𝐀𝐂𝐓𝐎 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐄

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El abismo grisáceo que se divisaba en los ojos de aquel Noir reflejaba bastantes emociones, desde la impotencia al no poder hacer nada hasta la angustia que sentía por ambos hermanos, finalmente tuvo que decidirse por uno de ellos y, a sabiendas de que Jake estaría mejor solo y tendría tiempo para tranquilizarse, optó por sentarse al lado de Hazel y pasar su brazo por encima de los hombros de la menor, abrazándola.

—Hazel—. Acarició el cabello de la fémina. —Todo va a estar bien, linda, puedes llorar si quieres, eres un ser humano, tienes todo el derecho a sentir—. Aquellas conmovedoras palabras salían desde el fondo de su corazón.

La castaña estuvo a punto de desmoronarse, quería llorar a mares no solo por lo sucedido, sino también porque había discutido por primera vez en su vida con su hermano y sinceramente comenzaba a preferir el dolor físico que había sentido miles de veces en su pasado al dolor emocional que le había producido ese conflicto.

—Yo...—. Regulus había salido de su escondite, había escuchado todo después del sonoro grito del ojiverde y se sentía apenado por eso pero tarde o temprano debía irse de allí.

La vista de Hazel seguía en el suelo, se sentía ajena a su entorno así que solo se permaneció callada, había enmudecido con todo lo sucedido y no tenía planeado hablar por un largo rato, simplemente se quedó en blanco e ignoró todo lo que sucedía a su alrededor, quedándose así mientras percibía las sombras moverse. 

—Regulus—. Fue el chico quien le habló. —¿Puedes irte?—. Pidió con amabilidad, por suerte para Jace, él sabía ocultar bien sus verdaderos sentimientos incluso aunque estos se apilaran hasta alcanzar el plano celeste. —Puedes visitar a Hazel luego si es que ella está de acuerdo con eso—. Dio un leve vistazo a su hermana pero redireccionó su vista otra vez al joven Black ya que la pequeña Noir no reaccionaba. —Y si ves a Jake... Avísame—. 

El chico no mostró oposición alguna y asintió, murmurando un tenue "Cuídate Hazel" antes de salir.

Después de que el azabache se retirase, Jace permaneció allí todo lo que pudo mientras acariciaba el largo cabello ya desatado de su joven hermana y comentaba de vez en cuando algunas anécdotas con la intención de sacarle una risa, pero finalmente no logró su cometido y lamentablemente la menor de los Noir se había retraído a tal punto de que ni siquiera su rostro mostraba algún ápice de expresión, no obstante, su hermano no se rindió con ella y permaneció allí el resto del día, con el permiso de la enfermera claro está.

Prophetia | Marauders Era | Sirius Black.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora