La puerta del pequeño recinto se abre, dando paso a una pelinegra que resopla con un par de carpetas bajo el brazo.
-Señorita Sanemi, ya la esperaba con su informe -Kurogiri la recibe desde la barra mientras sirve una taza de café - ¿Café?
-Que amable -La chica asiente quedamente retirando su saco negro, se siente acalorada y ligeramente frustrada
- ¿Qué tal?
-Me dieron el trabajo, esa ridiculez de hacerme la redimida y sufrida parece haber funcionado, nadie sospecha nada por ahora, aunque los profesores entran y salen como les da la gana -Sanemi resopla arreglando el cabello sobre su rostro -Tienen demasiados documentos y demasiadas cajas, puede que tarde un poco más de lo que tenía planeado -Inconsicnetemente muerde el interior de su mejilla sopesando sus opciones -Aunque... si uso mi habilidad con algún incauto profesor que sepa algo de los archivos...tal vez podría...
-Oye -La rasposa voz de Tomura la saca de sus cavilaciones y la pelinegra le sonríe
-Señor Tomura -Kurogiri lo mira ligeramente impresionado por su actitud tan pasiva, el hombre ignora por completo a ambos y se recuesta en el sofá descuidadamente dejando su cabeza en el regazo femenino
-Hazme dormir de nuevo -Su voz suena ronca y carente de algún sentimiento particular fuera del fastidio, Sanemi no lo piensa dos veces y retira uno de sus guantes, deja fluir algo de su esencia y hunde su delicada mano entre las hebras azules, Tomura vuelve a parpadear un par de veces más antes de caer en la inconsciencia
-Descansa, pequeño Tomura -Sanemi sonríe apenas, no puede evitar sentir nostalgia por la imagen que tiene delante
-Se te ve muy cómoda -Kurogiri es perspicaz en su tono de voz y Sanemi se ve ligeramente impresionada
-Bueno, me gustan los niños, Tomura parece un niño muy grande, ¿no es cierto?
-Las apariencias engañas -Kurogiri trata de sonar desinteresado y hace un ademán con la mano, Sanemi continúa adormeciendo a Tomura y asiente quedamente
- ¿Cómo va mi pago?
-Todavía no mandan el reporte de hoy, pero en nuestro último contacto nos dieron noticias, los héroes empiezan a moverse
...
- ¿Qué tal tu primer día? -La masculina voz la sorprende desde atrás justo cuando acaba de retirar su camisa, quedando apenas en sujetador y falda
-Una mierda -Asevera con fastidio lanzando su ropa a una silla dentro de la habitación -Será mejor que te vayas, estoy cansada
-Creo que eso no se va a poder -Chisaki se acerca peligrosamente a la chica y Sanemi lo mira desconfiada entrecerrando los ojos
-No tengo tiempo para tus juegos...-No termina su oración cuando un par de manos la empujan con fuerza boca abajo contra la cama -Chisaki, quítate, no estoy jugando
-Tampoco yo, Sanemi...-Chisaki lo susurra en su oído retirando solo un poco su máscara y vuelve a colocarla de inmediato -Esta vez seré más cauteloso -Asegura retirando su máscara, bajo ella lleva lo más parecido a un cubre boca con filtro
-Eres un desgraciado -Sanemi le dirige su mejor mirada de odio a través del espejo y Chisaki ríe, saca un par de esposas y ahora la historia se repite, pero esta vez es ella quien está esposada
-Tenía que vengarme y lo sabes -Chisaki se coloca sobre ella y se deshace del sujetador dejando sus senos al aire -Crecieron desde la última vez que los vi
-Cállate idiota -Sanemi voltea el rostro, tratando de ocultar el sonrojo que empieza a inundarla, Chisaki apresa uno de sus senos con la mano y lo estruja sin cuidado -Oye bruto, me lastimas
-Heriste mi orgullo Sanemi, no esperes salir bien librada de esta...-Chisaki coloca la otra mano sobre la cabeza de la chica para apretarla contra el colchón mientras rasga su falda -Veamos si hoy llevas ropa interior... -Sanemi lo fulmina desde la cama -Que sorpresa -Murmura tras ver la fina prenda negra
-Iba de trabajo, estúpido -Escupe sus palabras con enojo
-Claro, porque ahora tienes un trabajo de verdad -Chisaki rueda los ojos y se deshace de la prenda sin cuidado, Sanemi aprieta los labios con enojo, pero resopla
-Si tanto te molesta que lleve ropa interior a mi trabajo, dejaré de usarla -Por toda respuesta Chisaki introduce descuidadamente dos de sus dedos y la pelinegra cruje los dientes
-No tientes a tu suerte... -Su rostro luce sereno como siempre, pero Sanemi distingue en su voz los matices molestos detrás de su máscara
...
