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10 de Febrero del 2017

—Mejor vamos a los bolos— plantea Arissa.

Pablo niega con la cabeza—Es aburrido, mejor vamos al Karaoke.

—Lo que dijo Pablo— expreso mi opinión acomodondome en el sillón.

—Yo estoy con la tonta— comunica Noah a mi lado.

—Mejor el Karaoke, cariño— le ruego en un puchero.

—El Karaoke es aburrido, Vanessa— se ríe de mi.

—Okey, alguien como que se quedara sin besos por un tiempo— declare, esbozando una sonrisa maliciosa.

Noah me ve con una ceja elevada a la misma vez que en sus labios se forma una gran sonrisa—Mejor el Karaoke— asegura finalmente.

—Buena elección, cariño— le guiño el ojo.

—Eso no se vale, ¡LO MANIPULASTE!— chilla Arissa, a lo que yo le saco la lengua.

—En el amor y en la guerra todo se vale— les digo.

—Que filosofa— exclama mi cuñado sin muchos ánimos.

Okey, no sabía que con besos podría manipular a alguien... pero llego Noah.

—Al Karaoke, se ha dicho— chilla la más escandalosa del grupo, Diana.

—Mhum... ¿Amanda no nos acompaña?— pregunto.

—Si, pero dijo que luego nos alcanzaría al lugar que decidieramos— me responde Pablo.

Yo asiento y arrecuesto mi cabeza en el hombro de Noah, a lo que el me da un beso en la cabeza. Es extraño que reciba un afecto de cariño, pues, desde el día de mi cumpleaños a estado extraño. Lo siento muy distante y frío.
Siento mucho miedo a que un día nos separemos. Tengo mucho temor, por cosas del pasado que ahora en el presente no me dejan vivir sin miedo.

—¿Que tienes?— pregunta Noah medio frunciendo el ceño.

Yo niego intentando esbozar una sonrisa. No me dijo amor, ni cariño, okey.

—¿Vanessa, que sucede?— vuelve a preguntar.

—Eh, nosotros vamos a buscar algo— se excusa Arissa arrastrando a Diana y Pablo con ella. Ya solos pienso en decirle que tengo, es mejor que exprese lo que siento.

—¿Vanessa, que pa-

—Noah, estas muy extraño conmigo desde que te dije que fueras sincero conmigo— lo interrumpo, confesandole lo que siento.

El traga saliva ruidosamente—Claro que no, estas exagerando.

—Oh, no me digas exagerada. Me tratas diferente y frío— aseguro—.  Hace unos minutos fue que me tratates con cariño, no me tratabas asi desde mi cumpleaños— le recuerdo, afligida.

—Mierda— exclama cerrando los ojos por un momento—. De verdad no me ocurre nada.

—No te creo.

—Creeme, solo he tenido algunos problemas con unas cosas de mi mamá, no las había pagado y me estaban pidiendo el dinero. Pero ya las estoy resolviendo— elevo mi vista a sus ojos, pero allí ya no esta el brillo que sus ojos emanaban, solo se ven desesperados.

—Me pudiste decir esto hace una semana... ¿Tan difícil era?— elevo una ceja.

—No— se rie, y carajo, extrañaba esa gran sonrisa—. No quería preocuparte con mis problemas.

—Somos una pareja, Noah— le recuerdo—, y ellas se apoyan mutuamente ¿no?

—Tienes razón, lo siento.

VIVIR SIN MIEDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora