La Bella y la Bestia 🌹Kim Namjoon🌹©

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–Señorita Walker, su hermano es un tonto– la miro desde su hombro– al igual que usted.

Aun recordaba aquella noche, la charla que había tenido con aquel hombre asiático con cabello rubio. Una semana había pasado y su hermano seguía encerrado en la estación.

–Deberías dormir detrás de uno de los estantes, estas fea.

–Hansu, gracias por el cumplido.

–De nada– le tendió una taza– es café con azúcar, así te endulzas la vida.

–No quiero endulzarla, ya no tengo ni la mínima idea de que hacer.

–No debes hacer nada, Susan– se sentó a su lado– desde que te conozco me he dado cuenta que has velado más por tu hermano de lo que él ha hecho por ti. Siempre haz seguido su sueño como si fuera el tuyo, debes tratar de ver y caminar hacia algo que tú quieras. Recuerda que viniste a este mundo a vivir para ti y por ti, no por los demás.

–Estas poético, Kang– sonrió– aun si quiero esa felicidad... mi hermano está allí.

–Y estará, pero debes buscar tu camino, tus sueños son tuyos al igual que tus metas. Solo concéntrate en vivir tu vida y no estancarte porque tu hermano necesita esa felicidad.

La puerta de la biblioteca fue abierta y el sonido de la campanilla le indico que debían tomar nuevamente sus lugares para atender, sin embargo ambos quedaron estáticos al ver al hombre asiático de cabellos rubios delante de ellos.

–Kim Namjoon tiempo sin verte.

–Señor Kang– reverencio– es un placer encontrarlo nuevamente.

–Igualmente ¿Qué te trae por aquí? ¿Algún libro nuevo de colección?

–No, me gustaría buscar uno para la biblioteca de mi hogar– Susan se removió incomoda cuando el moreno paso su vista a ella– pero después, por ahora vengo hablar con la señorita Walker.

– ¿Conmigo?

–Sí, tengo entendido que así se apellida– suspiro dando un paso al frente– le tengo un trato.

–Los dejare solos para que puedan hablar en privado– dijo Kang mirando a la chica– ve al fondo y cualquier cosa grita.

–Gracias por el apoyo– este sonrió y se fue dejando a ambos en un tenso ambiente– sígame.

Ambos caminaron por el pasillo de libros y alguna que otra planta, al final una mesa caoba pulida los esperaba con sillas de cada lado, se sentaron y miraron por unos segundos hasta que ella hablo.

– ¿Qué trato me quiere proponer señor Kim?

–Es simple, su hermano y su grupo de amigos entraron a mi propiedad con total conocimiento de lo que allí había. Así que con los cargos anteriores que posee lo puedo dejar de por vida en la cárcel sin remordimiento de conciencia– Susan asintió tango con fuerza– no solo le confié cosas a ese chico, sino que también practicaba en mi casa y no le importó. Hace unas noches me dijo que haría un intercambio con tal de sacar a su hermano ¿O me equivoco?

–No, no se equivoca. Quiero disculparme por lo que paso...

–Con una disculpa no me basta señorita– negó colocando en la mesa un maletín negro– le tengo dos ofertas, usted vera si le convienen o no.

Mientras él se dedicaba a buscar los papeles de su "Condena" ella lo observaba detenidamente. Era atractivo ¿Para qué mentir? Namjoon era un hombre de espalda ancha se le notaba por su saco negro a medida y la camisa blanca. Su cabello rubio le daba un toque más juvenil y más interesante a pesar del rostro serio que siempre lleva.

Susan debía estar loca para pensar que aquel podía interesarle, pero seamos honestas un día alguna de nosotras nos enamoramos en el metro. Ella lo hizo, a simple vista.

Pensando en las palabras de Kang y analizando todo en su vida él tenía razón, siempre velo por su hermano. Siempre esperaba en las noches su llegada, si traía dinero pero quien cuidaba de él y encaraba al encargado del alquiler, quien iba de compras, quien salía por lo necesario y tenía un trabajo honrado era ella.

–Mis abogados investigaron a su hermano a fondo, parece que no fui al único quien le ha pasado esto. – le entrego unas hojas– como vera mi casa esta arruinada en el sector norte, allí se ubicaba la biblioteca con una colección extremadamente extensa y costosa. La estructura no es tan importante, sino lo que allí se encontraba– de su maletín saco un par de hojas más extendiéndolas hacia ella– el costo de veinte volúmenes que se perdieron en el incendio es ese.

Susan tomo aire al ver la cantidad de dinero de unos libros, la mano le tembló.

–Setenta y cinco mil dólares– leyó– vaya, veo que tenía una gran adquisición.

–Y solo eran copias, por eso su costo es menor– ella enarco una ceja– mi primer trato es que si usted tiene la cantidad que marca esa hoja– señalo– puede pagarme por mi colección, dejare a su hermano libre solo con una pequeña fianza que tendrá que pagar.

–Si no tengo esta cantidad. ¿Cuál es el segundo trato?

El rubio suspiro y entrelazo sus manos encima de la mesa.

–Señorita Walker, soy un hombre de negocios y al cual no le gusta perder absolutamente nada. – Carraspeo– le ofrezco un empleo de tiempo completo, donde deberá estar dispuesta y encargada de cada cosa que se maneja en mi hogar, con una condición.

– ¿Cuál?

-Que tendrá que venir a vivir a mi casa.