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La taza de café humeante y el plato de galletas frente a él era lo que lo acompañaba, le gustaba la tranquilidad y el silencio.

– ¿Se le ofrece algo más joven Kim?

–Sí, preparen una habitación– indico– sabanas limpias, un gran closet y por favor que esté lista para esta tarde.

– ¿Algún invitado?

–No, un huésped que se quedara sin límite de tiempo– sonrió mientras llevaba la taza de café a su boca.

Sin más aquella mujer se fue dejándolo en el hermoso balcón de su habitación, a pesar del ruido lejano a la construcción de su nueva biblioteca nada lo molestaba, había reconsiderado el trato de aquella chica durante una semana. Se interesó de inmediato después de conocerla, sabía perfectamente quien era su hermano y lo que había hecho, sin embargo no le pareció tan descabellada la idea de llevársela.

–Falta poco– susurro mirando aquel reloj de arena de su mesa central.

...

Cuando abandonas un lugar o tienes que irte por motivos realmente que están fuera de tus manos sientes esa nostalgia, algunos la tienen otros solo sienten la necesidad de dejarlo por malos recuerdos o momentos que desean olvidar. En ese momento Susan se hacía un debate mental, desde que había salido de la biblioteca tenía su mente puesta en ello, sabía que no tenía opción con referente a la propuesta del señor Kim.

Ella no tenía esa cantidad de dinero para reponer unos libros y la fianza que tendría que pagar su hermano casi de por vida no era nada barata. En cambio, el empleo que le ofreció Kim era tentador y a la vez no; se ponía analizar y todo estaba al favor del hombre, si no tenía dinero que vaya y trabaje en casa con la condición de que se quede allí, vaya que no perdía el tiempo.

Limpiando las pocas lagrimas que tenía tomo un bolso de mano para viajar y metió la ropa más decente que poseía y algunas cosas de valor de ella, un auto pasaría cerca a la hora que le diera el botón verde llamando al chofer del señor Kim.

–Esto es por mi hermano, esto es por ti... otra vez.

Llamo y salió de casa con un abrigo grande, estaban llegando al invierno y el frio calaba sus huesos a esa hora.

Un auto de color negro con vidrios ahumados se posó delante de ella dejando ver al conductor de gorra.

–Buenas noches ¿Señorita Walker?– asintió– bien, llevare su maleta al maletero, entre por favor. –El hombre abrió su puerta y sin más se fueron por el largo camino hasta la fabulosa casa Kim.

Los arboles pasaban como cual película, todo era lejano y cada vez sus nervios crecían más y más, no sabía que aquel hombre vivía a la lejanía. Al final vio un portón enorme con una K en dorado coronándolo, sus puertas se abrieron dándole paso a una enorme mansión, parecía más un castillo; lo más impresionante no fue eso, sino su hermoso jardín de rosas completamente rojas, no había casi nadie y pocas luces alumbraban la tarde quien le daba la bienvenida al anochecer.

–Bienvenida– hablaron varias personas que estaban frente a ella al pasar a la gran sala, todo eran entre blanco, crema y un poco de dorado– por favor la llevare a su habitación.

Subiendo unas escaleras que daban a ambos lados de la casa, Susan analizaba todo con tranquilidad fingida. Todo era sumamente costoso y silencioso. Cuadros, candelabros, relojes y uno que otro instrumento miro a su alrededor.

–Por favor entre– una mucama la dejo pasar a una gran habitación entre turquesa y blanco– si necesita algo debe llamarnos, la cena estará en poco y tiene prohibido ir al lado norte.

– ¿Por qué?

Nadie respondió, solo escucho como la puerta fue cerrada y ella quedo completamente solo en aquella habitación de ensueño. La ventana le daba un fiel lienzo que pintaría si supiera, una gran luna se hacía presente junto a la brisa de la oscura noche.

...

Namjoon podrías calmarte, me mareas.

–Estoy calmado, lo estoy– secaba sus grandes manos de la toalla– es que no sé cómo actuar, no desde hace años.

Por eso me llamas desde el baño de tu habitación, ridículo– bufo– Pasaron años desde eso, Nam. Además trabajas con mujeres ¿No?

–Sí, pero todas son mayores, ninguna me llama la atención.

Eres igual al idiota de Yoongi, se muestran fuertes y con cara de pocos amigos– sonrió– pero ambos son un amor que no saben qué hacer con chicas a su alrededor.

–Jin, la traje a trabajar– suspiro– no a conquistarla.

Claro, por eso no le dijiste que la biblioteca no perdió libros y que podías sacar a su hermano tranquilamente y alejarlos– rio– eres como un niño... ¿Traerás a su amigo para que se sienta cómoda?

–Si es necesario si, ella sabe lo que pasara si se larga de aquí. No le conviene.

Pareces un maldito mafioso que se encapricho con una chica, suerte reteniéndola.

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La Bella y la Bestia 🌹Kim Namjoon🌹©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora