Dulces Labios

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Suna se pegaba mentalmente al mismo tiempo que pisaba disimuladamente el pie de Osamu que llevaba quejándose, por lo bajo, todo el momento por lo brusco que estaba siendo el menor con su "piecito".

—Tarou deja a mi piecito o no podré jugar bien — amenazó y el aludido soltó un jadeo indignado.

—Él que no podrá jugar bien seré yo, bruto — y puso más fuerza en su pie para lastimar un poco al mayor —ay ya que… no puedo joderte el pie ya que eres Miya Osamu y lamentablemente te necesitamos muchísimo — confesó dejando de pisar al anteriormente nombrado quien agradeció.

—Pero tú también importas mucho — aseguró con total confianza queriendo tomar las manos del menor que se veía algo molesto, pero no por él específicamente.

—No me refería a eso… no me malinterpretes, yo se que también importó para el equipo… a lo que me refería es que eres el gemelo de Atsumu y quien puede también llegar a ser armador si se le da la gana mientras le rompe las esperanzas a los demás equipos con su forma de jugar junto a su hermano… sin ti, Atsumu no es él… eres importante a eso me refería… además eres importante para mi — explicó y Osamu sonrió abrazando momentáneamente a Suna quien sonrió sintiendo arder su cara por lo tan cursi que dijo, a su parecer —y también tu piecito.

—Mi piecito está feliz de saber eso al igual que yo — beso fugazmente a Suna mientras se adentraban a donde sería su juego dejando lo que todos sus sentimientos fueran dejados en el juego, esperando ganar para que Atsumu dejará de fastidiar con ese tal Tobio.

Todos preparados para atacar y defender, esperando el golpe del balón. Al momento de Suna prepararse para bloquear el balón que venía hacia ellos, aquel enano pelinaranja se desvío de lo que debía hacer y no golpeó el pase. Rintarou se quedó quieto mirando como el pequeño empezaba a reprocharse el no golpear el balón diciendo que se le olvidó por haber maximizado el salto. Al caer totalmente se quejo sutilmente del dolor de sus caderas, cosa que a pesar de estar lejos de Kita, se dio cuenta de ello y supuso lo que iba a pasar, pero se fiaba de dos cosas, uno que Suna aguantaba más el dolor y de eso se dio cuento un día de entrenamiento, dos el equipo era relativamente nuevo en estas competencias, podría haber una posibilidad de que sin Rintarou en la mejor forma ganarán debido a lo anteriormente dicho y hecho por el equipo. Aún asi Kita no quitaba que si llegaron allí debían ser fuertes, y más con ese tal Tobio del que Atsumu ha estado hablando tanto.

—Veo dos posibilidades aquí y ahora, o perdemos o ganamos — todos lo miraron y vieron que Suna se iba para dejar al libero hacer su trabajo, miró al chico recién llegado —si perdemos te pongo a saltar toda la tarde.

—Por qué? — se preguntó mirando a Kita quién le vio con sutileza la cadera haciendo que la cara de Suna se tornará de un carmín muy fuerte —Kita te juro que esta vez también paso lo de la otra vez, que no soy yo quien toma las ideas.

—Pero igual caes en sus juegos y pasa lo que en un 50% de posibilidad pasará — explico y Suna aspiro suavemente el aire de allí tratando de calmarse, sabía que habría una persona fastidiada y otra enojada que obviamente no lo demostraría.

—Pero igual vamos a ganar, no ves que el que parece naranja saltarina se olvidó de golpear el balón hace un instante? Es obvio que podemos ganar — obvió la situación haciendo pareces que sería un 40-45% de posibilidades de perder —aunque… vencieron a Tendou — pensó detenidamente aquello.

—Ya ves? No voy a obviar algo que tú sabes… tenemos tantas posibilidades de ganar como de perder… aunque confío plenamente en ustedes para ganar — comentó sonriendo con sutileza haciendo que los del equipo se quedarán paralizados de lo lindo que ha dicho Kita.

—Ya verás que vamos a ganar, Kita — aseguró mirando como Osamu y Atsumu hacían de las suyas copiando el ataque del dúo de Karasuno.

Llevaban bastante tiempo jugando, tal vez cansados, Suna sentía que se iba a joder aún más la cadera debido al esfuerzo que ha estado haciendo y Osamu se sentía culpable al escuchar de cerca como Rintarou se quejo por lo bajo del insufrible dolor en su cadera más aquella cara de fastidio que ponía cada cuanto debido al otro equipo o alguna idiotez de su gemelo, había estado jodiendo un poco a un chico rubio alto y se sacaba de quicio solito debido a ese bloqueador.
Mejoró de alguna forma la llegada de Kita, pues se sentían más imponentes con su capitán allí junto a ellos para finalmente joderle el juego a Karasuno y seguir. Pero hasta allí con Kita junto a ellos perdieron, se sentían frustrados, Suna a veces murmuraba imaginandose lo que pudo haber hecho antes y como haber ganado, repasando todos sus errores y cosas buenas.