La noche cayó en Konoha. Después de varias horas platicando y rememorando viejas glorias, todos los miembros del equipo 7 decidieron que era hora de terminar el día. Todos menos el rubio Uzumaki que a pesar de haberse mostrado alegre en estas horas, su cabeza estaba tratando de comprender las cosas.
Cuando salió de la casa de Kakashi se puso a pasear por los alrededores de la aldea. Su distracción fue tal que no se dio cuenta que desde hace varios metros había una mujer de ojos marrones. Dicha mujer era también la dueña de sus pensamientos erráticos.
- Naruto, ¿estás bien? - habló por primera vez desde que lo empezó a seguir.
Después de una larga caminata, habían llegado al punto más alto de Konoha, un lugar en el que Naruto podía aclarar siempre sus pensamientos. Aquella montaña que tenía grabada el rostro de los Hokages anteriores siempre fue un sitio terapéutico para él.
Su cabeza se giró cuando escuchó la voz de Rin. Miró sus ojos marrones, su cabello del mismo color y su piel blanca, después de verla siempre con máscara aún se le hacía raro ver su rostro pero era algo que le gustaba.
Precisamente por eso estaba tan confundido, después de tanto tiempo conviviendo juntos desde que regresó del viaje con Jiraiya había desarrollado una gran cantidad de sentimientos hacia ella aún sin saber su verdadera identidad.
Anteriormente pensó que cuando por fin supiera de quién se trataba podrían empezar a tratarse de mejor manera y a convivir más allá del tiempo que pasaban juntos en misiones. Sin embargo, después de haber escuchado su historia tenía serias dudas.
Rin se sentó junto a él cuando no hubo respuesta a su pregunta. Lo conocía demasiado como para saber que algo lo estaba perturbando pero su indiferencia no le permitía descifrar por completo el qué.
- Qué soy para tí? - Preguntó Naruto sin el valor de verla directamente.
La pregunta sacó de sí a Rin, no entendía muy bien el porqué de la pregunta y tampoco le encontraba el sentido.
- Quiero decir... ¿Significo algo para tí o solo soy una misión más? - Naruto reformuló la pregunta.
Rin metió la mano a su propio kimono y de él sacó una pequeña fotografía de ella junto a Kushina y Minato cuando esta aún estaba embarazada de Naruto.
- Es cierto que cuando Kushina me lo propuso lo acepté para mostrarle mi gratitud y solo esperaba el día para volver a ser normal -
Naruto la miró de reojo y se puso un poco triste ante la respuesta que le habían dado. Quiso hablar pero por algún extraño motivo su voz no salía y sentía un enorme nudo en la garganta que le impedía expresarse.
- Pero cuando pasó el tiempo y te ví crecer y cumplir todo lo que te propusiste empecé a verte con otros ojos. -
Los ojos de Naruto se agrandaron y su animo cambió drásticamente pero aún no podía decir nada.
- Con el tiempo me fui dando cuenta de lo que significas para mí y en este momento de mi vida estoy completamente segura de que quiero pasar el resto de mis días junto a tí. -
El sentimiento le pudo a Naruto, nunca había sido alguien que llorara frente a los demás y solo contadas personas habían visto ese lado más sensible que tenía. Sin embargo, junto a ella sentía que no le importaba nada, siempre sentía que su lugar seguro estaba con ella.
- Rin, nunca conocí el amor de una madre o un padre, pero estoy seguro de que lo que siento por tí no es ese tipo de cariño. Realmente me gustas. -
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Mil veces tú.
RomanceNaruto Uzumaki, cobijado por un poder especial, pero despreciado por lo mismo. Solo tiene un objetivo, conseguir el respeto de aquellos que lo rodean, aunque eso implique convertise en Ninja. Creció creyendo que su padre, el cuarto hokage marcó su d...