Vacía

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-Por fin despiertas... -Sanemi se remueve incómoda entra las sábanas, su cuerpo desnudo se atora con la blanca tela y apenas puede levantarse lo suficiente para ver ese par de ojos dorados que la atraviesan

-Chisaki... -Su nombre sale de entre sus labios como un murmuro, no puede apartar la mirada del hombre sentado delante de ella en la pequeña habitación, y sabe que debería sentirse a salvo, debería sentirse bien, pero tiene miedo y su cuerpo la delata comenzando a temblar

- ¿Creíste que no me enteraría? -El hombre sonríe burlón bajo su máscara, pero Sanemi lo sabe, por el tono de voz que usa y por la forma en la que se levanta, la pelinegra cubre su cuerpo desnudo con las sabanas y lo mira impotente

-Chisaki yo... -Y quiere decirle que no tenía opción, que debía hacerlo, pero algo en su pecho la detiene de decirlo, porque sabe que es mentira, sabe que no sólo lo hizo por eso y la culpa invade sus ojos que empiezan a empañarse de lágrimas -Yo no...

- ¿No querías? -Chisaki la mira burlón y la levanta del cabello, baja su máscara para dejar a relucir una sonrisa socarrona -Dilo

- ¿ah...? -Sanemi lo mira con duda, su cuerpo tiembla y hace lo posible por cubrirlo con las sábanas, pero Chisaki las arranca de entre sus manos con suma facilidad

-Di que no querías hacerlo, di que me amas y que harías todo por mí, vuelve a decir que me necesitas... -Murmura con molestia en su oído y la apega con brutalidad contra la pared, aplastando su cabeza, Sanemi llora, temerosa y confundida

-Para por favor...-Murmura entre hipidos -Me lastimas

- ¿Te lastimo? -Chisaki ríe burlón y tira de ella hasta hacerla caer al piso, la pelinegra continúa cubriendo su cuerpo con ambas manos mientras tiembla - ¿Eso le dijiste a él también? Que te lastimaba -Menciona con burla y Sanemi llora más, porque sabe que nunca la lastimó -Ah... ya veo -El castaño camina un par de pasos frente a la joven acomodando su máscara y pasando una mano por su cabello -Te sentiste segura, por un momento sentiste que podías dejarlo todo atrás, ¿me equivoco? -El llanto de la fémina solo aumenta con cada palabra y el hombre cruje los dientes con notable molestia -Pero entiéndelo de una vez Sanemi, no puedes escapar de tu pasado, eres tan mala persona como yo... ¿olvidaste como dejaste atrás a Erin para escapar sola?

-Yo no... no quería... -Murmura apenas, sin atreverse a levantar la mirada del suelo y el hombre se aproxima para ponerse a su altura

- ¿No querías? -Ríe burlonamente y vuelve a tomar el cabello de la chica entre sus dedos, esta vez con delicadeza -Que nunca se te olvide la clase de monstruo que eres Sanemi, ¿quién podría fijarse en ti con eso? -De un tirón retira el cabello que cubre recelosamente su rostro mostrando la carne mal cicatrizada que se ha formado después de tantas quemaduras, la pelinegra llora aun más fuerte y trata inútilmente de cubrir su rostro con ambas manos, Chisaki la jala de vuelta a la cama y la obliga a mirarse en el reflejo de la ventana -Jamás lo olvides...

-Basta... ¡Basta!

Hay un estruendo y al minuto siguiente la ventana está rota, una espesa esencia oscura revolotea por toda la habitación mientras la chica cubre sus oídos con ambas manos, acostada boca abajo contra el suelo, llora entre sonoros hipidos y gimoteos de dolor, su rostro es cubierto ahora en su totalidad por su cabello y no lo levanta del piso, lanza gritos y maldiciones mientras no puede evitar retorcerse y las lágrimas no dejan de salir una tras otra mientras el ambiente se pone cada vez más denso.

- ¡Señorita...! -La voz de Kurogiri se detiene en seco al observar la escena

- ¿¡Qué mierda...?! -La de Dabi se corta igual de abruptamente al observar lo mismo que el incorpóreo hombre observa - ¿Qué mierda le pasa?

El camino que elegimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora