Primer día de trabajo

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-traje... a alguien...-Murmura el pelinegro antes de caer estrepitosamente en el suelo de madera creando un eco

-Ah, que distraída, mi culpa -La pelinegra sonríe despistadamente agachándose para levantar a Dabi, pero antes de que pueda levantarse una espada hace presión contra su cuello

- ¿Quién eres y qué quieres? -Spinner la mira desconfiado y Sanemi sonríe tranquila

-Vine por trabajo -Asegura levantando ambos brazos y dejando que el cuerpo del pelinegro vuelva a caer al suelo

- ¿Qué le hiciste?

-Solo está dormido -Asegura aun agachada en su lugar -Estas viendo mucho mi escote, ¿se te perdió algo?

- ¿Qué? Yo no... yo no estaba -Ligeramente azorado Spinner se distrae y quita la espada así que Sanemi se pone de pie

-Oh, no seas tímido, ¿quieres ver más? -Sanemi baja divertidamente un poco más la tela del vestido y a pesar de que el reptil niega repetidas veces sus ojos no son capaces de apartarse de ese lugar concreto, una vez distraído la pelinegra solo aproxima su mano al reptil y después de sentir el encandilante dulzor de su piel cae rendido al suelo

- ¿Qué es este alboroto? -Kurogiri sale de una habitación contigua al bar y mira fijamente a la pelinegra que le sonríe, en el piso Dabi y Spinner duermen profundamente

-Debes ser Kurogiri

- ¿Cómo encontraste la liga?

-Cualquiera con medio cerebro puede hacerlo -Sanemi parece hacerlo ver muy obvio, no quiere decirle que ha usado otros medios para lograrlos así que mira sus uñas desinteresadamente

- ¿Qué se le ofrece? Señorita...

-Sanemi -Completa la chica con una sonrisa -Vine por cuestiones... laborales -Acota finalmente sin despegar su vista del sujeto con apariencia nubosa.

-Kurogiri, ¿qué demonios está pasando? -De la misma puerta de donde había salido aquella intangible creatura, sale un hombre de hebras celestes irregulares y una mirada rojiza intimidante y Sanemi rueda los ojos con cierto fastidio, ¿Cuántas veces más la iban a interrumpir?

-Ah, señor Tomura, debería seguir descansando...

- ¿Quién es esta mujer? -El hombre desaliñado mira despectivamente a la única mujer en la sala y una insana comezón comienza a inundar su cuello así que comienza a rascarse de manera innecesariamente fuerte mientras se acerca a ambos

-La señorita Sanemi vino a presentarse por cuestiones laborales, nada de lo que deba preocuparse, yo me encargaré de atenderla -Asegura Kurogiri, pero Tomura parece ignorarlo y mira fijamente a la chica con desconfianza sin dejar de castigar su cuello

-No puedo dormir -Parece casi reclamar -Y estos idiotas están durmiendo en el suelo -Murmura viendo a ambos hombres tendidos en el suelo

-Cariño, estás muy estresado, ¿por qué no te acercas un poco? Te hare sentir mejor -Sanemi muestra su palma descubierta de forma inofensiva, Tomura deja de rascarse para dirigir toda su atención a aquella mujer y comienza a acercarse a ella de forma amenazante, sin quitarle la mirada de encima

-Escucha, no se que pretendes, pero seguramente no me conoces -Tomura la mira amenazante y levanta una mano en su dirección, Kurogiri se prepara para intervenir, pero en un rápido movimiento que ni el había anticipado, la chica ya descansa su palma sobre el demacrado rostro de Tomura

- ¿No te sientes mejor así? -Sanemi le sonríe con cierta comprensión, Tomura siente un agradable aroma que lo hace bajar la mano

-Me siento... cansado... -Articula lentamente

El camino que elegimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora