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04 de Marzo del 2017

Siempre me pregunte ¿para que hacemos daño? Dañar a una persona no solo tiene que ser físicamente, ese es reparable, les aseguro que es así. Pero si la dañas mentalmente ten en cuenta que la dejaras jodida toda su vida. Constantemente pensara en el daño que le causaste.

Creo que una parte de mi vida se arruino. Noah se llevo la esperanza, Josh se llevo la alegría, Mi ex grupo de amigos se llevaron la confianza que tenia puesta en mi... y así es como cada persona que te hace daño de una u otra manera te marca, te marca tanto que en ocasiones es doloroso intentar sanar.

Mi cabeza no deja de pensar en muchas posibilidades, en muchas mentiras dichas,  secretos ocultos, risas fingidas, amores de mentira.

—Vanessa, saldré a comprar unas cosas. Tu padre viene dentro de un rato mi vida— me informa mi madre entrando a mi habitación. Creo que ya sabe lo que me ocurre, pues lo publicaron en todas las redes.

No digo nada, solo sigo viendo fijamente el techo. Cuatro días sin salir de mi casa ni de mi habitación.

—Hija, necesito que más tarde me acompañes al psicólogo— notifica sentandose en mi cama.
La miro, pero sin muchas ánimos. Quisiera decirle estoy bien, quisiera reírme, quisiera abrazarla pero no puedo.

Se levanta de mi cama y se inclina hacia mi para depositar un beso en mi frente. Se va de allí.

Veo mi mesita de noche en la cual esta un vaso de agua y unas pastillas para dormir. Agarro el envase de las pastillas, alcanzo el agua y los echo para mi organismo.

—Vanessa, Vanessa, Vanessa— escucho a lo lejos que me llaman. Luego siento que me jalan suavemente por el hombro. Intentan despertarme.

Abro los ojos, y puedo observar a mi padre allí con cara de preocupado. Volteo inconscientemente hacia la mesa de noche y ahí se encuentran las pastillas. Carajo, olvide guardarlas.

—¿Cuantas te tomaste?— pregunta mi padre alarmado.

—Una— musito.

—Vanessa, dime la verdad.

—Realmente me bebi una, si quieres vez cuanto contiene el envase y lo cuentas uno por uno— le espeto. No puedo creer que piense que volví hacer eso.

—Sabes que solo te cuido, así que me llevaré estas pastillas de aquí— las agarra y ruedo los ojos, fastidiada.

—Dejame una aunque sea para poder dormir— le pido, pero el niega.

—No.

Me cruzo de brazos molesta. El no le para a mi berriche y se va de mi habitación.

Eh, si, creo que no les he contado algunas cositas. Hace un año, cuando me entere que Martin me engañaba con mi mejor amiga, me intente suicidar.
Un día agarre pastillas para dormir, me bebí aproximadamente 20 y quede inconsciente. Mis padres me encontraron una hora después y me llevaron rápidamente al hospital. Me hicieron un lavado de estomago, me pude salvar.

Aunque una parte de mi odia haber cometido eso, otra parte de mi recapacito. Intente eso por el amor, la traición y el sufrimiento de ver como me engañaron, mi mejor amiga y mi novio. Los cuales ningunos de los dos se merecían un lugar especial en mi vida.

La mente es tan terrorífica, que a veces te hace pensar cosas que hasta dan miedo.

Después de esos acontecimientos empece a asistir a el psicólogo.  Fue dejando esos pensamientos atras.
Creando una armadura contra el miedo.
Nunca pienses en acabar con tu vida, y aunque te hayan o te esten pasando cosas realmente graves, no dejes que tu mente te gane. Se que tu puedes ganar esta batalla, yo confio en ti.

VIVIR SIN MIEDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora