutora Hanemiya.
Ya no estarás solo nunca más, lo prometo
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iré haciendo saltos en el tiempo cortos, pero que vayan creciendo jajaja iré acordé como termino el manga pero basandome en como transcurrió a la vez su infancia. Al igual que añadiré al nuevo personaje del spin-off de Baji y Chifuyu (Ryusei) porque esta bien guapo y quiero añadirlo al harem ahre uwu jajajajaj
Los i love❤️ Se me cuidan 😘😘 Dejen su estrellita de amor ✨😜
