Capítulo 18: A Futuro.

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POV, Normal.

El sol se alzaba en el horizonte mientras Hefesto caminaba por una llanura en una Grecia neolítica tardia. Su objetivo era llegar a una cueva en específico. Una ubicada en una pequeña y apartada colina, que quedaba lejos de cualquier asentamiento mortal y estaba rodeaba de depredadores particularmente violentos.

Ninguno de ellos se acero a Hefesto, y los que lo hicieron terminaron con un agujero de bala entre las hipotéticas cejas.

Hefesto avanzaba con una mirada seria y pasos firmes mientras los alrededores rebosaban de vida y sonidos de la naturaleza. Al llegar a la entrada de la cueva, los dos estatuas de bronce parecidas a Humanos corpulentos custodiaban la entrada. Las estatuas eran impasibles y ambas miraron a Hefesto con miradas indiferentes. Como lo habían hecho con todos todo el tiempo desde que fueron puestas ahí.

 Como lo habían hecho con todos todo el tiempo desde que fueron puestas ahí

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Hefesto se acercó y pasó de ellos. Adentrándose en la cueva que custodiaban, la luz de Apolo comenzó a desaparecer mientras se adentraba Hefesto en la cueva, que bajaba más adentro de la tierra.

En un punto, toda luz desapareció, y solo habia un manto de oscuridad casi absoluta. Solo los tatuajes de Hefesto iluminaban tenuemente el lugar, junto con el brillo de las cenizas a través de su piel.

La oscuridad siguió durante un largo momento mientras más bajaba en la cueva, pasando por pasadizos y recovecos naturales. Precipicios y caminos divididos. Pero el camino correcto era el más que más profundo iba. Donde la oscuridad era más absoluta, y las sombras más perpetuas

Después de caminar durante muchas horas, Hefesto llegó hasta una estructura enorme en la zona más profunda y oscura de la cueva. Pero ese lugar desafiaba fácilmente esa declaración.

Hefesto simplemente le dio una mirada rápida y pasajera al lugar, ignorando a las Ninfas del lugar, que lo veían con interés

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Hefesto simplemente le dio una mirada rápida y pasajera al lugar, ignorando a las Ninfas del lugar, que lo veían con interés. No veían a muchos por ahí, y este les llamaba la atencion.

Hefesto siguió y pasó la puerta sin puerta, entrando de una vez al Hades.

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Un Destino Forjado a Fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora