Había amanecido, miraba como personas uniformadas pasaban de un lado a otro con carpetas, cafés y una que otra persona esposada. Parecía ser una rutina ir y pagar una fianza para sacarlo cada vez que tuviera un problema, pero esta vez ella sentía que no sería tan fácil.
–Señorita Walker– un hombre de uniforme la llamo– puede pasar a verlo, pero será breve.
–Está bien, gracias– sorbió su nariz.
No sabía cuándo empezó a derramar lágrimas, estaba cansada de lo mismo. Era como tener un hermano menor rebelde, el caso es que el era el mayor y ella la menor. El pasillo se le hizo eterno mientras seguía al oficial, pasaba por varias celdas observando los pocos que estaban allí; jamás pensó verse o estar en un lugar así.
–Tiene poco tiempo, es la última celda– asintió y camino sin mirar ahora a los lados.
Escuchar a los hombres decir asquerosidades de su persona no era para nada agradable, y ella no tenía la culpa, claro que no. La tenía su hermano, el la estaba haciendo pasar esa situación, exponiéndola a ese mundo que ella no tenía que ver o vivir.
– ¡Susan!– Ken se levantó de la fría cama donde estaba sentado– ¿Qué haces aquí?
– ¿En serio me preguntaras que hago aquí?– negó– eres de lo peor, me llaman cortando mi descanso para decirme que mi jodido hermano está detrás de las celdas porque se metió a robar propiedad privada– hablo este dientes– ¿Qué crees que hago aquí?
–Debes irte, tienes que irte– suspiro tomando los barrotes– este no es un lugar donde puedas estar.
– ¿Y tú sí? ¿Tienes que estar aquí?– silencio– sabes, confié en ti. Te di mi confianza y la destrozaste.
–No exageres.
– ¡¿Qué no exagere?!– Bufo sacudiendo su melena– ¡Confié en que irías a trabajar! Te dije que no te metieras en problemas, creí en ti cuando me dijiste que todo estaría bien ¿Y cuál es mi sorpresa nuevamente?– sorbió, las lágrimas cayendo en sus mejillas– que estas aquí, detrás de una celda, por querer más. Por ver lo fácil. Pero esta vez estas equivocado si piensas que te ayudare, ya no más.
–Sabes que saldré, y todo esto acabara. Solo fue un malentendido.
– ¡Basta Ken! No fue un malentendido, esto que hiciste con tus amigos fue grave. ¡Traicionaste a un hombre que confió en ti! Te metiste a su casa y la quemaste. ¿Crees ahora que el señor Kim te ayudara? ¿Crees que saldrás fácil?– el chico solo se dio la vuelta, no quería escucharla más– bien.
...
Un hombre de fino traje entro a la estación, ya era casi cayendo la noche, todo estaba en completo silencio y tranquilidad.
–Joven Kim Namjoon– dos hombres se acercaron a él e hicieron una reverencia.
–Scott, Kamagi– saludo– ¿Qué fue lo que sucedió?
–Uno de sus alumnos entro a su casa en la madrugada, la alarma silenciosa y las cámaras lo captaron en el jardín de rosas– Scott hablo– estaban robando.
–El aviso llego a media noche, no conforme con esto parte de su casa se quemó, joven– kamagi le tendió la tablet con las fotografías– la mitad de la biblioteca sufrió daños, los libros de colección están bien. Los demás eran copias que puedes recuperar.
– ¿Los atraparon?– miro a ambos con cara seria.
–Sí, están abajo en las celdas.
–Bien, ya saben qué hacer. – Ambos asintieron– hagan lo necesario para que no salgan de aquí.
Sin más se encamino hasta el auto que lo esperaba, jamás en su mente pensó que una chica lo escuchaba detrás de una de las paredes blancas de la estación. Susan corrió detrás del, paso al lado de los abogados quienes iban directo a terminar su trabajo.
– ¡Espere!– tomo la manga de su saco, Namjoon se detuvo– por favor espere.
– ¿Quién es usted?
–Por favor le pido que no encierre a mi hermano.
– ¿Qué no encierre a su hermano?– sonrió negando– Señorita, no sé quién es su hermano. Pero si está aquí encerrado por lo que ocurrió en mi propiedad lo merece. No tendré clemencia.
– ¿Encerrara a mi hermano de por vida por esto?– sus ojos se cristalizaron.
–Debió pensar con quien se metía, Señorita...
–Walker, Susan Walker.
–Imagínese, Walker– sonrió negando– ya sé quién es su hermano. Así que no espere que yo le tenga compasión a una persona que me robo, y quemo mis pertenencias para cubrir sus huellas. Espero tenga una bonita tarde- noche.
Namjoon se dio la vuelta caminando hasta el auto, Susan tenía las lágrimas en su rostro mientras veía aquella ancha espalda alejarse. ¿Tendría que sacrificarse nuevamente por alguien que no valoraba lo que tenía? ¿Acaso ella siempre seria la salvadora de su hermano? Pero cuando amas a alguien estas dispuesto hacer cualquier cosa por su bienestar.
–Tomare su lugar– paro en seco sin voltear– a cambio de que el salga libre estaré trabajando para usted, ayudare en lo necesario y no cobrare absolutamente nada.
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La Bella y la Bestia 🌹Kim Namjoon🌹©
FanfictionLos cuentos de princesas se pueden hacer realidad, mas si Kim Namjoon era el profesor de boxeo de mi hermano. Book 4 -Historia corta. -No se aceptan copias ni adaptaciones. -Terminada. -+18 ⚠️Proceso de corrección⚠️ ⚠️NO SE ACEPTAN COPIAS NI ADAPT...