-Cooperar fue tu mejor decisión... -Chisaki la mira recostado de lado, Sanemi luce visiblemente cansada, su cuerpo perlado en sudor y varias marcas de mordidas que comienzan a amoratarse por el cuerpo
- Enserio, ¿no piensas quitarme estas mierdas? -La chica agita débilmente sus lastimadas muñecas, rojas por la fricción del acero
-No, voy a dejarte tal y como me dejaste a mi -El chico se pone de pie y comienza a buscar su ropa para salir de la habitación
-Eres una mierda...
-Lo sé, y eso parece encantarte -Chisaki le sostiene el rostro sin cuidado y lo mueve ligeramente -Trata de dormir, vendré a soltarte temprano por la mañana, tienes trabajo después de todo -Sanemi observa como su figura se pierde tras el umbral de la puerta y un nudo se forma en su garganta cuando la puerta se cierra
-Idiota... -Susurra mientras las lágrimas vuelven a apoderarse de su rostro y más recuerdos inundan su mente.
...
Chisaki, todavía recuerdo el día que me fui, traté de llevarme a Erin, pero las cosas no resultaron bien, peleamos mucho, sé que dijimos muchas cosas, sé que nos herimos mucho también, pero sé que en el fondo sabías que mentía cuando te grité que eras un maldito desgraciado y que no quería volver a verte jamás, sé que lo sabes porque me contactaste después de todo, aunque pasaron un par de años sin hablarnos, siempre pensé que si dejaba correr el tiempo te olvidaría, pero no fue así.
Yo en cambio, viviré con la incertidumbre de no saber si tus palabras fueron ciertas, cuando te confronté sé que dividí un poco más al Shie Hassaikai, entre aquellos que te seguían y los que no, creo que nunca me disculpé por eso, pero no importa ahora.
¿Recuerdas que casi al final de la discusión, cuando no me dejaste llevarme a Erin te pedí que escogieras? Quizá lo sabes, puede que no, pero no era una elección entre Erin y yo, era entre esos enfermizos ideales y el amor que decías sentir por mí; me prometiste tantas cosas, bajaste para mí tantas estrellas, que pensé que sería sencillo escucharte decir mi nombre, pero eso no pasó.
Hoy sé que debí haberlo dicho enserio, debí haber aprendido a odiarte después de eso, pero no lo hice y por eso estoy aquí ahora, atrapada entre mis emociones, mis deberes, mis recuerdos y mis pensamientos.
En el fondo quiero irme, estoy cansada de esperar algo que quizá nunca venga, porque en el fondo sé que no vendrás por mí, pero en mi corazón late la esperanza que me obliga a esperar aquí, solo un poco más, por si un día se te ocurre regresar.
ESTÁS LEYENDO
El camino que elegimos
FanfictionSanemi ama a Chisaki del modo en que no podría amar jamás a nadie, pero después de haberse roto tanto parece que su único lugar es a lado de esos labios rotos. "Chisaki, el amor es cruel, es enfermizo, es doloroso y traicionero, y aun así... es lo q...