Josué

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- Sal de lo que te hace sentir inconforme y verás nuevas oportunidades en tu vida -.

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Personalmente pienso que no hay nada peor en la vida que una persona inconforme.

No sabes lo mucho que me jode ver a una persona que no sabe que mierda es lo que quiere.
Escogen esto, escogen lo otro y al final no quería ni una cosa, ni la otra.

Claro que la vida te tiene que castigar en algún momento, y a mí me castigó mandándome una persona así.

No me malinterpretes, amo a Josué, pero esa pequeña parte de él, me hace querer salir corriendo lo mas lejos posible de su presencia.

- Bebé, te amo - me decía entre risas.

- Claro, claro, me amas a mí y a otras tipas más - le dije de la misma forma.

Y era cierto, las mismas palabras que me decía a mí, se las decía a mas mujeres.

- Bebé, pero a ellas no les pongo ningún apodo - siguió diciendo.

- ¿Y debo sentirme especial por eso? - pregunté con ironía.

- Claro bebé, debes sentirte segura ya que solo a ti te lo digo de verdad - contestó mientras me guiñaba un ojo de forma coqueta.

Si no lo que es él, realmente me sentiría ofendida ante sus palabras.

Cuando hablaba con Josué no podía dejar de preguntarme cientos de cosas sobre él.

¿Que quiere conseguir con enamorar a varias chicas al mismo tiempo?, ¿Porqué les dirá lo mismo a todas?, ¿Tan difícil es para él hablar con la verdad?.

- Deja de verme como si quisieras matarme - me decía cada vez que me descubría observándolo.

Mí historia con él es la mas complicada de todas ya que a lo largo de los años es con el que mas problemas he tenido en el grupo.
¿Quieres adivinar porque?.
Te doy una pista.
SU JODIDA INCONFORMIDAD.

El chico de las mil relaciones y que ninguna de sus conquistas se daba cuenta de lo que él era, pero yo si lo sabía perfectamente.

- ¿Porqué juegas con ellas? - pregunté con mucha intriga.

- Se a lo que quieres llegar bebé, y sí, estoy consiente de que en algún momento la voy a pagar muy caro, pero hasta entonces, déjame disfrutar un poco - respondía con tranquilidad.

Josué es el típico chico hermoso que a toda chica se le moja la ropa interior con solo verlo pasar, y su astucia estaba del lado de esa hermosura.

No había chica que se le resistiera, pues su sonrisa era como un maldito imán de mujeres.

Personalmente yo no tenía problemas con eso, total, él era libre de disfrutar su vida y sexualidad como a él se le diera la gana.

Pero cambié de pensamientos cuando él se acercó a mí y me contó su verdad.

- No se si soy inseguro - dijo dándole un sorbo a su bebida, pues la única forma de que él fuera sincero era con el alcohol.

- He escuchado a muchas mujeres decirme que me aman, pero hay algo en mí que exije más, mucho más -.

- No entiendo - dije realmente confundida.

Él guardó silencio por largos minutos y soltando un suspiro volvió a hablar.

- No soy creyente de las palabras y lo sabes, las personas dicen tantas cosas con tal de conseguir lo que quieren, es por eso que cuando alguien me dice que me ama, no soy capaz de creerlo y realmente busco a alguien que me diga que me ama hasta encontrar seguridad en sus palabras, pero por mas que busco, no puedo encontrar lo que quiero - dijo con melancolía.

Dejé salir un suspiro tras sus palabras, quería hablar, quería decirle algo, pero él no me dejó decir ninguna palabra.

- Mírame - dijo con burla - Estoy buscando a alguien que me diga que me ama y que realmente lo sienta, cuando yo digo cien te amo en un día y cada uno dirigido a una mujer diferente, el chiste es que yo tampoco siento ninguno - tomó aire y continúo hablando - El único te amo que he dicho y es verdadero es dedicado a ti, y se que el que tu me dices es igual de verdadero, pero ambos sabemos el lugar que tenemos en la vida del otro - terminó diciendo mientras levantaba la mirada y la conectaba con la mía.

- Si tus chicas escucharan esto, te juro que todas se reunirían y vendrían juntas a darme una paliza solo por eso - dije bromeando causando que una carcajada saliera de él.

Cuando se calmó, volvió a conectar su mirada con la mía y dijo:

- Tu eres real, bebé -.

Esas palabras se quedaron tan gravadas en mí, que no sabes cómo sufrí cuando me enteré de que él me había ocultado algo que a mí me había destrozado y que él pareció disfrutarlo.

Lloré al recordar sus palabras.

"Tu eres real, bebé".

Acaso, ¿Esa también había sido solo una de sus frases vacías?.

Las Facetas Del Amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora