Capítulo único.

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George no está teniendo un buen día. Últimamente, eso no es poco habitual. Se despertó con el olor de Meredith cocinando, el olor que te dice que debes correr por tu vida antes de que sea muy tarde, luego de haber dormido en el piso para que Lexie tomara el sofá (¿dolor de espalda? así es).

Y luego su madre, la madre a la que no ha llamado en mucho más tiempo del que le gustaría, vino de visita sorpresa al hospital con ropa de bebé neutra, y George tuvo que tener la charla que había estado posponiendo, sobre el divorcio y su alma perdida y la decepción en la que se había convertido.

Está de acuerdo en lo de decepción, pero de todas formas es... es una conversación difícil para tener con su madre.

Todo eso sin mencionar el bebé de Bailey, el pequeño y dulce Tuck, que está en estado crítico.

En fin, día horrible.

Y ahora, mientras se dirige a ver cómo está la doctora Bailey y su bebé, Alex lo atrapa en el camino.

Definitivamente no tiene la energía para lidiar con cualquiera que sea la mierda que Alex planee lanzarle hoy. Así que se suelta del agarre cuando Alex envuelve su mano alrededor de su brazo.

—¿Qué quieres, Alex? —pregunta. El cansancio es notorio en su voz mientras levanta la mirada para ver a Alex a los ojos.

Al menos Alex no parece estar buscando pelea. Se rasca la nuca y se clara la garganta y dice:—Necesito que vengas conmigo.

Okay, eso es raro.

George frunce el ceño con confusión.

—¿Por qué? —pregunta, desconfiado.

Alex parece estar luchando con sus propias palabras para poder hablar.

—¿Sabes explicar una reparación de disección de arteria coronaria? —dice al final.

El ceño fruncido de George se profundiza.

—¿Qué?

—¿Sabes o no, O'Malley?

—Si, por supuesto que sé. Sé que estoy repitiendo pero no soy un incompetente —George afirma, moviendo sus pies con incomodidad—. ¿Por qué-?

Pero Alex no le deja preguntar. Lo toma del brazo y lo dirige por el pasillo.

—Bien. Entonces vamos.

—¿Qué- ? Alex, no ten- —George intenta reclamar porque francamente no tiene ni idea de lo que está pasando, ni a dónde van, ni mucho menos que quiere Alex de él y, en todo caso, ¿desde cuando Alex lo busca voluntariamente para cualquier tipo asunto?

Sin embargo, antes de que puedan hacer más preguntas, ya están dentro de la habitación de una paciente. La paciente de Hahn. George traga saliva y se endereza.

¿Alex quiere ayuda? ¿Su ayuda? Es mucho más probable que quiera tenderle una trampa. ¿George debería correr ahora o eso se vería muy poco profesional?

—La doctora Hahn dijo que tendría un infarto ésta tarde y no sucedió —Alex le dice a la paciente.

George se mantiene un poco escondido detrás de Alex, intentando entender el panorama de la situación ya que claramente su oportunidad de huir se ha ido.

—¿Cree que se debe a la sanación después de todo? —la paciente le pregunta. George cree que se perdió de algo importante de esta conversación.

—No, pero la voy a ayudar de todos modos. Oh, bueno, él lo hará —Alex mira a George, señalándolo con la cabeza—. Es el doctor O'Malley.

George intenta preguntarle con la mirada ¿Qué demonios? Pero Alex no lo capta o lo ignora, así que a George no le queda más que aclararse la garganta y sonreírle tímidamente a la paciente y sus acompañantes.

Bright yellow | Galex.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora