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24: Criaturas Oscuras

Rege notó la inquietud de Jian Qiao de inmediato.

Se inclinó hacia el oído del señor Conde y le preguntó en voz baja: "¿Qué te pasa? ¿Te sientes mal?"

Había crecido en esta época. Simplemente no podía entender el rechazo en el corazón de Jian Qiao. Aparte del látigo, conducir a estos enanos directamente sobre brasas al rojo vivo, haciéndoles saltar y gritar y aullar, también podía considerarse un entretenimiento animado.

Y Rege había visto este tipo de espectáculo demasiadas veces. Nunca había sentido que hubiera algo malo en ello.

A los ojos de estas personas, el enano de aspecto extraño era una forma de vida inferior al ganado, y nadie mostraría demasiada simpatía por un animal.

Jian Qiao comprendió cómo Rege había sido influenciado por las limitaciones de la época. Si él también hubiera nacido y crecido entre la nobleza de esta época, su forma de pensar no sería más ilustrada. Así que reprimió su malestar, sacudió la cabeza y dijo: "No, no es nada. Sólo he bebido un poco. Tengo el pecho un poco apretado".

Se acarició suavemente el pecho.

"¡Qué cuerpo tan podrido tienes!" El rostro de Rege estaba lleno de disgusto, pero ya había llamado al asistente. "Envíe un vaso de agua helada con un poco de zumo de limón".

Un vaso de agua helada se colocó inmediatamente en la mano de Jian Qiao. La frialdad del hielo, la acidez del jugo y la acritud de la cáscara pronto hicieron que la cabeza mareada de Jian Qiao se sintiera un poco mejor.

Cuando se trataba de mostrar consideración por la gente, Rege tenía mucha experiencia.

Jian Qiao tomó un pequeño sorbo de agua helada y suspiró. "Por fin entiendo por qué les gustas a esas mujeres. Si yo fuera una mujer también me gustarías".

Rege, que le estaba mirando con mirada preocupada, no sabía por qué, pero su corazón dio un vuelco de repente. Esas últimas palabras fueron como un pesado mazo que lo dejó mareado.

Sus ojos se oscurecieron por un momento. Fingiendo que no había escuchado con claridad, preguntó: "¿Qué acabas de decir?"

Jian Qiao se detuvo por un momento y de repente cambió de opinión. "No, ser mujer no importa, me gustas de todos modos. En este mundo eres mi persona favorita".

La afirmación estaba completamente libre de exageración. Solo habían pasado cinco años desde que vino a este mundo, y Jian Qiao, que estaba fuera de sintonía con todos, había encontrado solo un amigo con ideas afines. Si no le gustaba Rege, ¿quién más podría gustarle?

Rege: "..."

¡Mierda! ¡Realmente iba a explotar en malas palabras! ¿De qué estaba hecha exactamente la boquita del señor Conde? ¿Cómo podía ser tan dulce? Probablemente bebía agua con miel todos los días, ¿verdad? ¡Y era miel de caléndula! Una flor tras otra, tan brillantes como el sol, ¡al igual que cada palabra que pronunciaba!

El loco corazón de Rege ya no podía ser reprimido. Pero justo en ese momento, la enana que había llegado al centro de la pista de baile contó una chiste muy divertida, que provocó la risa de los invitados en la sala.

Rege aprovechó para mostrar una sonrisa. Las comisuras de sus ojos y sus cejas estaban llenas de felicidad y satisfacción como nunca antes, igual que una caléndula en flor.

Jian Qiao también sonrió. Las comisuras de sus labios se elevaron, sus ojos se curvaron, su sonrisa era sutil pero también alegre. Observó a la enana en medio de la pista y aplaudió suavemente.