Dulces Labios

3

Suna descansaba su cabeza sobre el hombro de Osamu quien dormía sobre la cabeza recostada en su cuerpo. Ambos soltaban suaves ronquidos, los de Suna un poco inperceptibles, pero que aún así se alcanzaban a escuchar si te acercabas lo suficiente.

La verdad estaban cansados y sabían que estaban mal cuando decidieron trasnochar por andar de hormonales. Osamu se levantó viendo como llegaban al hotel donde se quedarían, vio a Rintarou profundamente dormido considerando llevarlo estilo princesa o despertarlo. Suna se levantó de golpe asustando al menor y se paro del asiento tomando sus cosas mirando a Osamu en el proceso.

—Vamos a salir? — preguntó y el teñido asintió tomando sus pertenencias para salir junto a él —lo más probable es que vayas a compartir habitación con Atsumu.

—La batalla por quien se dormirá primero sera infernal — se burló de su desgracia haciendo sonreír momentáneamente a Suna.

—Ojalá no me toque con alguien llamado Kita — murmuró y Osamu rió ante el comentario de Suna, no es que odiara a Kita, era que no lo soportaba.

—Suna y Kita compartirán — exclamó el entrenador y el menor de los nombrados agachó la cabeza con la estruendosa risa de Osamu de fondo junto al sonido de una canción recalcando su mala suerte.

—Teníamos que poner música de fondo o no? — comentó Atsumu con su celular reproduciendo una canción.

—Osamu y Atsumu juntos — nombró y los gemelos miraron al piso, aunque se lo veían venir llevaban la mínima esperanza de no compartir juntos habitación una vez en su vida.

—Jamás en la vida seremos felices — dijeron al unísono con la risa de Suna de fondo burlándose de Osamu y Atsumu.

—Vamos Suna — mando Kita haciendo que el aludido hiciera una mueca y lo acompañará al que sería su cuarto —sinceramente le pedí al entrenador que no te dejará quedarte con Osamu… porque lo consideró ya que los gemelos fastidian mucho juntos… pero prefiero eso a que me digan que terminaste inválido o que no puedes jugar porque te duele la cadera — explicó y el rostro del menor se torno a un carmín muy suave mientras fruncía el ceño molesto por eso que Kita decía.

—Ya verás que no vamos a hacer nada en estos días que nos haga perder — clamó bastante indignado por lo dicho por su capitán quien sonrió delicadamente —por momentos como estos es que recuerdo que en definitiva no eres un robot sin sentimientos — murmuró y siguió a Kita quien rió suavemente ante el comentario de Suna, bien sabía que el menor no lo odiaba solamente le frustraba su forma de ser quedando así con el pensamiento de que posiblemente era un robot.

—Osamu y tú en una habitación sola es que alguno de los dos salga lastimado… por qué yo no se si recuerdas la verdadera razón por la que no le ganamos a Itachiyama el año pasado? — lo miró volviendo a su expresión y Suna desvío la mirada avergonzado —si claramente recuerdas que Osamu estaba dolido de la cadera como para jugar en su mejor forma… y me preguntó yo a qué se debe eso? Será porque confiamos es que ustedes serían mejor juntos que separados y terminamos perdiendo un juego? Quien sabe.

—En mi defensa… Osamu me sedujo ese día — se excusó el menor y Kita negó, no sabía si creer o no, pues bien sabía que Osamu, la vez que los encontró en aquella pequeña situación, fue quien dio la idea y Suna lo siguió sin importancia.

El recuerdo en la mente de Shinsuke se veía nítido aún pasado un año, se podría decir que se traumo al ver a sus compañeros a punto de coger y es que, quién no? Era impensable para él que a Rintarou le daba la mente para más que vóleibol y que a Osamu le diera la imaginación para más que competir con Atsumu.

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Corría al gimnasio, le había dado las llaves a Osamu para que lo abriera para jugar con algunos amigos, si eso le había dicho. Kita solo abrió la puerta esperando encontrarse con el sonido del impacto del balón, pero nada y es que seamos sinceros, Kita se había jactado de que los gemelos Miya si fueran al gimnasio con sus amigos, pero al encontrarse con Atsumu y los demás chicos se preguntó ¿dónde estaba Osamu si no estaba regresando con Atsumu?