El camino que elegimos

No lo entiendo

Alerta/Aviso: Capítulo con contenido sexual.

Despierta entre lágrimas de nuevo, pero estas eran diferentes, más escasas, más secas. Mira el pecho del hombre a su lado que sube y baja de forma acompasada, duerme plácidamente mientras la luz de la luna acaricia su rostro e ilumina sus hebras celeste y la chica no puede evitar pensar que luce diferente, más tierno e inocente de lo que es, sus labios están rojizos por los besos y mordidas que compartieron apenas hace unas horas, inconscientemente rosa sus labios con los dedos y se siente extraña, porque nunca antes una serie besos habían sido tan intensos como para ponerla a dormir de aquella forma, tiene un poco de frío así que se pega más al cuerpo masculino buscando calor, observa detenidamente como el ceño de Tomura se frunce entre sueños y coloca con suavidad una mano en su mejilla, relaja sus facciones y ella lo mira con cierta impresión, segura de no haber activado su habilidad aun.

Una sensación desconocida la lleva a deslizar sus dedos suavemente, desde la mejilla hasta el puente de su nariz y comienza a bajar delineando su perfil hasta llegar a sus labios partidos, también lucen algo rojos y por alguna razón, lucen apetecibles, Sanemi se sonroja tras su extraño pensamiento y aleja la mano, como si la piel quemara, pero antes de poder retraer del todo su mano, la masculina mano de Tomura la toma por la muñeca y la jala hacia él.

- ¿Quieres más? -La mira divertido, pero ella no responde, intimidada, no solo por la presencia masculina, sino por sus propios pensamientos, el no espera demasiado y consigue pegarla a su cuerpo con facilidad, así otra oleada de besos y mordidas da comienzo entre suspiros femeninos y risas masculinas.

...

Han pasado dos semanas desde que me encerraron aquí, todavía te lloro por las noches, pero cada día un poco menos, cada día parece que estoy secándome un poco más.

Tomura llega de vez en cuando, a veces a dormir, a veces a repartir besos y mordidas sobre mis labios y no puedo describir la forma en la que eso me hace sentir, estoy confundida, porque en sus besos siento necesidad, siento probablemente, lo que siente un naufrago en el mar cuando encuentra tierra, siento que en cada mordida trata de quedarse con algo de mi y que en cada beso trata de mantenerme aquí, siento lo que nunca sentí contigo Chisaki, siento que me necesita, y eso parece gustarme de algún modo, porque yo también lo necesito, necesito sentirme así, no creas que no te amo, pero a mi corazón le hace bien no verte y sentir que alguien lo quiere, aun si es solo por mi don, ese no pareció ser motivo suficiente para ti, ni si quiera toda yo.

Me gustaría decir que ahora me siento mejor, pero no estoy segura de lo que "mejor" significa, hace unos días me quitaron los grilletes de los tobillos, puedo andar por la habitación, y Tomura prometió que si me porto bien podré salir de la habitación dentro de poco, ¿sabes cuál es una de las grandes diferencias entre tu y él? El cumple sus promesas, y quizá suene patético viniendo de alguien que aceptó sumisamente este encierro, pero le creo, le creo de la forma en la que ya no puedo creer en ti y creo que eso está bien.

...

Esta de nuevo sobre la cama mirando por la ventana, observa las estrellas en el firmamento en esta noche oscura sin luna y luce triste de nuevo, han pasado unos días desde la última vez que alguien que no fuera Kurogiri entrara por aquella puerta, así que no voltea cuando la misma se abre, hasta que los pasos se detienen detrás de ella.

-Sanemi...-La rasposa voz de Tomura la llama en la penumbra de la habitación y ella voltea apenas, sintiendo como el hombre toma su mano y deposita un pequeño aparato en ella

- ¿Qué significa esto? -Sanemi toma el celular entre sus manos y mira perpleja al hombre de cabello celeste

-Llámalo