1o de octubre - Eye contact

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Otayuri – AU

Yuri miraba enfadado por la ventana, el ruido a su alrededor se escuchaba lejano. Había escogido la mesa de estudio de la biblioteca más alejada, situada en una de las esquinas del lugar y, como siempre, esparciendo libros y sus pertenecías entre los lugares restantes para que nadie lo molestara, aunque no era como si algún valiente se atreviera a acercárcele.

— No me estas prestando atención ¿verdad? — una voz a su lado, que antes había sido solo ruido lo hizo salir de su trance.

— No estoy de humor Bavicheva — se quejó mientras resoplaba en un intento de apartar el mechón de cabello que le cubría parte del ojo. Pero en el fondo sintió miedo de sí mismo, estaba tan metido en sus asuntos que no se percato que su amiga llegó y se sentó a su lado.

— ¿Sigues sin poder acercártele? — Mila, llena de ternura y diversión le revolvió el pelo, para enojo del rubio, al ver cómo el chico más popular de la escuela suspiraba por alguien que parecía no notar su existencia.

— Es que, no es posible que no note mi existencia — se quejó por lo bajo.

— ¡Me debes un chocolate! — lo interrumpió — no lo dije, pero lo pensé.

— No sé de qué estás hablando y ni me interesa — le dijo con un gruñido y siguió mirando por la ventana.

— ¿Lo estas stalkeando de nuevo? — dijo arrimándose a su lado.

— ¡No te me encimes, bruja! — se quejó haciéndola a un lado — respeta este recinto del saber.

— Tu eres el primero que no respeta la biblioteca — se acomodó en la silla de al lado mientras aventaba las cosas de Yuri a la otra silla — vienes todos los días a este lugar solo porque tiene buena vista hacia las canchas de basquetbol. ¡Háblale de una buena vez!... y quítanos a todos el sufrimiento de verte suspirar por él.

— Yuri Plisetsky no puede bajar de su pedestal a hablarle a un simple "mortal" — dijo una voz enfrente de ellos.

— Piérdete Chulanot — gruño Yuri sin mirarlo — el cerdo está en clase con el anciano.

— "Clases privadas" — secundó Mila haciendo un ademán vulgar sobre lo que suponía que estaban haciendo en realidad.

Pitchit lo sabía y por tanto no podía ir al dormitorio si no quería pasarlo mal. Así que decidió ir a la biblioteca y para su fortuna vio a los rusos.

Mila le hizo una seña para que tomara asiento. Recién había sido presentado con ellos gracias a Yuuri, su compañero de habitación que se llevaba bien con Viktor, un amigo cercano de Mila y Yuri y no iba a desaprovechar de juntarse con dos de las personas mas populares del lugar.

Yuri era un estudiante de primer semestre y desde el primer día fue el foco de atención, su belleza era tal que tenía suspirando a un gran número de personas, tan solo la primera semana tuvo tantas confesiones que no había alumno que no supiera quien era él. Obviamente rechazo a todos. Le parecía molesta esa actitud y obviamente a todos siempre los recibía con una helada mirada. Su carácter no era el mejor de todos y aunque era de una fina figura llegó a patear varios traseros de personas que comenzaron a molestarlo por tener la admiración de muchos.

Pero había una persona que parecía no notarlo, de estar en otra dimensión y no saber siquiera que él existía. La única persona que desde el primer momento de haber pisado esa universidad llamó su atención.

— ¿Otabek Altin? — Pitchit preguntó extrañado mientras se asomaba por la ventana, lleno de curiosidad qué era lo que tanto miraba el rubio. Las canchas estaban vacías porque había estado lloviendo toda la mañana y solo una persona practicaba tiros.

WORDTOBER 2021 (OTAYURI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora