Mil veces tú.

Días amargos.

Lo logró, Naruto había logrado derrotar al líder de Akatsuki y salvar a toda la gente que hasta antes de esto seguía temiendo su poder.

Una multitud de personas se acercó a él y uno a uno fue felicitandolo por tan increíble hazaña. Una mujer se acercó a él y le dió las gracias más sinceras del momento, detrás de ella se encontraba un niño pequeño que fue rescatado por el ahora respetado shinobi.

Cuando todo acabó miró hacía el cielo, agradeciendo a todos aquellos que le ayudaron a mantenerse firme y pidiendo perdón a aquellas que algún día odio. 

Se tocó el pecho, en la zona del corazón. Cuando el Kyuubi se descontroló pudo salir adelante gracias a sus padres. Nunca los vio en su infancia y sus sentimientos hacía ellos no estuvieron claros hasta el día que entendió el porqué habían encerrado a un Bijuu dentro de él.

Naruto pudo hablar con ellos, aunque hayan sido 5 minutos, fueron los 5 minutos que más ha atesorado en su vida, sentir una caricia de su madre y recibir un elogio de su padre fueron las muestras de amor que él podía pedir.

- Gracias a ambos - Sonrió mirando el cielo lluvioso, sabiendo que por fin pudo despedirse de ellos como siempre lo quiso,

Abandonó el campo de batalla, estaba débil y necesitaba descansar. La mente, el cuerpo y el Kyuubi le pedían un descanso, aún siendo un shinobi prodigio también seguía siendo humano. Y así lo hizo, cada paso que daba rumbo a su pequeña habitación era un aplauso de la gente de Konoha, se sentía feliz, ya no era un monstruo temido, ahora lo admiraban, por fin habían entendido que nunca fue un monstruo, solo era diferente.

Cuando llegó a su habitación lo primero que hizo fue acostarse, era raro que él no tuviera hambre pero ahora había algo más rondando su mente.

Se sentía extraño, se sentía en paz. No solo con la aldea y con los grandes amigos que había hecho, sino que también con él mismo, había logrado su propósito y aunque es consciente de que el verdadero lider de Akatsuki sigue libre y planeando su próxima jugada, hoy solo quería dormir sintiéndose humano y no una bestia.

Antes de dormir, sacó de su bolsillo un pergamino y de el un collar. Un collar que le dio la persona lo había estado observando y protegiendo toda su vida, a pesar de que él nunca se dio cuenta hasta antes de partir con Jiraiya.

Hoy no había sido diferente, supo que ella estuvo con él en todo momento de la batalla y está seguro que sin su apoyo no hubiera podido vencer a pain. Se puso el collar y cerró los ojos intentando conciliar el sueño. Esta noche sería fácil hacerlo.

Antes de dormir recordó una vez más a aquella persona, hoy la pudo conocer y mañana hablará con ella. ¿Por qué lo ayuda?, ¿Por qué nunca se mostró?, tenía tantas cosas que preguntar, pero eso ya sería mañana, ahora necesitaba descansar.

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^^ Hace muchos años. ^^

Naruto despertó, odiaba hacerlo. Él sabía que otro día abriendo los ojos era un día más teniendo que aguantar las miradas de miedo de la gente, no lo odiaban pero nunca fue visto como alguien normal. Tal vez él era el que estaba mal, siempre fue muy comprensivo con las personas de la aldea, él también tendría miedo de alguien que lleva dentro un monstruo capaz de destruir su hogar.

Desayuno lo más rápido posible,se había levantado tarde y tenía que llegar a tiempo a la academia. Nunca le interesó ser ninja, pero lo hacía por la promesa que le hizo a su "tía". Al parecer Mikoto siempre fue muy cercana a Kushina, las personas suelen decir que si no hubiera sido por el color de cabello de la Uzumaki y sus temperamentos tan diferentes, nadie las podría distinguir.