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–Entonces tu hermano se metió nuevamente en la casa de Kim– asintió– vaya, y yo que pensé que cinismo ya no existía.

–Aún existe– lo miro extrañada– ¿Cómo te ha ido? ¿Me has extrañado?

–Me va excelente– sonrió– y si no extraño a mi hija durante todo el día, menos a ti.

El pronóstico del clima había dicho que pronto nevaría, estaba abrigada hasta los dientes, el frio era impresionante. Después de unos días había tranquilidad en la casa del joven Kim, y ahora estaba sentada enfrente de su amigo, el señor Kang.

Era gratificante saber que él estaba bien, que su hija estaba bien. Extrañaba salir y tomar un café, lo que le costó ya que Kim no quería que ella saliera por los acontecimientos anteriores.

– ¿Ya lo conquistaste? Mira que necesitamos ir de compras.

–Kang... en tu vida pasada tal vez fuiste una mujer– negó– mira que preguntarme algo así.

– ¿Qué? Vivo del chisme, niña. En fin, tu futuro novio, amante o yo que se me invito a su humilde palacio.

– ¿Namjoon?

–Pues quien más– bufo– quiere que evalué algunos libros que llegaron, necesita saber si son de colección o no.

–Estaría bien que fueras, a veces estoy sola porque tiene que salir por compromisos.

–Lo extrañas– la señalo– estas enamorada, sueltas feromonas por todos lados... ¿sabes que los ojos te brillan?

– ¿Qué no es por la luz del techo?

–Aja, si se te ilumina la cara así por vivir con el... imagínate cuando se entreguen al amor.

– ¡Kang!

Ambos rieron sin saber que a unas cuantas mesas alguien en particular los observaba.

...

–Quiero todo, absolutamente todo limpio. – dio una orden mientras su asistente iba detrás de el– contrata a alguien que toque el piano y dile a Nana que haga una excelente cena para el viernes.

–Sí, señor– apunto todo rápidamente. – ¿algo más?

–Has una cita en Golden, necesitare un traje a medida– sonrió dando la vuelta– que sea negro y diles que me deslumbren.

– ¿Envió invitaciones?

–No. Será un baile privado.

Namjoon tenía la costumbre de hacer un baile de beneficencia antes de navidad, siempre eran temáticos y asistían personas importantes y algunos de sus hermanos o amigos. En este caso solo quiso hacerlo privado y enviar algún presente a los demás, quería sorprender a la chica que le gustaba y que poco a poco ganaba su corazón.

Observaba como todos limpiaban el lindo salón de baile, los candelabros eran descubiertos y algunos hombres limpiaban la fuente en el jardín en el fondo. Estaba feliz, se sentía pleno y más sabiendo que ella no lo rechazo y que un par de besos pronto se convertiría en un para siempre.

–Llegue– escucho a sus espaldas.

Los hoyuelos se hicieron presentes, sin más camino rápidamente abrazándola y aspirando su dulce aroma a moras, amaba sentir aquel calor del cuerpo femenino entre sus brazos. Él quería todo con ella, con la chica que había visto solo una parte de él.

–Tardaste algo– beso su mejilla– ¿Qué tal te fue?

–Muy bien, Kang vendrá mañana– coloco sus manos en el pecho– ¿Qué haces aquí?

–Es una sorpresa, pero para dentro de dos días– la empujo aun abrazándola mientras reían– por el momento veamos la nieve.

Y así fue, salieron y vieron la poca nieve que caía. El paisaje era completamente blanco, era una maravilla para los ojos de la joven y él amaba ver eso. Quería el mundo para ella, se lo daría si ella lo pidiese.

Namjoon miraba la fuente casi terminada cuando sintió algo golpeado su espalda.

– ¡Sabes que es trampa!– rio mientras la perseguía, la escena para los pocos era tierna. Jamás habían visto esa linda sonrisa en aquel asiático– ¡Susan ven acá!– pero no le prestaba atención, tomo nieve e hizo una bola– ¡Kim Susan!– Susan paro en seco y volteo ganándose un impacto en el rostro– ¡Oh! Lo siento, lo siento.

Namjoon corrió y en eso resbalo llevándosela a ella al suelo, ambos rieron y luego se fundieron en beso donde los sentimientos ya estaban dichos desde antes, donde ya no afectaba la culpabilidad de perder algo que no era para ellos, existía solo Namjoon y Susan. Sus labios hacían un pulcro ritmo que poco a poco pedían más del otro, sin embargo él se separó y escondió su rostro en la curvatura de su cuello.

–Gracias.

– ¿Porque?– susurro ella acariciando sus cabellos.

–Por quererme, por darme una nueva oportunidad– alzo el rostro mirándola detenidamente– te quiero. – y la beso. 

 

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La Bella y la Bestia 🌹Kim Namjoon🌹©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora