Sakusa kyoomi nunca había deseado tener a alguien tan cerca, tomar su mano y sostenerlo en sus brazos ¿Que tenia de especial todo eso?
Pero todo eso cambio cuando conoció a cierto joven de cabello anaranjado y bella sonrisa.
Posibles spoilers del ma...
O al menos eso era lo que Wakatoshi le había dicho cuando era más joven.
Todos aquellos que obtenían el título de "estrellas" o ases eran aquellos que habían tenido algo de suerte; resistencia, fuerza, altura, articulaciones ridículamente elásticas, incluso cosas pequeñas como ser zurdo los colocaba en esa posición tan deseada por algunos.
Le agradecía por aquellas palabras por las que comenzó a apreciar el ángulo tan inusual al cual podía doblar sus muñecas que antes odiaba por pensar que lo hacía raro.
Pero realmente no creía que todo eso fuera del todo cierto, no podía atribuirle todo lo que había logrado a esa aleatoria fuerza misteriosa. Todos los que estaban parados en esas canchas, incluido el mismo, se habían esforzado mucho para llegar hasta ahí, las horas de entrenamiento, sudor, lágrimas, eso no era cosa de la suerte.
Así que no, Sakusa no se consideraba uno de los dichos afortunados.
En realidad se consideraba alguien completamente normal, (sin contar por supuesto lo de su fobia) y estaba bien con eso.
O al menos solía estarlo, por que la verdad justo ahora deseaba que eso fuera diferente.
Deseaba poder ser especial.
Ser especial ante aquellos ojos que le quitaban el aliento.
Vio la pelota pasando sobre la red con una fuerza desmedida cortesía de Meian, bastaron unos simples movimientos para que el balón fuera desde sus antebrazos hasta donde estaba Atsumu.
Punto para ellos.
Era bueno en el voleibol, eso era más que obvio, pero todos en su equipo eran increíbles cuando se trataba de este deporte.
Necesitaba algo más que eso si quería ser quería significar algo más para el pelinaranja.
Otra pelota perfectamente recibida, ahora de parte de Bokuto, ese chico tan carismático y animado que ponía de buen humor a todos; a Atsumu no le quedó de otra que tocar el balón antes de tiempo, pero no importaba, el rubio sabía lo que hacía y si no lo sabía lo hacía con tanta confianza que todo parecía fácil.
Y por último, en un salto que hacía parecer que volaba, Hinata llegó para estrellar la pelota contra el suelo otorgándoles otra pequeña victoria.
¿Como podría empezar a enlistar todo lo que volvía único a Hinata?
¿Y él?
¿Por que no podía pensar en algo? Si tampoco es que tuviera tan mala imagen de si mismo.
A veces se preguntaba si tenia eso que lo volvería la persona especial de alguien.
Esa persona especial para Hinata Shoyo.
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¿De quien había sido la brillante idea de ir a pistear un miércoles por la tarde? Con ese equipo, pudo haber sido de cualquiera.
De todos modos, había terminado diciendo que si por más que supiera que se iba a arrepentir.
Y ya lo estaba haciendo.
Desgraciadamente, las primeras rondas de bebidas llegaron más rápido que la comida y gracias a que ninguno solía tomar, ahora había unos cuantos chacales cerca de un coma etílico mientras los tres que permanecían sobrios trataban de no perderlos.
Kyoomi fue hacia la barra para pedir un poco de agua que pudiera revivir a sus amigo o al menos evitar que terminaran con un horrible dolor de cabeza.
-Hey - la repentina aparición de Shoyo detrás de él lo sorprendió
-Hola...
El chico se quedó a su lado en silencio mientras esperaban por unos vasos de agua que Kyoomi sentía tardaban una eternidad.
Era la primera vez en días que estaban solos
¿Lo estaba evitando? No, claro que no...
Tal vez, solo un poco.
No podía evitarlo, su presencia le hacía recordar su penoso intento de confesión en la estación de Miyagi, ni siquiera supo qué diablos le terminó diciendo a Shoyo en medio de todo su embrollo mental.
-¿Crees que estén bien? -preguntó el pelinaranja apuntando con la cabeza hacia sus compañeros
-Eso espero, Meian los mata si no llegan al entrenamiento mañana
-Eso si él logra llegar - dijo preocupado por su capitán el cual parecía estar en otro plano - Creo que mejor voy a conseguirles unos sueros
-¿Seguro? - el clima parecía ser malo desde que llegaron y podia llover en cualquier momento
-No hay problema, hay una farmacia cerca, además creo que en serio lo necesitan
El pelinaranja salió del local con unos cuantos ojos siguiéndolo o mejor dicho, comiéndoselo con la mirada.
-Oye ¿No es nija Shoyo? - preguntó una chica en la barra siendo nada discreta
-¡creo que si! - respondió su amiga- dios... es más guapo en persona
-ve a hablarle, es tu oportunidad - le dijo entre risas
-créeme que si pudiera haría más que hablarle
-Si fuera por ti te daria como cajón que no cierra
Sakusa se levantó dispuesto a irse a su mesa, le incomodaba esa forma en la que hablaban de Shoyo
-¿Tendrá novia? Dime que no por favor
-Bueno... había escuchado unos cuantos rumores, algo sobre él y otro jugador... el que juega en los adlers
-¿En serio? ¿Cuál?
-No recuerdo bien, uno de cabello negro
Al llegar a su mesa colocó el dinero que correspondía a lo poco que había comido, reviso que sus amigos siguieran vivos y se despidió.
La tarde ya había sido demasiado larga.
Al salir el cielo gris anunciando que no faltaba mucho para inundar las calles, mejor llegaba a casa antes de que eso pasara.
Esperaba que Hinata también volviera pronto, se sentía un poco mal por no despedirse, aunque tal vez no importaba.
Sakusa quería ser la persona especial de alguien.
Pero esa persona ya tenía a ese alguien solo para él.
Hola 💕 ¿Cómo están?
De nuevo perdón por tardar tanto :( estoy tratando de escribir en mis tiempos libres pero nada más no alcanzo 😞
