-Sanemi... -Su voz rasposa la despierta cuando su cálido aliento rosa su oreja y entreabre un poco los ojos
-5 minutos más...-Murmura cansada, la noche anterior había sido una en verdad larga, y se preguntaba de dónde sacaba tanta energía aquel hombre
-Tu pago fue completado -Tomura ríe entre dientes cuando la observa girarse por completo en la cama, mirándolo fijamente, su único ojo visible brilla
-No puede ser...-Una pequeña lágrima corre por su mejilla y una tímida sonrisa aparece, pero entonces otra mueca se sobrepone a ella - ¿Y Chisaki?
- ¿Quieres despedirte? -Tomura le ofrece una mano y Sanemi traga pesado, respira hondamente y aprieta un poco la blanca camisa que cubre su cuerpo, una o dos tallas más grande que ella, debajo de ella no hay otra cosa que un pequeño calzón negro, finalmente la chica coloca su mano con delicadeza sobre la del contrario, tomando solo 4 de sus dedos
-Quiero hacerlo -Afirma, su voz suena decida, pero sus ojos tiemblan, así que Tomura sonríe, una de esas sonrisas perturbadoras que asustarían a cualquiera, pero a raíz del encierro Sanemi ha aprendido a sentirse tranquila con ellas.
...
Así que ahora está ahí, la camisa de botones es lo suficientemente larga para cubrir su ropa interior, pero ha salido tan a las prisas que sigue descalza, el viento remueve su cabello y levanta un poco la camisa, su vista permanece clavada en el auto detrás del camión en donde permanecen antes de que este vuelque y se prenda en llamas, de el sale volando lo más parecido a una camilla y reconoce de inmediato ese castaño cabello, sus ojos se abren con cierta sorpresa y aquel sentimiento casi olvidado la obliga a llorar.
-Oye princesita...-Dabi la llama con burla, ha sido su nuevo apodo desde que le permitieron andar por el bar -Viniste a despedirte de tu príncipe, ¿no es cierto? -Sanemi traga pesado, se muerde los labios y aprieta un poco el borde de metal a su lado
-Vamos... -La voz de Tomura suena seria, carente de emoción, pero con notable fastidio mientras se adelanta saltando del camión que se ha detenido, Mr. Compress lo sigue de cerca y Dabi baja de un salto
-Vamos princesita -La mira con burla extendiéndole una mano y la chica la toma temblorosa, el pelinegro la jala y de repente está entre sus brazos, ella lo mira confundida -Sería una lástima que la chica del jefe se lastimara los pies, ¿no es cierto?
-Gracias...-Sanemi lo murmura en un hilo de voz, ligeramente cohibida por haber sido llamada "la chica del jefe", en realidad nunca había tenido novio o alguien que la llamara "su chica", lo más cercano había sido Chisaki y ahora estaba ahí, tendido en el suelo con Tomura a su lado
- ¿Tu ibas a ser el próximo gobernante? -Tomura parece soltarlo con burla, pero las facciones de Chisaki no se inmutan
- ¿Vienes a matarme? -Sanemi aprieta los labios desde su lugar, sabe que es un idiota sin remedio y que ahora que sus planes se fueron al carajo parece que nada le importa y llora, porque sabe que sus ideales siguen siendo más importantes que ella
-No -Tomura lo dice con simpleza, como si dijera lo obvio -Estuve pensando en qué sería lo que más aborrecerías... -Da un pausa soltando un suspiro -Te odio -Confiesa con simpleza -Porque eres arrogante -Y retira de su rostro la mano que lo cubre, hay un extraño sonido y de repente el brazo izquierdo de Chisaki ha desaparecido, en su lugar queda una pequeña canica azul y Sanemi mira impresionada, quiere decir algo, hacer notar su presencia, pero no es capaz de emitir palabra alguna
-Yo también -Señala Mr. Compress desapareciendo la pequeña canica mientras exhibe su brazo metálico, aquel que el propio Chisaki había desaparecido
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El camino que elegimos
FanfictionSanemi ama a Chisaki del modo en que no podría amar jamás a nadie, pero después de haberse roto tanto parece que su único lugar es a lado de esos labios rotos. "Chisaki, el amor es cruel, es enfermizo, es doloroso y traicionero, y aun así... es lo q...