Un Destino Forjado a Fuego.

Capitulo 1: Nacimiento y Crecimiento.

Caer al vacío, una pesadilla que probablemente todos han tenido.

Ese sentimiento de vértigo, de caer sin ninguna posibilidad de detenerse y de no morir, sin un paracaídas para salvarse, sin cuerdas que te sujeten de algo para que te salve.

Nada, sin ninguna posibilidad de salvarse de golpear el suelo.

En eso me encontraba, caer durante horas y todavía no ver en qué voy a caer.

No recuerdo que sucedió para que esté en este situación. No recuerdo dormir. No recuerdo estar en mi cama. No siquiera puedo recordar mi propia casa.

Solo recuerdo a una mujer muy bella, con una corona de oro soltándome desde algún lugar alto, y caer durante horas. Lo único que me confirmaba que caía era una pared de piedra, difuminadas por mi velocidad de caída, lo que me aseguraba que estaba cayendo.

Me asusté durante los primeros momentos, después pude calmarme lo suficientemente como para poder comenzar a razonar. Trate de convencerme de que era un sueño, me pellizque creyendo que eso funcionaria. No funcionó, solo sirvió para confirmar de que sentía dolor. El temor de morir al golpear el suelo y sentir todo de una sola vez causó que me aterrar profundamente durante un largo rato, mis ojos se llenaron de lágrimas y comencé a sollozar como solo hacia de niño.

No quería morir, no así.

[Iniciando Descarga de Sistema]

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[Sistema Iniciado]

[Descarga Completa]

[Nombre: Sin Nombre] [Nombre Designado: Hefesto]

[Raza: Dios Menor (Bajo)]

[Títulos: Dios Feo]

[Dominios: Forja, Fuego, Herrería, Artesanía, Escultura, Metales, Metalurgia y Volcanes]

"¿Eh?". No puedo evitar decir en voz alta, mi voz es de tono alto y un barítono agudo.

Mi mente quedó en silencio un momento, silenciando efectivamente el aire que pasaba rápidamente por mis oídos, mi cerebro rápidamente ideo un plan tan loco que podría funcionar.

Me muevo girando en el aire a modo de que mis manos queden hacia abajo, me tomo unos momentos para asegurarme de que era la dirección correcta, al estar en un estado de casi ingravidez no sabía con total seguridad donde estaba el arriba y el abajo.

Revise el muro de piedra difuminadas para asegurar, no estaban difuminadas, era el efecto de caer a gran velocidad lo que hacía que parecían difuminadas como si un pincel o una brocha hubieran pasado de arriba a abajo, difuminando toda una pintura.

¡No importa ahora!

¡DEBO DARME PRISA!

"¡Que funcione! ¡que funcione! ¡que funcione!". Puse mis palmas en frente de mí, y con toda la voluntad y la fuerza mental que tenía, ejercí mi poder sobre el fuego para crear una poderosa llama que funciona como el de un cohete.

Y como un cohete, me impulsó de golpe hacia arriba. Debido a que ya tenía fuerza de caída aplicando sobre mí, la repentina inclusión de una fuerza opuesta causo una desaceleración abrupta, que hizo que mi cuerpo se sacudiera por la fuerza aplicada en el.

Osea, yo.

La repentina sacudida causo que perdiera un poco de mi concentración, y que el fuego en mis palmas flaqueara un momento u el fuego se apagará durante unos segundos. Pero el miedo a la caída cuando acelere alimento mis fuerzas para volver a trabajar. Afortunadamente la fuerza de la caída era menor y la sacudida fue mucho más amortiguada.