VIVIR SIN MIEDO

~23~

28 de Enero del 2017.

Ya dos semanas de que Noah y yo somos novios. Me siento verdaderamente feliz. Todo dio un giro realmente asombroso, el se comporta sumamente cariñoso, amable y tierno, nunca lo habia visto de esa forma. Hasta parece que esta.... enamorado.

Pues yo si y mucho, solo que antes no lo decía por miedo. Miedo, miedo que patético es el miedo ¿no?

Me estoy terminando de vestir. Hoy visitare a Amber, pues esta de cumpleaños hoy.
Ayer sali al centro comercial y logre comprarle un vestido largo color amarillo, pues Noah me habia comentado que ella amaba vestidos así como esos.

Decidi elegir un vestido de verano completamente blanco, y una zapatillas negras. Mi cabello esta totalmente suelto. Mi cara esta totalmente natural pues no quise maquillarme porque también se van a bañar en la piscina y creo que también me echare un chapuzon.

Escucho que mi celular y lo reviso. Es un mensaje de Noah notificandome que ya llego. Agarro mi bolso en el cual meti algunas prendas de ropa por si acaso.
Bajo y mis padres e abuelos estan en la sala hablando comodamente.

—Pero que bella es mi nieta— asegura mi abuela súper comonvida.

—Igual a ti, abuela— le digo mientras camino hacia la puerta principal.
Esta la abro y observo a Noah allí.

—Hola, cariño— saluda el mientras me rodea los brazos por la cintura y me da un beso en la frente.

—Hola, Noahchito— digo apartandolo suavemente de mi. Lo agarro por la mano y lo jalo hacia adentro de la casa. Caminamos hacia la sala, inmediatamente todos los individuos presentes posan sus miradas en nosotros.

—Hola, muchacho— lo saluda muy amable mis abuelos en un unisono.

—Hola, señor y señora Ruiz.

—Coño que no me digas "Señor"—le espeta mi abuelo, indignado.

—Si papá por que eres un jovencito— dice mi madre rodando los ojos—. Hola Noah ¿Como estas?

¿Ahora van a conversar con el? Mejor que le inviten un té y hablen comodamente en la sala.

—¡Neni!—masculla mi padre riendose.

—¿Ah?— musito confundida.

Veo a Noah y se esta riendo, bueno, todos.

—Veo que no se te puede quitar pensar en voz alta, amor— asegura mi novio.

Yo sonrió inocentemente.

—Bueno... la trae temprano- le informa mi madre a Noah, con un deo acusadoramente.

—Ehh... pensaba quedarme en su casa hoy— les notificó, mis padres quedan asombrados al igual que los dos señores.

Mi padre suspira—Te puedes quedar, con tal tengan presente el respeto y confianza— asegura.

Yo asiento y Noah me ve con el ceño fruncido.

—Si hay algún incoveniente con que ella se quede, mejor no, no quiero que ustedes tengan problemas por mi culpa— afirma Noah.

—Comparto la misma decisión que Wilian, con tal haya respeto. Esta bien— dice mi madre, relajada.

—Vayanse pues, que no me dejan ver la televisión bien— me asegura mi abuelo intentando apartarme del la vista del televisión.

Yo rodo los ojos y me aparto.

—¡Hasta luego! Los quiero— les recuerdo mientras camino hacia la puerta, con Noah claro.