Flufftober Todobakutodo 2021

Día 8- Amar | Todobakutodo

Pov Omnisciente

El hecho de que el matrimonio homosexual en Japón fuese ilegal les ponía mal.

Ambos habían querido contraer matrimonio con el otro, como cualquier otra pareja.

Algunas veces no llegaban a entender porque ellos eran diferentes a las demás parejas.

Hacían exactamente lo mismo.

Amarse.

Ni más ni menos.

Se amaban igual que el resto de parejas. Se tomaban de la mano igual que las otras parejas.

Se besaban igual y tenían citas iguales.

No entendían aquella ley.

Al final, después de semanas platicando y discutiendo aquello, habían decidido no casarse.

Si, una decisión un tanto fuerte. Sorprendente.

Pero ellos simplemente no querían problemas. Además de que no necesitaban un papel que dijese que estaban casado.

Un papel que solo sirviese a demostración de los ojos del resto de que compartirían el resto de su vida con el otro.

Si ellos lo sabían era más que suficiente.

Mientras el otro lo supiese y estuviese de acuerdo se daban por bien servidos.

Y no los malentendéis. Ellos en verdad querían una boda.

Poder caminar uno con un traje de un hermoso y perfecto tono de blanco, hacia el altar, donde le estaría esperando el otro.

Con un traje negro, pulcro y a la talla.

Sin embargo, como ya lo dije, las circunstancias de su país se los prohibían.

Y quizás se podrían ir y casar en algún otro país donde un matrimonio de su tipo fuese legal, sin embargo, no les gustaría eso.

Después de platicarlo sabían que ambos estaban bien con la decisión que habían tomado.

Al igual que con aquella decisión en la que habían votado por hacer una pequeña, no tan pequeña, fiesta.

Esa fiesta en la que ambos, vestidos a traje, uno a blanco y otro a negro, danzaban en aquel baile lento que tanto les había tomado practicar, pues, al inicio, ambos siempre recibían pisotones por parte del otro.

Aun así, aquello era un lindo recuerdo.

Doloroso, sí, pero lindo.

- Te amo- había dicho uno, con sus brazos alrededor del cuello del otro, quien mantenía las manos en su cintura.

Mientras danzaban sentía el calor del otro.

Sentía el latir del corazón del otro y eso, como aquellas noches en las que simplemente descansaban acurrucados juntos, o esos momentos en los que estaban juntos, no tenía precio.

Aquel día especial, no tenía precio.

Su amor no tenía precio.

- Yo igual te amo- había respondido el otro chico. Bailando y sonriendo.

Su corazón estaba lleno de amor y alegría.

Aquel día ambos supieron que su amor eran algo más allá de lo que un papel pudiese dictar. Supieron que su amor jamás seria impedido por algo o alguien. Ni siquiera por la muerte, pues se amarían aun si la muerte los separase.

Y, quizás, eso ya lo sabían desde antes.