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12 de Enero del 2017

Ya paso una semana desde que no veo a Noah, y no, no entre en depresión ni muchos menos estuve triste. Entendí que una persona no debe ser el causante de tu desánimo.

Me encuentro caminando por las bellas calle de San Patricio, hoy volvemos a iniciar las clases, ¿estoy feliz? no, como estarlo, lo único bueno de todo esto es que volveré a ver a Hanny. Nunca he sido de esas personas sociables, mis únicos amigos eran los idiotas aquellos y Hanny. Cuando pasas por tipos de situaciones te dejan de importar quien te habla y quien no, yo aprendí eso de la peor manera, perdiendo a los que alguna vez llame amigos.

Me percato que ya estoy llegando al instituto, estoy nerviosa por ver a todos más a Noah, claro. Después de que me mandara a la mierda recapacite que tuve que escucharlo, el quería ser sincero conmigo, pero claro ambos tenemos culpa.

Instituto, lo veo y no lo creo. Noah esta al frente de el con un ramo de rosas, el inmediatamente me ve fijamente esboza una sonrisa de labios cerrados, pero yo pongo mi vista en otro lugar que no sea el.
Camino rapido, para mi mala suerte el esta a un lado de la puerta que da a los casilleros, asi que tengo que pasar por su lado, me tenso al ver que ya estoy llegando a donde se encuentra.
Le paso por un lado y entro, el hace para caminar detras de mi pero el paso es imterrunpido por un grupos de chicos el cual le impiden el paso.

Creo que no sera nada facil evitar a Noah por un tiempo.

***

Me encuentro en el salón de clases ya lista para iniciar la semana ¡Puras bobadas! estoy tan pero tan aburrida desearía que llegara Hanny pero para mi mala suerte ella me envío un  mensaje que viene en la segunda hora porque tenía que hacer algunas diligencias, asi estaré sola hasta que llegue aunque no me da mucha importancia estar sin compañía. Siempre he sido de esas personas que no le gusta estar sola pero al final de cuentas un uno nace y muere solo.

Visualizo por el rodillo de mi ojo que Noah me esta viendo, puede ser que esté nerviosa pero me tengo que acostumbrar que lo voy a ver siempre y aunque esté molesta mi sentimientos hacia él todavía siguen floreciendo. Realmente quiero escuchar lo que me quiere confesar pero no estoy preparada mentalmente para escucharlo se que lo que me va a dicer va doler.

Siempre decía ser de esas persona que busca lo positivo. Estoy segura que de lo que me a surgido en este mes es una de las cosas que aprendí a estar sola cuando perdí a mis amigos. Otra cosa que también ha sido positiva que una persona no debería tener su estabilidad emocional no puede depender de una persona real, de una persona literaria sí.

Veo que se acerca a mi Nick, al verlo ruedo los ojos con fastidio.

—¿Porque tan solita?— pregunta Nick tierno, pero a mí no me causa nada de ternura solamente me causa escalofríos su tono meloso.

—No te tiene que importar el porque— le respondo yo seriamente viendo fijamente al pizarrón.

—Tan tempranito y agresiva. Qué cosas son esas Vanessita mira lo que te has convertido por pasártela con esa tal Lanny— coloca su mano en su barbilla en forma pensativa—.  Fanny no— niega con una sonrisa torcida.

—Sthefanny, idiota— responde sorprendiendome Noah, esta levemente acostado en su silla con las manos en su regazo agarrando las flores.

Yo lo veo con ternura pero luego le doy una mirada fría.

—Idiota— eleva una ceja Nick—. ¿Sabes lo que este idiota puede decir?

—Haz lo que quieras, Nick— dice Noah enfurecido.

—Bueno querida Vanessa sabes que...

—Buenos días alumnos— es interrumpido por la profesora de Castellano—. Sientese señorito Cooper.

De inmediato Nick rueda lo ojos y se sienta detras de Noah.

Okey, eso fue extraño.

***

Las clases pasan pero Hanny no llega, estoy en busca de Morris. Reviso cada salón que pienso que puede encontrarse, hasta que doy con el en la dirección.

Esta el profesor y el director hablando seriamente en su oficina. Ellos al notarme voltean a verme.

—La estabamos esperando señorita Stenvers— asegura el director sentándose en su escritorio.

—Si ¿Que hice ahora?— pregunto berrinchuda.

—Nada y por favor acerquese hacia aca— dice el profesor.

Me acerco y me cruzo de brazos confundida.

—Tengo entendido que aquí presente el profesor Morris plactica con usted ¿no?— pregunta Russo con una ceja elevada.

—Pues no es una plactica como tal, director. El es mi psicologo— me limito a decir.

—Si soy su psicologo— esta vez habla Morris.

—Ok, lo que quiero llegar con esto es que señorita usted no ha asistido a las últimas sesiones.

—No había podido asistir— bajo mi mirada al suelo.

—Pues es algo casi obligatorio que asistas, no queremos que suceda lo que ocurrio hace unos meses atrás— admite Morris seriamente.

Yo niego—Eso no volverá a suceder, es cosa del pasado— les  aseguro totalmente seria. Ellos asiente.

—Mañana tienes terapia a las tres de la tarde— me informa Morris.

Yo asiento, y camino hacia la puerta para irme de aquí.
¡De nuevo al psicólogo! ¡Que emoción! Notense el sarcasmo.

*

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Amores, disculpen la tardanza les traje un capítulo algo corto, pero les aseguro que el próximo será un poco más resuelto.

¡Besos para todos!

Con mucho amor: Alejandra Castillo.

Ig: alejaross2
Twitter: aleja_ross0

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