ᴍᴜᴛᴇ [LipSoul]

LXXXVIII

La señora Jung estaba preparando comida para todas, mientras, comían papas fritas entre otras chatarras para entretenerse.

Habían puesto música, aunque la habían bajado para poder hablar cómodamente.

JinSoul se notaba cansada, así que estaba sentada sobre el regazo de JungEun, mientras su cabeza se apoyaba en el hombro de su novia, quien la sostenía rodeando su cintura con un brazo, mientras con una mano acariciaba sus cabellos, haciendo que sus ojitos se cerraran.

Pero la charla estaba bastante interesante para dormirse, así que se despertara de golpe, aunque JungEun volvía a acomodarla.

— ¿Seul es una idiota? — preguntó Yerim, aunque la pregunta resultó retórica—. Digo, Kahei es muy buena con ella, y no sé desde hace cuantos años son amigas... Habló tan bien de ella que parece que estuviera enamorada, pero después sale con HeeJin...

— ¿Sale con HeeJin? — repitió JungEun, sin creerlo.

— No— Yerim hizo una mueca—. Son algo así como amigas con derecho, por lo que entendí— miró a YeoJin, quien asintió.

— También entendí algo así— dijo—, pero es como que es fiel a su amiga con derecho... Como si fueran algo pero no son nada.

JungEun suspiró con hastío, negando con la cabeza.

— Qué imbécil— dijo—. Pobre Kahei...— murmuró, y las demás asintieron.

— ¿Se enteraron eso de que no capta las indirectas? — preguntó Yerim.

JinSoul y YeoJin asintieron, recordando lo que les había contado la morena el día que fueron a la piscina.

— Dios... Díganme, ¿Qué no es más directo que te pida que le bajes los pantalones con la excusa de que se atascaron?

JungEun soltó una carcajada.

— Una vez a JinSoul le pasó eso— recordó con gracia cuando, durante un verano, en la playa, se había puesto unos shorts de jean y se habían atascado con su malla y su lindo trasero; haciendo que la pelinegra también lo recordara, ruborizándose y cubriéndose el rostro con sus pequeñas manos— Owww~ — no pudo evitar decir la rubia, por lo adorable del gesto, dejó unos besos sobre las manos de la chica.

— No se pongan melosas— dijo Yerim, con una mueca.

— Si te pusieras así con YeoJin a mí no me molestaría— dijo JungEun.

— A mí tampoco— concordó YeoJin, inclinándose hacia ella, con sólo encontrar sus miradas Yerim se ruborizó.

— Como que Kahei nunca regresó del baño— murmuró JungEun, recordando a su mayor.

— Se perdió en el retrete— comentó Yerim, a pedido de YeoJin, tenían sus manos juntas, y se había acercado más a su silla, teniendo el rostro de la castaña a pocos centímetros de su mejilla.

— Iré a buscarla— dijo JungEun, pero se detuvo cuando JinSoul negó.

—Yo— dijo la pelinegra, levantándose del regazo de su novia.

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