Allá donde yo existo ┇ Thresh & Yone ┇

Mi final « 1/2 »

ﾠAquel Azakana en el rostro de Yone consumía lentamente su alma, no solamente en el sentido literal de la palabra. Es como aquella vocecita molesta que te susurra mentiras al oído para hacerte sentir miserable.

Decía tantas mentiras que Yone estuvo a punto de creer que Thresh ya lo había olvidado luego de un año desde su desaparición. Y no era precisamente una sensación agradable. Odiaba dudar de él, pero no podía evitar pensar en «¿Será cierto?»

Era muy probable que Thresh ya haya conseguido otra alma con la que estar. Thresh es un hombre guapo, su voz es hipnótica, su sonrisa era cautivadora, sus miradas eran... Yone jadeó, llevándose una mano al pecho. Lo extrañaba. Pensar en Thresh con otro dolía como el infierno, y la risa del azakana en su cabeza lo hacía todo peor. No fue fácil luchar con aquella duda en su mente.

No fue hasta que se encontró con su hermano, que pudo distraerse un poco. Yasuo lucía terrible, perdido, ni siquiera el viento le hacía compañía, y eso le dolió a Yone. Yasuo tenía potencial, además de ser su hermano menor; en vida hizo todo mal, va a remediarlo todo ahora que tiene una segunda oportunidad.

Y fue así, que pasó toda una noche con Yasuo, acabando con un azakana en el proceso. Ver a Yasuo tan determinado le robó una sonrisa orgullosa. Dioses, ¿Cómo fue tan tonto en vida? Había perdido tiempo valioso con su hermanito, con la única familia que le quedaba. Ahora es cuando se arrepiente desde lo más profundo de su corazón.

Pero ya fue demasiado sufrimiento.

Paseando en la soledad de la noche a través de un bosque, un ruido lo alertó, sintiéndose observado al instante. Su mano ya lista para desenvainar, y sus oídos atentos a cualquier ruido sospechoso, Yone mantuvo una posición defensiva; Un pequeño zorro fue todo lo que descubrió, y suspiró de alivio.

Aunque...

Él estaba seguro de que ya había visto ese zorro antes.

ﾠﾠ── ¿Ahri? ── Susurra el espadachín, viendo al animal ladear su cabeza.

El pequeño zorro dió media vuelta, comenzando a caminar en otra dirección. La confusión se notó en el rostro del espadachín, quién no tuvo de otra más que perseguir al animal. Se sentía un poco ridículo, pero a su vez melancólico; así mismo fue cuando llegó al reino espiritual: él, persiguiendo a una vulpina por lugares hermosos, conociendo seres increíbles de paso.

Conociendo a Thresh a la lejanía.

Cielos, realmente lo extrañaba.

La caminata no duró demasiado. Unos metros más adelante el animal desapareció totalmente, y Yone no pudo sentirse más desconcertado. ¿Entonces no era Ahri?

Su decepción no duró mucho, pues alguien había caído de entre los árboles, más directamente sobre él. Afortunadamente, Yone tenía reflejos, y bastó con un paso a un lado para quedar libre de su ataque. La chica cayó ligera sobre el suelo, pisando apenas con la punta de los pies.

Justo ahí, delante de él, estaba la misma Ahri de pie, sonriéndole.

ﾠﾠ── ¡Yone! ¡A fin te encuentro! ── Expresó la chica con emoción, casi saltando sobre Yone.

Pues Yone había tomado distancias.

ﾠﾠ── ¿Ahri? ¿Como es que estás aquí?

ﾠﾠ── Larga historia. ¡Me alegra verte de nuevo! Tu presencia se extraña en el reino espiritual, las cosas están más aburridas ahora ya que... Bueno, ya sabes... Nuestro querido demonio está sumido en una terrible depresión y bla bla.

Yone parpadeó, tratando de digerir sus palabras. ¿Hablaba de Thresh?
Por una parte, sintió alivio de saber que no estaba con alguien más, pero la preocupación pronto lo opacó todo. Thresh la estaba pasando tan mal como él.

La mano de Yone apretó el mango de su espada, y dirigió su atención al suelo.

ﾠﾠ── Quiero... No, necesito regresar al reino espiritual, pero no logro comprender que es lo que debo hacer para descansar en paz. He luchado, perdoné a mi hermano, lo protegí, ayudé a los aldeanos... ¿Que debo hacer, Ahri? ¿Que hago para poder regresar. ── Cuestionó el espadachín, alzando la mirada otra vez.

Ahri lo contempló en silencio, y exhaló un suspiro lento.

ﾠﾠ── No estoy segura tampoco, no sé cómo funciona tu... Problema, pero aparentemente Thresh si lo hizo. Thresh es el Akana más poderoso, debe estar más que familiarizado con... Eso. ── Dijo ella, señalando la máscara de Yone. ── Podrías hablarlo con él... Si... ¡Podrías hablarlo con él! Así quizás el bastardo se motivaría y saldría de su templo. ──

ﾠﾠ── ¿Y como puedo hablar con él si yo estoy de este lado?

ﾠﾠ── Festival.

Y por primera vez en mucho tiempo, Yone sintió una emoción agradable florecer en su pecho. Claro, ¡Él había olvidado el festival! Y afortunadamente dentro de poco se iba a organizar el próximo.

Entre tantas desesperación, al fin hubo un rayo de esperanzas.

ﾠﾠ── El festival... Oh, pero recuerdo que a Thresh no le gustaba ir a los festivales...── Murmuró el espadachín, mirando a la vastaya.

La chica sonrió, llevándose el dorso de su mano sobre su boca.

ﾠﾠ── ¡Déjamelo a mí! Tu solo prepárate para asistir a ese festival. De todos modos, estoy segura de que vas a sorprender a tu novio con ese aspecto. ¡Luces muy rudo!

Las palabras lograron hacer reír a Yone, quién negó un par de veces con la cabeza antes de suspirar, cerrando los ojos.

ﾠﾠ── Entonces cuento contigo, Ahri.

ﾠﾠ── ¡Y haces bien! Regresaré ahora, no puedo rondar fuera por mucho tiempo. ¡Buena suerte, chico bonito! ── Exclamó la chica antes de perderse entre los árboles, aparentemente adoptando su forma de vulpina.

Yone la vió irse, y suspiró antes de mirar hacia el cielo.

El próximo festival... No faltaba mucho, pero se sentiría como una eternidad, él estaba seguro. No podría esperar, iba a ver a Thresh de todos modos, ¡Algo que estuvo anhelando durante sepa dios cuánto tiempo!

Con todos esos pensamientos en su mente, no tuvo de otra más que continuar su viaje en búsqueda de algún azakana, o quizás solo un sitio cómodo para dormir.

Y rezar para que los días pasen más rápido.

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