Día 12- Anillos | Todobaku

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Pov Omnisciente

- Katsuki- dijo el chico bicolor mientras tocaba la puerta de la habitación de la persona llamada-, ¿puedo pasar? - agrego.

- Si- se había escuchado desde dentro.

En ese momento el chico bicolor entro a la habitación del menor quien, en aquel momento, se encontraba en su cama recostado mientras leía un libro.

- ¿Qué quieres? - le cuestiono el rubio, sin despegar la mirada de su libro y después de que el otro chico cerrase la puerta detrás de sí.

- Quería regalarte algo- respondió el mayor, nervioso.

Con pasos lentos y temblorosos se acercaba a aquel chico que, desde hace unos meses, era su pareja.

Aquel chico que, al escuchar la respuesta del mayor, no pudo más que ponerle su atención y sentarse en su cama, dejando a un lado el libro que leía.

- ¿Que? - cuestiono el rubio, viendo como el mayor ya se sentaba a un lado suyo.

- En la tarde estaba paseando por el centro y, mientras lo hacía, vi algo que me gusto, así que lo compre- comento.

Estaba nervioso.

Como esa vez en la que se había declarado.

- ¿Así sí? ¿Qué es? - cuestiono el rubio, con una sonrisa de lado, divertido e intrigado por lo que había comprado esta vez el mayor.

La última vez que le había dicho eso había terminado comprando unos lentes de ojos saltarines porque, según el mismo bicolor, jamás había visto una cosa tan fascinante, claro, después del rubio.

- Unos anillos- respondió el bicolor, mostrándole al rubio aquella cajita que, desde que había entrado, había mantenido detrás de sí.

Aquella cajilla contenía un par de anillos dentro.

Anillos los cuales parecían ser de oro y, en la superficie, estaban bañados en plata. Además de que, allí mismo, cada anillo mantenía el nombre de uno de ellos.

- La otra vez leí que las parejas suelen usar anillos, aunque no estoy seguro si a ti te llegue a gustar la idea de usarlos o algo así; y está bien si no quieres, pero...- agrego el mayor, manteniendo la mirada baja.

Y el rubio, por su parte, miraba a aquel chico bicolor.

Esto, para después tomarle la palabra y simplemente callarlo.

- Hey, está bien, me gustan los anillos y no le encuentro problema a usar uno- había respondido el menor quien, en aquel momento, se había dado cuenta del miedo del mayor ante todo aquello-. Mientras sea contigo no hay problema- agrego, dándole un beso en la mejilla al otro chico para, después, tomar y ponerse su anillo correspondiente.

Aquel anillo que tenía el nombre de su pareja.

Flufftober Todobakutodo 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora