La Bella y la Bestia 🌹Kim Namjoon🌹©

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–Soy de Corea del Sur, somos tres hermanos uno mayor y uno menor– le conto mientras seguían estando cerca y se mecía de un lado a otro– desde pequeños sufrimos, y luego vivimos en la pobreza por culpa de nuestros padres y la ambición. – le dio una vuelta.

– ¿Cómo así?

–Mi madre era una mujer muy linda, ella amaba estar con nosotros al igual que mi padre, vivíamos en una casa de una planta, estábamos conformes con lo poco siendo cinco; peo era suficiente– suspiro mientras bajaba la mirada– un hombre llego a casa ofreciéndole dinero a mi padre si invertía en una de sus empresas, saldríamos de allí y viviríamos en la alta sociedad. Taehyung estudiaría en una de las mejores escuelas, mientras Jin y yo iríamos a la universidad.

– ¿Así se llaman tu hermanos?– sonrió para aligerar el ambiente.

–Sí, somos Kim– rio– Taehyung, él vive en Seúl. En una parte alejada con su pareja, es un artista y profesor increíble– sonrió– y el mayor es Kim Seokjin, él es clase aparte.

Paro de bailar mientras su sonrisa se borró, observo el hermoso techo que una vez su hermano pinto. Extrañaba a su familia, a sus amigos y a todo lo que lo rodeaba hace tantos años.

–Mi padre acepto porque quería un mejor futuro para todos, pero al estrechar esa mano nos condenó– camino sabiendo que ella lo seguía en silencio– al principio el negocio fue duro, pero con el tiempo se vieron las ganancias y mi padre nos cambió de hogar. Una casa más grande con personas que lo ayudaban a mantenerla, escuelas nuevas y personas nuevas. Allí conocí a tres de mis mejores amigos– sonrió– pero el color rosa solo duro un año, papa comenzó a traer mujeres cuando mama no estaba y viceversa, había más seguridad en casa y a veces en la madrugada llegaban camiones que descargaban algo en el sótano.– paro frente a la fuente– siempre era lo mismo así que Jin y yo nos cansamos y averiguamos que era.– trago cuando la sintió a su lado– papa lavaba dinero junto a ese hombre, escondía armas en casa sabiendo que tenía tres hijos menores de edad y eran muy curiosos. Mama no dijo nada al confesar lo que vimos y solo nos dio la paliza de nuestras vidas, todo eso paso en unos meses, pero la avaricia los llevo muy lejos una noche y ese fue el fin de nuestra familia.

– ¿Qué sucedió?– hablo tan bajo que el viento se llevó aquel susurro triste– Nam.

–Hicieron una fiesta, habían hombres y mujeres con copas, bebían y comían a su antojo– chasqueo la lengua– estábamos encerrados en nuestras habitaciones y cada una estaba algo alejada de la otra. Esa noche estaba leyendo y Jin estaba curioseando en mi cuarto hasta que escuchamos un grito– apretó los puños– era Tae, él era el más pequeño de todos, papa lo sacaba a la fuerza de su habitación cuando salimos– se volteo para mirarla a los ojos, ambos estaban cristalizados– no entendíamos que pasaba y Jin pregunto a mama... ella, con una sonrisa hipócrita y despiadada dijo que había vendido a Taehyung – Susan llevo ambas manos a su boca– Jin no lo creyó y sin miedo corrió detrás de los hombres mientras yo procesaba lo dicho. Escuche gritos y luego un disparo, cuando baje empujando a mama vi como Jin sostenía un arma y a tae aferrado a su cintura– inhalo– le disparo a un hombre en el pecho, el mismo que intento llevarse a mi hermano... yo entre en pánico y corrí tomando los tres abrigos para salir de allí.

– ¿Qué... que paso? Dime Namjoon– tomo sus manos apretándolas.

–Papa quiso golpear a Jin y allí supe que no me contendría, siempre tuve problemas con mi ira, pero cambio después de años– sonrió– golpee a papa hasta verlo en el suelo con sangre y sin conciencia, mama intento halar a Tae pero fue en vano cuando Jin la empujo y salimos corriendo a las calles vacías– mordió su labio– vagamos tanto, sin dinero ni comida. Taehyung iba en mis brazos con frio y apenas era un niño. Hasta que vi una luz al final de túnel– sonrió– pagaban bien por peleas, así que eso hice durante unos meses; pelee y ganaba como para pagar un alquiler y duchas para los tres, hasta que un día Jin se sacrificó– llevo sus manos con desesperación hasta su cabeza y saco todo el aire de sus pulmones. – conoció a un hombre que lo podía ayudar, alguien que le tendió su confianza y no lo defraudo– la observo– a pesar de que estuve en contra de lo que posiblemente implicaba todo esto, no le di la espalda y me uní al igual que el– suspiro tocando el puente de su nariz– Jin se sacrificó por nosotros, para tener lo que necesitábamos, estudiamos y viajamos hasta que cada uno tomo su camino. Mi hermano menor no entro en el negocio, nosotros no quisimos esa vida para él, pero sabe qué hacemos.

Por un momento sintió nuevamente ese temor de que ella lo rechazara, de que saliera corriendo y lo dejara en aquel espacio solo. El sentía ese temor, pero en su corazón algo le decía que era la correcta.

–Me quieres decir que tu hermano mayor y tu... ¿Son mafiosos?

–Si– asintió con pesar– Seokjin y yo trabajamos para una mafia que se oculta muy bien, pero quien siempre ha dado la cara es el. Por eso lo buscan en algunas partes de Corea, no saben nada porque borramos registro, incluso de nuestros padres.

– ¿Tu qué haces allí?– dijo con voz tranquila.

–Soy su contador, abogado y administrador de entregas– hizo una mueca– doy la cara algunas veces, y cobro a quienes no nos pagan a tiempo. – Se acercó tomando con temor sus manos mientras no apartaba los ojos de ella– No te apartes de mí por favor. No te alejes por algo como esto.

Susan alzo ambas manos, tomo su rostro y dejando pequeñas lágrimas hacer recorrido, dio un pequeño beso en sus esponjosos labios y sonrió.

–No me alejare de ti, no lo hare porque me gustas, me gusta cada parte de ti y tu ser– sollozo– estuviste para mí, no me dejaste a pesar de todo lo que hizo mi hermano, me estas amando como ningún otro ¿Crees que te dejaría cuando has hecho más por mí que por ti? Jamás rechazaría a semejante hombre ¿Crees que estoy loca?– ambos rieron– te amare, no me importa tu pasado, soy tu presente. Y este presente quiere ser tu futuro.

–Te amo– Namjoon ataco sus labios en ese instante sin importar nada más, ambos estaban inmersos en su mundo. – déjame amarte esta noche, y el resto de tu vida. Prometo hacerte feliz hasta que ya no estemos en este mundo– sonrió– se la futura señora Kim.